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NOTA INFORMATIVA:

CON MOTIVO DEL CENTENARIO DE LA MUERTE DE JOSELITO EL GALLO, HE PUBLICADO UN LIBRO EN EL QUE SE RECOGEN TODAS SUS ACTUACIONES EN LA PLAZA VIEJA DE MADRID, VISTAS POR LA PRENSA.

PODÉIS ENCONTRAR MÁS INFORMACIÓN DEL MISMO, ASÍ COMO ADQUIRIRLO, EN EL SIGUIENTE LINK : https://joselitoenmadrid.com/


Este Blog nace como un homenaje a todos aquellos que, a lo largo de la Historia del Toreo, arriesgaron y en muchos casos entregaron sus vidas, tratando de dominar a la Fiera.

domingo, 29 de enero de 2012

Fernando Gómez, el GALLO / CARA-ANCHA / ÁNGEL PASTOR







La marisma es un ruedo sin fronteras.
Es la plaza de toros donde Fernando el Gallo
le corta las orejas al toro de San Lucas.

Aquilino Duque



No quiero carne del toro
que Lagares no mató;
la quiero del de Gallito,
que vivo se lo dejó.

Copla sobre la novillada del 18 de junio de 1871, en Sevilla.




"El torero que no sabe torear a una mano es torero de plazas sin palcos"

                                                                        Fernando el Gallo

"Esta suerte (el cambio de rodillas) ha sido siempre ejecutada con gran fortuna por Fernando Gómez el Gallo"

                                                                                                                Rafael Guerra Guerrita

"Vamos a sentarnos en el estribo a ver torear"

                    Lagartijo a Frascuelo, ante el toreo de Fernando el Gallo





José Gómez García (en el centro), primero de la dinastía de los Gallo, en el estudio del fotógrafo con otro diestro y amigos, hacia 1866. José era el hermano mayor de Fernando.



Fernando Gómez García, el Gallo, padre de Joselito, en pie a la derecha de la fotografía, junto a Diego Prieto (Cuatro Dedos), Francisco Arjona Reyes (Currito) y Antonio Carmona (El Gordito)

En en momento de esta fotografía, Fernando era banderillero en la cuadrilla de El Gordito



La misma fotografía, en sepia

Reunión familiar en la finca de la Huerta del Algarrobo, en Gelves (Sevilla). Fernando el Gallo aparece sentado en el centro de la fotografía, como un auténtico patriarca. El que está en brazos de su tata es su hijo José, el que luego se convertiría en el famoso Joselito.


Fernando el Gallo, en la placita de la Huerta del Algarrobo, contempla como su hijo José monta un palo para simular la suerte suprema, con su hermano Fernando haciendo de toro









Retrato de estudio de Fernando Gómez el Gallo con la muleta plegada

Retrato de Fernando Gómez (el Gallo) publicado en el semanario El Arte andaluz. 1895



Retrato de Fernando Gómez el Gallo publicado en el semanario Nuevo Mundo. 1897
Retrato de Fernando Gómez García "El Gallo"

"El Gallo fue un diestro -nunca mejor empleado el vocablo- que supo adornarse como pocos en todas las suertes de capa, ejecutando especialmente largas magistrales, banderillero notabilísimo, muletero de notable y elegante repertorio y, en suma, uno de los que mejor han conocido y practicado el arte de torear, aunque flaqueaba un tanto a la hora de la verdad."


 Grabado de Fernando Gómez (Gallito chico)

El apodo de Gallito chico era para no confundirle con su hermano José
Retrato de Fernando Gómez

Retrato de Fernando Gómez publicado en el semanario Sol y Sombra, 1897.
 Litografía de Fernando Gómez el Gallo






Matadores de la temporada 1882. El del medio es Fernando Gómez (Gallito chico)

Retrato de Fernando Gómez (El Gallo), publicado como portada del semanario El toreo cómico
del 6 de Abril de 1891


Retrato de Fernando el Gallo publicado en el semanario El Ruedo, 31 de Marzo de 1955
Retrato de Fernando Gómez (el Gallo) en el semanario Pan y Toros. 1897

"Habilidosísimo y eficaz siempre con el capote, notable con las banderillas, más lucido que útil muleteando, deficiente con el estoque en la mayoría de los casos [...] La especialidad de este torero privilegiado fué siempre el quiebro de rodillas."

Texto publicado en el semanario Pan y Toros, 1 de Marzo de 1897

Retrato de Fernando Gómez (Gallito) publicado en el semanario Chiquitín


Retrato de Fernando Gómez (El Gallo) en la portada del semanario Respetable Público, 17/05/1911





Retrato de Fernando el Gallo en color


Retrato de medio cuerpo de Fernando el Gallo en color


"Nuestro dibujo representa la salida de las cuadrillas que figuran en el cartel de 1885. El segmento de la plaza está tomado del natural, y las figuras son verdaderos retratos que, a primera vista, podrán ser reconocidos por el inteligente lector. Lagartijo, Frascuelo el Gallo de presentan de frente, precedidos de los alguaciles más populares de Madrid."

Lagartijo (Azul y oro) aparece a la derecha, Frascuelo (Café y oro) a la izquierda y El Gallo (Magenta y oro) en el centro

La corrida tuvo lugar el 5 de Abril de 1885, en Madrid. Fue la corrida de inauguración de la temporada. Se lidiaron seis toros de D. Antonio Hernández.

Dibujo y Texto publicados en el semanario La Nueva Lidia 
Foto de estudio deFernando el Gallo en su famoso "Cambio de rodillas"


Caricatura de Fernando Gómez, debida a Redondo, dando su famoso "quiebro de rodillas"

Caricatura publicada en el semanario El toreo cómico, 1888

Fernando el Gallo ejecutando su famoso "Cambio de rodillas"

"La especialidad de este torero privilegiado fué siempre el quiebro de rodillas; y es verdaderamente solemne el momento en que al partir el toro hacia el bulto que se le ofrece en actitud tan expuesta, se ve al lidiador esperarle con maravillosa sangre fría [....] que en cuanto llega a la jurisdicción le señala la salida hacia un lado y recobra al punto su primitiva posición. Si todos los aplausos que escuchó el Gallo al ejecutar esta suerte se hubieran convertido en monedas, Fernando sería hoy el millonario más grande del mundo."

Texto publicado en el semanario Pan y Toros, 1 de Marzo de 1897


"Nuestro dibujo representa una de las suertes más favoritas del joven diestro Fernando Gómez (El Gallo). 
¿Qué es quiebro? Aquella suerte en la cual el diestro, situado en rectitud frente al toro, le cita, ya en jurisdicción, hacia uno de los lados, mediante una inclinación marcada del cuerpo, dándole, con nueva inclinación de éste en sentido contrario, la instantánea salida que el diestro no toma."

Dibujo y texto publicado en el semanario La Nueva Lidia, 13 de Octubre de 1884
De izda. a dcha.: Fernando Gómez el Gallo, Manuel García el Espartero y Francisco Arjona Reyes, Currito

Fotografía del estudio Beauchy

Fernando el Gallo (sentado a la derecha), con Frascuelo (sentado a la izquierda), los Calderones y Valentín Martín

Fotografía publicada en el semanario Toros y Toreros, 12/06/1917










Fernando el Gallo en un recorte a una mano en los medios, en la Plaza de Madrid

Fotografía de Jean Laurent, 1880

Viñetas sobre la vida torera de Fernando Gómez el Gallo, publicadas en el semanario El toreo cómico. 1888


Cogida de Fernando Gómez (Gallo) el 19 de Abril de 1874

Dibujo publicado en el semanario La Lidia, 1887

Fernando Gómez (Gallo chico) en la suerte de la verónica

Dibujo publicado en el semanario La Lidia. 1882

Fernando Gómez (Gallito) en el semanario La Lidia. 1884


Fernando Gómez (Gallito) en el semanario La Lidia. 1890

El Gallo dando el quiebro de rodillas

Dibujo publicado en el semanario La Lidia. 1895


Fernando Gómez (Gallito) en el semanario La Lidia. 1897











Fernando Gómez García, el Gallo, nació en Sevilla el 18 de agosto de 1847 (1849 según Fernando Claramunt). Segundo de la famosa dinastía de los Gallos. El patriarca de la familia fue su hermano mayor José, que fue banderillero del inolvidable Lagartijo durante dieciocho años. 

Su padre tenía una fábrica de petacas, y queriendo apartar a Fernando de tan peligrosas aficiones le quiso emplear en el negocio, pero el mozo, burlando la vigilancia paterna, se escapaba de noche o con el alba y se iba en dirección de Tablada.

Durante su difícil aprendizaje ideó el cambio de rodillas, que tanto renombre le había de dar más tarde.

En sus inicios formó parte de las cuadrillas de Frascuelo, el Gordito y Cara Ancha entre otros.

"En el año 1868 -comenta Daniel Tapia en su Historia del Toreo-  Fernando toreó en Villamartín, Coria del Río y Alcalá de los Panaderos. Al año siguiente se celebró una corrida de cuatro toros en Sevilla y Fernando salió como banderillero, pero hubo de actuar como matador, por miedo de uno de los que figuraban como tales a estoquear un toro grande y de poder. Fernando mató al cornúpeta de una estocada corta y con otra superior hasta la bola, saliendo a hombros de la plaza..........En 1870 trabaja en la cuadrilla de Bocanegra y el 28 y 29 de mayo en la del Gordito. Trabaja también en esta época con Chicorro y Jaqueta.........El 18 de junio de 1871 alternó en Sevilla en una novillada con Manuel Lagares. Tardó media hora en matar un toro, por lo que hizo muy popular la siguiente copla:

No quiero carne del toro
que Lagares no mató;
la quiero del de Gallito
que vivo se lo dejó

...........El 20 de abril de 1873, el Gallo hace su presentación en la plaza de Madrid como banderillero de Chicorro, y el 29 de junio de dicho año actuó en la corte como matador de novillos........La temporada siguiente fue desgraciada para Fernando; el 19 de abril resultó herido en Madrid por un toro de Anastasio Martín. Siguió trabajando como banderillero en las cuadrillas de Frascuelo, Bocanegra, Manuel Carmona y Cara-Ancha. En 1875, en la corrida celebrada a beneficio del Tato en Sevilla, al ejecutar un cambio de rodillas fue enganchado por el antebrazo izquierdo.........Tomó la alternativa en Sevilla, el 16 de abril de 1876, de manos de Bocanegra. No tuvo éxito. A su primer toro lo mató de un golletazo abominable y al segundo de una estocada a volapié, un tanto ida. No satisfecho de su actuación renunció a la alternativa. Marchó entonces a La Habana, no regresando a España hasta 1877"

Después volvió a actuar como novillero, y más tarde recibió un nuevo doctorado también en Sevilla, el 7 de octubre de 1877, de manos de Jaqueta. Confirmó el doctorado en Madrid de manos del hijo de Cúchares, el 4 de abril de 1880.

En 1881 incorporó en su cuadrilla a Guerrita, que posteriormente se iría de banderillero con Lagartijo.

Actuó en La Habana, Méjico y Uruguay

Toreó por última vez en Madrid el 22 de septiembre de 1895, concediendo la alternativa a Algabeño.

El público de Barcelona le despidió cariñosamente en su última corrida el 25 de octubre de 1896. Fue una corrida de siete toros. El Gallo mató uno de Veragua, banderilleado por Guerrita. La última faena consistió en once pases y dos estocadas que le valieron una gran ovación.

De sus últimos tiempos es la fotografía en que se le ve junto a Joselito (de apenas tres años de edad) jugando al toro con Fernando, su hermano, a gatas. El que iba a ser gloria del toreo empuña una espada de madera.

Muríó el 2 de agosto de 1897 en su finca de Gelves (Sevilla), que supo convertir en auténtica "universidad del toreo". Escribió la siguiente recomendación a su discípulo y amigo: "A mi compadre Guerra: en la hora de mi muerte, le ruega que no deje sin pan a mis hijos. Se lo pide, medio moribundo, su compadre Gallito"


En palabras de su hijo Rafael en una entrevista: El nombre de Gallo se lo pusieron a mi tío José (hermano mayor de Fernando) porque cuando banderilleaba daba saltitos.....y la gente decía "parece un gallito cuando clava". De ahí viene todo.


Hay una anécdota muy graciosa, que pone de manifiesto las dificultades de Fernando el Gallo con la espada. El empresario que lo contrató en la plaza gaditana de San Fernando, era además zapatero remendón. Le había pedido a El Gallo que anduviera fino con la espada, porque así podría utilizar la piel del toro para sus remiendos. No pudo satisfacerle el torero. Tan mal anduvo con el estoque que lo acribilló a pinchazos. El empresario-zapatero le dice:

-"Compadre, mi alma........Coja usted una ametralladora. Como siga con la espada no voy ni a poder hacerle a mis hijos ni un par de zapatos"


Entre las anécdotas que relata Cossío en su libro Los Toros, figuran las siguientes:

"En cierta ocasión, y toreando en la plaza de Madrid, iba a matar un buey de Colmenar, y Mazzantini, que asumía la dirección de la lidia, al ver salir de entre barreras dos peones, les ordenó que se retiraran. "No, Luis, no -dijo el Gallo-. En algunos toros me hace falta toda la cuadrilla, y lo que siento es que no puedan ayudarme también la Gabriela (su esposa) y los chicos" Otro día, uno de sus banderilleros había pareado desastrosamente, y cuando tocaron los clarines a matar y Fernando cogió la muleta, el otro le siguió con el capote. "¿Dónde va usted?" " A bregar" "Vaya usted a sentarse en el estribo ahora mismo" "¿Por qué, maestro de mi vida?" "Porque se van a mezclar los pitos que le dan y le darán a usted con los que me van a dar a mí y esto va a ser un laberinto"


Reproduzcamos un párrafo de La Lidia:

"Fernando Gómez deja una suerte suya propia, que ensayó y practicó siendo pequeño, como queda indicado, en el corralón del toril, que nadie ha ejecutado con la precisión que él, entusiasmando a los públicos: el cambio de rodillas, que muchos llamaron la suerte del perdón, porque con ella conseguía borrar ante los públicos alguna faena desgraciada ejecutada anteriormente. Fue el Gallo un banderillero notabilísimo, un lidiador que supo adornarse como pocos en todas las suertes de capa, que ejecutó largas magistrales, que corrió a los toros por derecho y que hizo con ellos cuanto hayan podido efectuar los más afamados diestros de todos los tiempos.......Manejó la muleta con gran elegancia y soltura"

El Bachiller González de Ribera escribe:

"........el Gallo, diestro que si no era inferior a José Sánchez (Cara-Ancha) en la brega, lo era inferior a todos con el estoque pues no ha habido matador a quien se hayan echado más toros al corral y que mayores gritas haya sufrido como estoqueador, siendo un maestro del toreo"

 "...las faenas adolecían de nulidad con el estoque, aunque no de brillantez con la muleta.....Tenía Fernando aquel quiebro de rodillas maravilloso, que nadie hizo como él.....sus quites a medio capote, sus recortes de cadera, consintiendo con el cuerpo. Un repertorio de torero finísimo y diestro, que de haber sido matador, que jamás lo fue, salvo en contadísimas ocasiones....hubiéranle hecho una estrella de primera magnitud....................las faenas se alargaban para que (el toro) recorriese todos los vuelos de la muleta, que no era telón al uso moderno sino muleta cortita de mucho vuelo........"

"La estatura pequeña, las piernas un tanto zambas, la cabeza gruesa, aunque de graciosa gitanesca aceitunada fisonomía, eran enemigas declaradas de un toreo de tipo y de poderío. Pero, y ése fue el mérito del Gallo, el artista supo y pudo estudiar sus facultades, se adaptó a ellas, comprendió lo elegantísimo de su toreo con el capote, las tres largas maravillosas......Rafael (Lagartijo el Grande) no daba más que una, que valía por mucho más que la resultante elevada al cubo de las tres del otro; pero, al fin y al cabo, era una" 


Las faenas adolecían de nulidad con el estoque, aunque no de brillantez con la muleta.....Tenía Fernando aquel quiebro de rodillas maravilloso, que nadie hizo como él.....sus quites a medio capote, sus recortes de cadera, consintiendo con el cuerpo. Un repertorio de torero finísimo y diestro, que de haber sido matador, que jamás lo fue, salvo en contadísimas ocasiones....hubiéranle hecho una estrella de primera magnitud lo define así:

"Limpio siempre con el capote, paradito, atrevido y viendo llegar como pocos; al trastear las reses, en la hora de la muerte, se crece pasando, y siempre es aplaudido con justicia. Más desigual es hiriendo, atribuyéndolo unos a su escasa estatura y otros al cuarteo que hace al arrancar, que por cierto, en la mayor parte de los casos, no es tan exagerado como el de otros"

En el libro de Rafael Ortega Gómez, Gallito, Mi paso por el toreo, encontramos el siguiente comentario:

"El Gallo fue un diestro -nunca mejor empleado el vocablo- que supo adornarse como pocos en todas las suertes de capa, ejecutando especialmente largas magistrales, banderillero notabilísimo, muletero de notable y elegante repertorio y, en suma, uno de los que mejor ha conocido y practicado el arte de torear, aunque flaqueaba un tanto a la hora de la verdad"




De la  BIBLIOTECA SOL Y SOMBRA. VOLUMEN XIII. FERNANDO GÓMEZ (GALLO). Editado en Madrid, 1908, he seleccionado los siguientes comentarios:


"(Pg. 6)….Fue Fernando, durante el tiempo que ejerció la profesión, hombre de buen criterio, pues comprendió desde luego que a la fiesta nacional había que prestarle alegría, algo que la apartase de ese toreo todo seriedad, que podrá gustar a unos cuantos, pero no a las masas, que van a los toros a divertirse y a presenciar la lucha de la inteligencia y habilidad del hombre con la fiereza de los astados brutos………(Pg. 13)….Por estas razones, Fernando Gómez y García, Gallo,……., figurará en las páginas de oro de la historia de la tauromaquia………..(Pg. 19)…..En sus continuas excursiones al Toril fue donde ideó y ensayó el cambio de rodillas, suerte que después nadie ha practicado con la precisión y seguridad que él………(Pg. 23)……Mató su primero toro en Bornos el año 1867………..Actuó en Sevilla como banderillero el año 1869, donde mató un novillo debido a la negativa del matador que le correspondía hacerlo……….(Pg. 27)…..El año 1870 entró a formar parte como banderillero en la cuadrilla de Manuel Fuentes, Bocanegra; alcanzando un buen nombre como tal, por su finura y su habilidad para ejecutar la suerte de banderillas……….Después de haber estado algún tiempo en la citada cuadrilla, figuró en la de José de Lara, Chicorro, y en ella hizo su presentación como banderillero en la plaza de Madrid el día 20 de Abril de 1873……….(Pg. 28)…..El 29 de Junio de 1873, apareció por primera vez como matador en la plaza de Madrid………..(Pg. 32)…..El día 16 de Abril de 1876, su antiguo jefe Manuel Fuentes, Bocanegra, le dio la alternativa en Sevilla, y en ella tuvo un buen éxito…….(Pg. 50)…..El Gallo luchó sin desmerecer en la Plaza de Madrid con Lagartijo y Frascuelo,  los dos colosos de la tauromaquia en el último tercio del pasado siglo……Luchar y sostener su puesto con dignidad, es uno de los timbres más gloriosos que pudo exhibir en su vida torera……..(Pg. 51)….Fernando fue siempre un buen torero, un torero de los de punta, de los que conocían el arte y sus resortes; introdujo en él el cambio de rodillas y sacó discípulos como Rafael Guerra, Guerrita………..(Pg. 53)……En las plazas se mostró como siempre, un torero de punta, un torero completo, una especialidad dando el cambio de rodillas, un banderillero admirable y un maestro manejando el capote y la muleta……..(Pg. 54)…Fernando Gómez tenía don de gentes, tanto en la plaza…..como en su trato particular……(Pg. 55)….Oyéndole hablar de toros se escuchaba al verdadero maestro en el arte……¡Cuánta gracia rebosaban sus cuentos!........(Pg. 61)…..El 17 de Septiembre de 1893, en Madrid,  dio la alternativa a Antonio Fuentes……..(Pg. 64)…..El año 1896 se despidió de los públicos y fue Sevilla en la última plaza en que actuara como matador…….Murió en Sevilla el día 2 de Agosto de 1897………..(Pg. 67)….Fernando Gómez, Gallo, ……; el inventor del difícil y vistoso cambio de rodillas; que como banderillero figuró entre los de punta y los mejores de su tiempo; que toreando de capa lo efectuó siempre con un clasicismo de marca propia y especialísima; que manejando la muleta lo efectuó con la elegancia, soltura y arte que pocos imprimieron al arma de defensa más importante de un matador de toros; que estoqueando rayó en ocasiones a la altura de los mejores matadores, y que fue uno de los lidiadores que mejor conocía el arte y los resortes de éste para entusiasmar a los espectadores, es lógico pensar que había de ser un maestro en la arriesgad profesión para sus hijos………(Pg. 72)….Tomó parte en 104 corridas de toros en Madrid y 455 en provincias, estoqueando en ellas 1.206 toros………(Pg. 75)…..El apodo de Gallo se lo pusieron los que con él anduvieron de aprendizaje en el Toril y en las capeas, por ser el que sobresalía entre todos."


En la revista Sol y Sombra aparecieron los siguientes juicios:

"Fue El Gallo un banderillero notabilísimo, un lidiador que supo adornarse como pocos en toda la suerte de capa; ejecutó largas magistrales, corrió a los toros por dentro e hizo con ellos cuanto hayan podido efectuar los más afamados diestros de todos los tiempos. Manejó la muleta con una gran elegancia y soltura y fue, en una palabra, uno de los diestros que mejor ha conocido y practicado el arte de torear, al que imprimió siempre especial clasicismo.................El artista supo y pudo estudiar sus facultades, se adaptó a ellas, comprendió lo elegantísimo del toreo con un capote; las tres largas maravillosas. Lagartijo el grande no daba más que una que valía por muchas, pero al fin y al cabo era sólo una. Tenía Fernando aquel quiebro de rodillas maravilloso, que nadie hizo como él antes ni después, ni pareciéndosele siquiera. Sus quites a medio capote, sus recortes de cadera consintiendo con el cuerpo un repertorio de torero finísimo y diestro. Por eso fue una estrella de primera magnitud....................Hizo de su casa de Sevilla una universidad taurina, y en ella se discutieron por inteligente a toreros pasados y presentes"

Carlos Cuesta Baquero escribe:

"Impresionaba la belleza del pase natural del señor Fernando el Gallo..............ese movimiento de muñeca (que) además de la finalidad de técnica, originaba la vistosidad en el remate del pase, haciendo de la tela de la muleta un abanico, un arco de círculo"

Roque Solares Tacubac, anagrama del doctor Carlos Cuesta Baquero, quien aparte de haber sido cirujano de la propia plaza El Toreo, fue siempre crítico de reconocida solvencia moral y taurina, escribe sobre una actuación de Belmonte:

"Esto..........hecho así, con tanta finura, hacía muchos años que no lo había visto y casi lo tenía olvidado. No lo había visto desde que, en mis mocedades, miré al señor don Fernándo Gómez, El Gallo, en la plaza de toros de Colón..........."

F. Bleu, en su libro Antes y después del Guerra, se muestra extremadamente critico con el maestro:

"Lo digo porque lo siento. No puedo estar conforme en asignar un principal papel al que fue lugarteniente de Lagartijo y Frascuelo en bastantes temporadas, ni acierto a explicarme por qué el nombre de Fernando Gómez (el Gallo) aparece hoy envuelto en leyendas y aureolas..................Reconozco en él a un torero teórico, al conocedor de las condiciones de los toros, al excelente banderillero y quebrador de rodillas, y pare usted de contar.................Y no me quedo ni corto ni largo. Ahí están las revistas de su tiempo a la disposición de quien quiera anotar los pocos aciertos que cuentan del padre de los cañís. En la corrida en que mataba dos toros, salia ordinariamente a dos silbas diarias; cuando mataba tres, a tres. A silba por toro. Y era rara la tarde en que la bronca no se hacía de las formidables..............que le obligaban a derramar lágrimas...............Un buen día, se le ocurrió molestarse y competir con Lagartijo............y quedó hecho un guiñapo.............No. No pasaba de ser lo que hoy llamamos un torerito. Mañosillo, bullidor, inquieto de pies, prudente y alivioso, y como buen progenitor de una estirpe llamada a ser famosa, tirando puñaladas al pescuezo de los toros. No nos convencía a los de entonces. Ahora, acaso hiciera dementes a miles..................No llegaré hasta asegurar que era un cualquiera, pero sí que la fama de que hoy goza su memoria, no está justificada"



"Don Ventura", en el número 2 de la colección "Grana y oro", titulada "La Tauromaquia en el siglo XIX", escribe:

"(Pgs. 104 y 105)……Se trata del padre de Rafael y Joselito……..el ejemplo de su hermano José, banderillero de Lagartijo, le hizo ser lidiador. Primeramente se apodó Gallito chico, para distinguirse de su citado hermano, que se apodaba Gallito a secas; luego, suprimió el chico, y, finalmente, hizo lo propio con el diminutivo, y quedó para siempre con el sobrenombre del Gallo…………Bocanegra le dio una alternativa en Sevilla el 16 de abril de 1876; volvió a matar novillos; recibió una nueva investidura en la misma plaza, de manos de Jaqueta, el 7 de octubre de 1877, y el 4 de abril de 1880 se la confirmó Currito en Madrid al cederle el toro Coleto, de don Vicente Martínez…..................Fue un toreo fino y de vasto repertorio; hizo del cambio de rodillas con el capote una verdadera creación; teóricamente, no hubo maestro que le aventajara, tanto por sus conocimientos como por el don especial que tuvo para inculcarnos a sus discípulos, y cuantos aprendieron a su lado –empezando por Guerrita- supieron aprovechar sus enseñanzas………….El Gallo, fue, en suma, un maestro insuperable, un excelentísimo torero y un deplorable matador. Su última corrida la toreó en Barcelona el 25 de octubre de 1896, y murió el 2 de agosto de 1897."


José de la Loma, "Don Modesto", en su libro Desde la barrera, Pgs. 217 y 218, editado en 1910, escribe:


"Yo le recuerdo perfectamente. Yo presencié sus triunfos y sus descalabros en la Plaza de Madrid; yo le ví mantenerse junto a Lagartijo y Frascuelo, ocupando el tercer lugar en los carteles, no una, sino varias temporadas siguientes…….Nunca compitió con ellos. A nadie se le ocurriría jamás, discutir el toreo de Fernando frente al toreo de Rafael. Y, sin embargo, mi memoria aún trae a mis felices recuerdos, faenas de muleta de eminentísimo valor, notables por su elegancia y maestría, que quizás no superó nunca Lagartijo…….Gallito inventó el cambio de rodillas; Gallito banderilleaba con suprema habilidad; Gallito, de tarde en tarde, hería a los toros en las agujas, consumando el volapié como el mismísimo Costillares…….Pero Gallito no era Lagartijo. Ni el mismo alimentó nunca la idea de colocarse al nivel del gran maestro de Córdoba."

Nestor Luján escribe:

"Fernando Gómez fue un toreo de un instinto plástico infalible y de un juego de capa bellísimo. Inventó el célebre quiebro de rodillas dado a toro levantado, que Joselito tenía que inmortalizar. Con la capa, con decir que fue más elegante que Cayetano Sanz y más adornado y exuberante que el propio Lagartijo, está dicho todo. Sostuvo siempre el mérito de torear a una mano....Su toreo fue un toreo de manos, prodigioso, con un toque mágico, asistido por toda la angelería andaluza"

Retomemos las palabras de su hijo Rafael:

 "Cuando se retiró tenía una Escuela de Tauromaquia en la placita de toros de Gelves, chiquita pero a la que no faltaba detalle. Por allí desfilaron todos los toreros de aquella época, Montes, Reverte, Emilio Bomba, Chicuelo padre. Mi padre ha sido el mejor aficionado que he conocido"

César Jalón, en su libro Memorias de Clarito, escribe:

""¡Si este Gallo tuviera valor!", decíase de Rafael, como se dijo de Fernando el Gallo, su padre. También éste de higos a brevas, cuando era una pura breva el toro, tocaba en la cuerda de lo genial. Cuentan que un día, en presencia de un toro a la medida del Gallo padre, Lagartijo indicó a Guerrita un sitio a su lado para sentarse en el estribo: "¡Ahora, tocayo, vamos a ver torear de muleta!" Otros cuentan que fue Guerrita quien dijo al Espartero: "¡Acúlate en la valla, que ahora vamos a ver torear!"

Fernando Claramunt, en su Historia gráfica de la Tauromaquia, escribe:

"Cabeza de linaje, aunque el primer Gallo del toreo fuera, en sentido estricto, su hermano José Gómez García, banderillero....................Desde los diez años anda entre reses, imitando a su hermano mayor, con el apodo de Gallito Chico. Fue banderillero en las cuadrillas de Bocanegra, el Gordito, Chicorro, Jaqueta, Frascuelo, Cara Ancha......................Entre sus primera hazañas, en la niñez casi, figura un cambio de rodillas sobre un pañuelo en el centro del ruedo, donde se había lanzado como espontáneo....................Destacaba como banderillero y también por su arte y maña con el capote frente a reses difíciles, alcanzando gran vistosidad y alegría. Bocanegra le da la alternativa en Sevilla el 16 de abril de 1876. Currito fue padrino de la confirmación en Madrid el 4 de abril de 1880.........................¿Qué aporta el señor Fernando el Gallo a la tauromaquia de su tiempo? Ante todo, el cambio de rodillas con la capa, verdadera creación suya que supo convertir en "quite del perdón", recurso hábil que otros toreros aprendieron..................En segundo lugar un acervo de conocimientos taurinos, muchos de los cuales pasaron a su discípulo Guerrita.................Minuto, otro gran teórico, pudo beneficiarse de esa sabiduría del señor Fernando....................En tercer lugar es el padre de Rafael y de Joselito.................Hay otra contribución, pero negativa: la irregularidad, el espectáculo del miedo, la oposición dialéctica entre el arte y la vergüenza torera, como si fuesen cualidades incompatibles, que luego han retomado como cosa suya algunos toreros....................A semejanza de su hijo Rafael, cuando estaba bien era insuperable; cuando estaba mal, no podía ser más desastroso. Pero tanto en unas ocasiones como en otras, la gracia estaba presente......................Es fama que cuando el señor Fernando el Gallo se sentía inspirado y toreaba como él sabía y los duendes le dictaban, el gran Lagartijo decía a Frascuelo: "Vamos a sentarnos en el estribo a ver torear"


El mismo Fernando Claramunt, en su Historia del Arte del Toreo, escribe:

"A Rafael (Lagartijo) y Salvador (Frascuelo) nadie en su época les hizo sombra; pudo hacerlo, de haber querido, el señor Fernando Gómez "El Gallo". Cuando este sevillano, irregular y medrodo, se decidía a torear bajo el soplo de una inspiración artística que no parecía de este mundo, los dos colosos se sentaban en el estribo y "Lagartijo" susurraba en el oído de su compadre: "Vamos a ver torear de verdad"...........El caso del señor Fernando se sale de lo corriente. Por pereza nunca hubiera sido rey de los toreros. Torero con duende, este primerísimo teórico de la Tauromaquia nació en Sevilla el 18 de agosto de 1849...............Enfermo del corazón, hubo de retirarse de la profesión, con gran pesar de los públicos............Tenía en su casa una tertulia taurina de excepcional categoría y finura, combinada con escuela teórica de buen toreo, que aprovecharon sus hijos Fernando, Rafael y José, herederos del apodo "Gallito" y la exquisitez de su
padre"


Jorge Laverón, en su Historia del Toreo, escribe:


“Fernando, El Gallo, inventó el cambio de rodillas con el capote, fue torero pródigo en adornos pero muy deficiente con el estoque……..Su vida torera está plagada de altibajos…………..Fracasa en 1885 y en 1887. Sin embargo, a pesar de sus limitaciones físicas, en 1888 realiza algunas faenas que le proporcionan considerables halagos en crítica y público”



Carlos de Larra, más conocido como "Curro Meloja", en su obra Grandes maestros de la Tauromaquia, escribe:


“Fernando Gómez, el Gallo……y obteniendo ruidosos triunfos con el capote con el que practicaba con excelente estilo y arte toda clase de suertes; con las banderillas y con la muleta, y fracasando casi siempre con la espada, el hombre se hizo de un buen cartel, toreando muchas corridas. Cuando su papel estaba en baja, tuvo la suerte de que ingresara en su cuadrilla “Guerrita”, cuyas actuaciones eran esperadas en toda España con extraordinario interés, y ello hizo que de nuevo el señor Fernando torease con frecuencia aunque haya que reconocer que, más que por su propio mérito, por llevar en su cuadrilla a un peón de clase excepcional. Fernando el Gallo fue uno de los toreros que más a fondo conoció el oficio, hasta el punto de que ha llegado a calificarse como el mejor teórico que ha existido en Tauromaquia, y por eso todos sus discípulos llegaron a ser excelentes toreros, el primero Rafael el Guerra, que siempre reconoció –pese a su orgullo- lo mucho que había aprendido al lado de “El Gallo”.  Este, en sus últimos años, gordo y torpón, toreaba muy poco, y la última vez que lo hizo fue en Barcelona, el 25 de octubre de 1896, corrida en la que “El Gallo” mató el primer toro y en la que luego alternaron Guerrita, Minuto y Fuentes. El citado toro que estoqueó –mal, como siempre- lo banderilleó formidablemente el Guerra



Robert Ryan, en su libro El Tercio de muerte, escribe:

"Fernando el Gallo, con la capa, creó el cambio de rodillas, un lance hincado, recogido, en imitación del cambio a muleta plegada, en cuya ejecución tanto destacaba él, como sus hijos Rafael y José. Rafael, el Gallo de inspiración temeraria, la tarde del 21 de abril de 1912 dio comienzo a la faena más artística vista en Sevilla con un pase cambiado sentado en una silla"

El mismo Robert Ryan, en su libro El toreo de capa, escribe:

"En 1866, el joven José Gómez, el primero de la célebre dinastía torera de los Gallo, entró de banderillero en la cuadrilla del recién alternativado espada Lagartijo,...............con Juan Molina, hermano de Lagartijo, una pareja de subalternos ejemplar en la historia del toreo. Si Juan Molina destacaba por su poderío en la brega................José el Gallo sobresalía por su justeza y medida al correr los toros por derecho, a punta de capa. Esa precisión en el toreo de capa a una mano, junto con un porte inconfundible, sería una cualidad característica de sus familiares, que tanta gloria darían a su apodo"

"Fernando el Gallo, el hermano menor formado como torero al ideal de José, toreando de capa llegó a competir con Lagartijo, al desplegar a una mano una creatividad espontánea y sorprendente. Ante la majestad de la larga solemne, cordobesa, de Lagartijo, la capa de Fernando el Gallo flameaba en ostentación de una inventiva riquísima, barroca...............Desde su alternativa en el año 1877, y desde antes, desde su época de medio espada y aun anteriormente, de banderillero, Fernando el Gallo creó un arte personal, un amplisimo repertorio, basado en el último momento de la larga, del modo de recortar a una mano..............recortes en que cambiaba la capa de mano, o pasaba la mano que la llevaba por encima de la cabeza; recortes en que giraba sobre los pies, dando una vuelta a veces en favor de la embestida, a veces en contra, envolviéndose en la capa largamente a la manera del molinete......."

"En los anales del toreo de capa se habla de las tres largas de Fernando el Gallo...............tres largas que se confunden al paso de los años con las inventadas por su hijo Rafael...............Fernando el Gallo recortaba por delante la larga natural, haciendo pararse al toro en seco, quedándose él ante las astas, justo lo contrario al modo de Lagartijo; y que cambiaba la salida al toro, por delante, habiendo citado a la manera de la larga natural"

"El cambio de rodillas.............fue acoplado con inteligencia por Fernando el Gallo a su personalidad torera, poco arrojada. En sus tardes desafortunadas..................durante la suerte de varas del último toro de un compañero, se ponía de rodillas y ejecutaba el cambio, ejecutaba el milagro. Porque cambiaba no únicamente al toro en aquel momento,sino daba un cambio a la tarde misma...........borrando el desastre con un solo lance. Con el quite del perdón,  tan esencial a su vida de torero.....................Tuvo que tomar la capa con sus dos manos Fernando el Gallo para lograr que fuera recordada fielmente una suerte nacida de su inventiva, e hincarla para más señas. Y tuvo que inventarla de aficionado, cuando aún no era nadie en el toreo, nadie sino creador de una suerte, que en corridas de lujo fuera estrenada por Lagartijo hacia 1870"

El gran aficionado Mariano de la Riestra, en su libro La fiesta de los toros, escribe:

"Conocí esta suerte (el cambio de rodillas) con el capote a través de Fernando Gómez el Gallo, gran torero sin sobra de valor, que la ejecutaba muy confiado, a pesar del riesgo que entraña. Arrodillado, aprovechaba un viaje del toro al salir del chiquero o le citaba previamente; cogida la capa a dos manos, muy cerca de las puntas, casi tapándose un poco a la derecha, sacaba la capa y el toro por la izquierda; también lo hacía a veces por el otro lado, y, con más facilidad, en el terreno cercano a la barrera, sacando el toro por el de afuera. Revisteros y público le llamaban indistintamente cambio o quiebro de rodillas"







Este hombre del casino provinciano
que vio a Cara Ancha recibir un día.

                                                   Antonio Machado
                         


"Bocanegra y Cara Ancha, después de haber toreado convenientemente, se han perfilado con el toro en la dirección del cuerno derecho............."

                                                                                         Rafael Guerra Guerrita (en su Tauromaquia)

"........el gordo más fino que conociera el arte de torear con arte- maestro de Antonio Fuentes"

                                                                               César Jalón, Clarito, en sus Memorias



 










"Nuestro dibujo. Representa una de las suertes favoritas de Cara-ancha. En la lámina aparece el citado diestro exactamente retratado por el acreditado pintor D. Juan Alaminos, en el momento de citar para el quiebro. En segundo término, y esperando el instante de clavar los palos, conocerán los lectores a Rafael (Lagartijo), y, por fin, a Currito tomando las banderillas de entre barreras.
Los aficionados recordarán una corrida en que tomaron parte los diestros aludidos, pareando entre los tres el último de la tarde y de la temporada.
El parecido y la verdad que el dibujo en sí encierra, nos evita elogiar lo que se merece al reputado artista."

Dibujo y texto publicados en La Nueva Lidia, 15 de Noviembre de 1885





José Sánchez del Campo, Cara-Ancha, nació en Algeciras (Cádiz) el 8 de mayo de 1848, dentro de una familia acomodada y de gustos refinados. Vio pasar los primeros años de su vida en un ambiente poco o nada propicio a despertar en él el deseo de hacerse torero. Le dedicaron a la carrera de las armas.

Demostró cualidades para estudios superiores, pero al quedar huérfano de padre trasladóse con su madre y sus dos hermanos a Sevilla, donde desempeñó el oficio de pintor-dorador, embelleciendo imágenes religiosas. No conforme con sus escasas ganancias, se decidió por el toreo.

J. Sánchez Lozano, en su Manual de Tauromaquia, nos aporta los siguientes datos biográficos:

"La dehesa de Tablada fue el teatro de sus primeras hazañas taurinas: con sus camaradas, los días festivos capeó algunos becerros y experimentó las emociones que le hicieron cambiar de oficio. Y su resolución era tan incontrastable que, no pudiendo escatimar las horas de ocupación, las robaba del sosiego, y levantándose con la anticipación suficiente, marchaba casi diariamente á la citada dehesa y toreaba sin descanso, adquiriendo, á costa de revolcones, los rudimentos del arte que le seducía..........Tomó parte en las novilladas que se verificaban en los pueblos inmediatos, empezando ya á conocérsele por su buena figura y pasmosa confianza con las reses. En una de estas fiestas, celebrada el día 20 de Setiembre de 1865 en Sanlúcar la Mayor, tuvo la mala suerte de sufrir una cogida mortal, que lejos de intimidarle, le impulsó hácia su propósito.........Durante el verano de 1868 trabajó por primera vez en nuestro circo (¿Sevilla?), como banderillero de novillos, y el de 1869 se presentó formando parte de la cuadrilla de Antonio Carmona, á quien lo había recomendado su protector el señor Marqués de Alventos..........Con posterioridad trabajó, sucesivamente, con el Gordito, Chicorro y Bocanegra, distinguiéndose mucho en el desempeño de su cometido, que le proporcionó más de una ovación..............En el vecino reino (Portugal), donde le llaman el Pollo, es muy apreciado por todos, pues en las distintas ocasiones que ha toreado en Lisboa, ya al lado de los maestros, ya de jefe, trabajó siempre con exceso, valiéndole los mayores elogios de la prensa y numerosos obsequios de los tarurófilos..............Habiendo estoqueado algunos bichos cedidos por sus maestros por vía de aprendizaje, recibió la alternativa en Sevilla de manos de Lagartijo............Después de torear en plazas de primer orden, ha tenido diversas cogidas, sólo dos graves, si mal no recordamos. Una en Cádiz el 28 de Abril de 1870, por un toro de Murube, al poner un par de banderillas, y otra siendo espada en Murcia, por un toro de Concha Sierra, en el mes de Septiembre de 1877"



Su apodo responde a una peculiaridad, evidente en las fotografías que de él se conservan y en los grabados de Daniel Perea.

Tomó la alternativa en Sevilla el 24 de septiembre de 1874, de manos de Manuel Domínguez y alternando con Bocanegra.

El 23 de mayo de 1875 le fue confirmada la alternativa en la plaza de Madrid por Lagartijo, corriéndose tres toros de Veragua, tres de Saltillo y tres de Miura.

Contratado en Madrid para la temporada de 1877, el 24 de junio realiza una gran faena de muleta al toro Bolero, del marqués de Salas, sufriendo una cornada en el muslo derecho al entrar a matar.

La temporada de 1881 fue la más decisiva y gloriosa en la carrera de Cara-Ancha. La faena que realizó el 19 de junio de ese año en Madrid al toro Calceto se comentó largamente en toda España. El 4 de septiembre de aquel mismo año, y también en Madrid, hizo una gran faena al toro Cigarrero, de Miura. Y el 25 de dicho mes y año hizo la faena reputada como la mejor de su vida torera.

Volvió a actuar con éxito el 18 de mayo de 1882 en Sevilla y el 27 de junio de 1884 en Madrid. "Al terminar la temporada, el crédito y nombradía de Cara-Ancha -añade el Bachiller Ribera- aumentó de un modo extraordinario en Madrid. Los rivales de Lagartijo, ausente Frascuelo, quisieron oponerle contra él. Conocida era la competencia que existía entre Cara-Ancha y el Gallo, diestro que si no inferior a José Sánchez en la brega, lo era inferior a todos con el estoque, pues no ha habido matador a quien se hayan echado más toros al corral y que mayores gritas haya sufrido como estoqueador, siendo un maestro del toreo. Y entonces los frascuelistas, por zaherir a Lagartijo, y los cara-anchistas.......escogieron a Cara-Ancha como caudillo, y en la noche del 31 de octubre le obsequiaron con una comida en La Perla....."

El 9 de abril d 1882 resultó cogido gravemente en Madrid. El 18 de mayo de aquel año toreó en Sevilla y alcanzó uno de los éxitos más ruidosos y merecidos de su vida. El 29 de septiembre de 1891 alternó en Sevilla con el Espartero y sufrió una grave cogida en el vientre. El 16 de septiembre de dicho año actúa por última vez en Madrid.



Daniel Tapia, en su Historia del Toreo, escribe:

"El 14 de abril de 1865 toreó en Sanlúcar la Mayor, sufriendo una gravísima cornada que le tuvo durante algún tiempo en trance de muerte. Restablecido, volvió a torear en Sevilla, actuando en 1869 en la plaza de dicha ciudad en calidad de banderillero del Gordito..............Formó parte de las cuadrillas de Chicorro y del Gordito. Con éste pasó a Portugal y al lado de este  famoso maestro, aprendió todos los secretos y todas las claves del arte de banderillear. Aprendió, entre otras cosas, a poner banderillas al cambio, con igual precisión que su maestro, pero con más severa elegancia y majestad...........El 24 de 1870 toreó en Cádiz, y al banderillear al toro Cigarrero, de Murube, fue cogido y volteado, sufriendo una cornada honda en la axila derecha................. En 1873 se separó de la cuadrilla de el Gordito e ingresó en la de Bocanegra, que le cedió la muerte de algún toro. Con él aparece en Madrid al año siguiente en las corridas celebradas los dias 1,8, 15 y 22 de marzo. En la corrida del 1 de marzo  mató una res, después de una lucida faena, de una estocada, arrancando. Actuó con tanto éxito, que hubo de comprometerse a estoquear el último toro de la corrida del día 22, lo que hizo con aplauso del público............. Tomó la alternativa el 27 de septiembre de 1874, de manos del veterano señor Manuel Domínguez y alternando con Bocanegra.................El 23 de mayo de 1875 le fue confirmada la alternativa en la plaza de Madrid por Lagartijo, corriéndose tres toros de Veragua, tres de Saltillo y dos de Miura. Aquella tarde resultó trágica, pues uno de los banderilleros que llevaba Cara-Ancha, Mariano Canet Lozano (Llusío), resultó con la yugular seccionada al intentar banderillear a uno de los toros de Miura....................Cara-Ancha toreó con éxito en Madrid la temporada de 1876, y el Bachiller González de Ribera nos dice de él:

"Sus quiebros y sus lances de capa, los más perfectos de su época, así como suena, y ni aun malamente imitados por ninguno de los toreros posteriores hasta el día, abríanle las plazas y atraíanle los públicos; sus faenas de muleta, con una muleta que parecía un pañuelo, eran clásicas, reposadas, finas, acaireladas de elegancia y bizarría: arrancaba corto y derecho, pero........, y aquí entra el defecto, Cara-Ancha no cogió la muerte de los toros. No fue un estoqueador certero y rápido. De cada diez toros que entrase a matar, a ocho lo hacía, durante toda su vida profesional, con todas las de la ley, vaciaba bien, pero había un defecto de cruce, de puntería, de dirección de la mano derecha, de adelanto o retraso al meter el brazo.....un algo que hacía que de cada diez toros fueron bien heridos tres. Y eso le ocurrió siempre, De joven y ya maduro..............Sus tremendas cogidas no amenguaron su valor ante los toros ni su solícita complacencia para con los públicos; como artista y como hombre guardará la historia de la fiesta nacional grato recuerdo del gran torero de Algeciras"...................Contratado en Madrid para la temporada de 1877, el 24 de junio realizaba una gran faena de muleta al toro Bolero, del marqués de Salas, sufriendo una cornada en el muslo derecho al entrar a matar...........Durante los años 1878, 1879 y 1880 estuvo alejado del coso madrileño, pero su labor en provincias fue más que excelente y se mantuvo en lucha con las dos figuras de entonces: Lagartijo y Frascuelo...................La temporada de 1881 fue la más decisiva y gloriosa en la carrera de Cara-Ancha................El 4 de septiembre de 1881, en Madrid, hizo una gran faena al toro Cigarrero, de Miura. Y el 25 de dicho mes y año hizo la faena reputada como la mejor de su vida torera..........El 9 de abril de 1882 resultó cogido gravemente en Madrid........Se le apreció una cornada horrible en el hipocondrio derecho, herida que le resultó facultades en lo sucesivo..........El 18 de mayo de aquel año toreó en Sevilla y alcanzó uno de los éxitos más ruidosos y merecidos de su vida. Sigue toreando con aplauso y sólo ante la aparición de Mazzantini y el Espartero la atención de la gente se aparte de él. El 29 de septiembre de 1891 alternó en Sevilla con el Espartero y sufrió una grave cogida en el vientre,............que quizá le hiciera pensar en su retirada, que no decide llevar a cabo hasta el año 1894. El 16 de septiembre de dicho año actúa por última vez en Madrid"

Su arte molestaba nada menos que a Lagartijo el Grande y al señor Fernando El Gallo. La obesidad creciente le ocasionó percances graves, pero no mermó su valor ni su fama de buen torero y atrevido galán. 

De no haber coincidido en el tiempo con Lagartijo y Frascuelo, hoy sería tal vez la mayor figura de su época.

Su última temporada fue la de 1893, interviniendo en el abono de Madrid, de donde no pudo despedirse, como lo hizo en Barcelona y Zaragoza.

Se retiró en 1894 con una corrida en Sevilla, en la que se mataron sólo Murubes, con Bonarillo y Reverte.

Retirado en Aznalcázar llegó a ser alcalde. Tuvo ocasión, con el pelo blanco del todo, de dar lecciones de toreo de salón a un niño conocido como Joselito el Gallo.

Falléció en Aznalcázar (Sevilla), el 31 de mayo de 1925

"Con él -dijo Sánchez de Neira- se va el último resto de aquel toreo fino, serio, reposado, que tanto enaltecieron los maestros Cayetano Sanz y Manuel Domínguez"


Para muchos, Cara Ancha ha sido uno de los banderilleros más notables que ha dado el toreo. Si no el más notable, el más preciso y recortado en la suerte del quiebro, y con Antonio Fuentes, el más elegante.



J. Sánchez Lozano, en su Manual de Tauromaquia, publicado en Sevilla en 1882, escribe sobre el toreo de Cara Ancha:

"José es hoy banderillero de los de punta, que llega bien, sale sereno y se distingue quebrando. Como matador, principia haciendo concebir esperanzas á los inteligentes imparciales, que de seguro no las verán defraudadas, si corrige algunos defectos que se le notan, y procura tirarse siempre en corto y por derecho, lo que creemos le será fácil conseguir, dado el poco uso que de los piés hace en el trasteo de las reses...........En la temporada que acaba de terminar ha ejecutado multitud de veces la suerte de recibir con perfección y desembarazo"

En el libro Escritores ante la fiesta, de Andrés Amorós, encontramos los siguientes párrafos:

"Lagartijo tenía una inexplicable antipatía por el toreo de Algeciras (Cara-Ancha), y una tarde en que toreaban Cara-Ancha y José Lara (Chicorro), dijo al último el genial cordobés, en voz lo suficientemente alta para que pudiera oírlo el algecireño: Anda y trabaja descuidado, que ése no trae ná"

"Su arrojo se manifestaba de modo especial, por supuesto, a la hora de matar. Según un crítico de la época, "al formar la puntería para dar la estocada, ponía un gesto tan duro, arrugando el entrecejo, que bien se conocía su decisión de matar o morir con honra"....................Sin embargo, el valor no le bastó para dominar la suerte de recibir. Paradójicamente, el colocarse demasiado cerca del toro le impedía realizarla conforme a los cánones................En su competencia con dos grandes figuras, que le aventaban en tantas cosas, ¿qué baza le quedaba al pobre Cara-Ancha? Evidentemente, la suerte de matar, la más apreciada, entonces; en concreto, practicar la suerte de recibir, que Lagartijo no realizaba, y Frascuelo, sólo de modo deficiente......................Durante mucho tiempo, Cara-Ancha encontró graves dificultades para ejecutar correctamente esta suerte. Los sucesivos intentos culminaron, por fin, una tarde madrileña, el 19 de junio de 1881, ante el toro Calceto, de la ganadería de Aleas: ésa fue la cumbre más gloriosa de toda su vida taurina.....................Asi lo cuenta el propio diestro, en carta a un amigo, que reproduce José María de Cossío: "Estudié la suerte (de recibir), la ensayé de salón........¡Si usted me hubiera visto en los cuartos de las fondas, ante los espejos de los armarios de luna! ¡Era cosa graciosa! Parecía un loco. La había ensayado antes en las plazas, pero no a mi gusto................Y, un día, me salió un toro de Aleas, grande y bravo, que me tomó bien la muleta, y sentí un escalofrío, comprendí que la suerte estaba allí: le metí el pie y le pinché en hueso. El encontronazo fue tremendo, pero le vacié bien y no perdí terreno. Me enardecieron las palmas, siguió el toro tomando bien la muleta y, al cuadrarme de nuevo, le metí el pie otra vez, fijo nada más que en la mano izquierda; cuando vi la cabeza en la muleta, doblé la mano, pasó el toro y sentí la mano derecha en el morrillo y el aplauso del público. No me moví del sitio, giré sobre los talones y vi que el toro llevaba el estoque en la cruz y hasta las cintas. Cuando el toro aquél caía, un momento después, pareció que me descargaban de un peso. Y era que, lo que yo había soñado, gracias a Dios, pude hacerlo"


Del gran aficionado Mariano de la Riestra, en su libro La fiesta de los toros, son los siguientes comentarios:

"Dentro se su época, Cara-Ancha es, después de Lagartijo y Frascuelo, el toreo que más gustó, y a mí de forma extraordinaria...................Le acompañaba la figura, pues era alto y de gesto lleno de simpatía y bondad. Toreaba muy bien de capa, lo mismo a la verónica que a la navarra, tijeretas, etc; banderilleraba al cuarteo, y, sobre todo, cambió perfectamente, citando con las banderillas altas y echándole guapeza a la suerte; excelente muletero, solía empezar sus faenas con un cambio muy solemne; no fue su fuerte la espada, pero practicó con frecuencia y perfección la suerte de recibir.........................Cara-Ancha pudo no ser una primerísima figura; pero anduvo entre ellas sin desentonar, como si lo fuera"

"A igual altura (de Lagartijo, como banderillero) está Cara-Ancha, sobre todo en el cambio, que empezaba con las banderillas altas para engendrar la suerte.............................A Cara-Ancha le vi ejecutar el cambio con las banderillas sentado en una silla"

"Cara-Ancha es el primer espada que vi coger. Ocurrió el hecho el 9 de abril de 1882, en Colmenar Viejo y ante un toro de Manuel Bañuelos............la cornada fue grande, asistiéndole el famoso cirujano doctor Camisón, médico de Alfonso XII............................Volvió a torear el 14 de mayo siguiente. En la corrida del 27 de junio de 1884, al quinto toro, de Saltillo, le puso un magistral par al cambio, pasándole de muleta (que por cierto la gastaba pequeña) con un cambio, catorce naturales y otro cambiado, matando de una estocada recibiendo, de la que rodó el animal. En el archivo de mis recuerdos ocupa un lugar de honor aquella estocada"


F. Bleu, en su libro Antes y después del Guerra, escribe:

"José Sánchez del Campo (Cara-Ancha).................de haber venido al mundo con treinta años de retraso, difícilmente le hubieran disputado un puesto de primer actor. ¡A cuánta gente podía haber enseñando a torear y a matar!................Educado por el Gordito y Bocanegra, sacó del primero la habilidad para banderillear, y el segundo le transmitió guapeza para desafiar a los toros y recibirlos...............En el haber de su balance de matador, figura esta suerte, ejecutada muchas veces con plausible acierto.............Toreaba, además, de capa con los pies juntos y clavados en el suelo, y con el capote cogido por el cuello de la esclavina................En el quiebro superaba a su maestro y competía con Lagartijo. Con su muleta pequeña  clásica, aunque no exenta de desplantes, daba lo suyo y sostenía su categoría.............Lo malo ¡ay! eran las desigualdades de su trabajo, los días de desaliento y de cansancio. Porque por lo demás, gozaba de simpatía entre los hombres y entre las hembras; salía por las calles hecho un figurín a la antigua andaluza, y sentó fama de rumboso y de tenorio................Desgraciadamente, una prematura obesidad cortó de raíz y en flor las ilusiones del hombre y del torero"



De la biblioteca SOL Y SOMBRA. JOSÉ SÁNCHEZ DEL CAMPO (CARA-ANCHA), por El Bachiller González de Ribera. Editado en Madrid en 1910, he seleccionado los siguientes comentarios:
“(Pg. 9)…..Fue con el Gordo a Portugal y allí estudió, aprendió y perfeccionó el quiebro a cuerpo limpio y con las banderillas, haciéndose prestamente maestro (Pg. 10) en este último…….Decía el gran aficionado D. Eusebio Reguera………, que el Gordo era más alegre, más variado, más adornado quebrando, pero Cara ancha quebraba con más severa elegancia y con idéntica precisión que su maestro…….., maestro del quiebro, elegantísimo en sesgos y cuarteos, hábil y preciso en la media vuelta y al aprovechar, peón de brega inteligente, activo y fino………..En 1873 Cara ancha se separó de la cuadrilla del Gordito; Antonio Carmona, matador deficiente, no podía enseñarle a estoquear…….Entonces ingresó en la cuadrilla de Bocanegra…(Pg. 13)…Se presentó en Madrid como banderillero en Marzo de 1874……..(Pg. 17)…..Tomó la alternativa en Sevilla el 27 de Septiembre de 1874, con toros de D. José Antonio Adalid…….Confirmó la alternativa en Madrid en la corrida de Beneficencia, el 23 de Mayo de 1875, en unión de Lagartijo y Currito……. (Pg. 22)….Sus quiebros y sus lances de capa, los más perfectos de su época……abríanle las plazas……; Sus faenas de muleta, con una muleta que parecía un pañuelo, eran clásicas, reposadas, finas, acaireladas de elegancia y bizarría; arrancaba corto y derecho, pero…….y aquí entra el defecto, Cara ancha no cogió la muerte de los toros. No fue un estoqueador certero y rápido…….., vaciaba bien, pero había un defecto de cruce, de puntería, de dirección de la mano derecha, de adelanto o retraso al meter el brazo….., un algo que hacía que de cada diez toros fueran bien heridos tres. Y eso le ocurrió siempre…….(Pg. 32) Ha pasado a la historia de la tauromaquia la soberana estocada, recibiendo, que propinó en Madrid en Junio de 1881 al toro Calceto (retinto), de Aleas, entre una ovación delirante……….(Pg. 41)….sus éxitos como diestro que resucitaba la llamada suerte suprema del toreo (la suerte de recibir), atrajéronle grandes masas de aficionados y diéronle buena corriente de simpatías………..(Pg. 52)…..Quien no ha visto lancear de capa a Cara-ancha no tiene idea de cómo ejecutaba (Pg. 53) la suerte más gallarda y gentil del toreo aquel gran torero, y mucho menos de cómo esa suerte debe ejecutarse. Todo el repertorio del capote lo dominaba Cara ancha de manera magistral, pero, en mi humilde entender, su verónica no hubo quien la copiase, la imitase, ni se le aproximara en su ejecución…..Colocado de frente, recogido en ambas manos, casi juntas, la esclavina del capote, un capotillo que apenas pasaba de las rodillas del espada, hacía el cite, cargaba la suerte sin abrir la tela, sino trayéndose al cuerpo con el capote plegado la res, y en el centro de la suerte, cuando tenía los toros en la faja, desplegaba el lado de la salida y  despedida, recogiendo al revolverse el toro con la misma mano para repetir lo hecho. Aquello era arte, aquello era elegancia y aquello era torear. De esa manera toreó José Sánchez del Campo en la tarde memorable del 27 de Junio de 1884, el toro Carpintero, de Saltillo entre una enorme ovación”      



José Sánchez de Neira, en su obra El toreo. Gran diccionario Tauromáquico, escribe:


“José Sánchez del Campo (Cara-Ancha). ¿Qué hemos de decir acerca de este simpático matador de toros?........¿Que es joven, bien parecido, demasiado guapo tal vez?.......¿Que cifra toda su ventura en agradar al público?.......Pues esto ya lo saben cuantos le han visto en todas las plazas de España y Portugal ser aplaudido…………Es un mozo que lleva pocos años de matador, y que por tanto su historia es corta…….Pero en cambio es buena………Nació en la ciudad de Algeciras el día 8 de mayo de 1850, siendo hijo de don Juan Sánchez del Campo y de doña Trinidad Boullosa……….La distinguida posición en que sus padres se encontraban permitió a los mismos da a su hijo una esmerada educación, y cuando fue oportuno, hiciéronle estudiar lo necesario para prepararse a ingresar en la carrera de las armas……No le disgustaba al joven ser militar; todo lo contrario…….Agradábale en extremo el brillo de los uniformes, la actividad del soldado, la ostentación del ejército…………..A los doce años de edad, o sea en 1862, murió su padre, dejando a la desdichada madre con tres hijos, de los que el mayor era José……Obrando previsoramente, se trasladó con ellos a Sevilla para vivir con su cuñado don Rafael Sánchez del Campo……..Una vez en aquella ciudad, se pensó en familia suspender los estudios de José y dedicarle a un oficio decente que ayudase a mantener las obligaciones de la casa……..El muchacho se decidió por el de pintor y dorador………Adelantó mucho en poco tiempo……pero en Sevilla, aunque en toda España sucede poco menos, no pueden reunirse en un taller, en un café, en una oficina, en ninguna parte, tres personas sin hablar de toros……..De aquí se pasa a quererlos ver, y de esto, si es gente joven y animosa, a quererlos sortear…….Así le sucedió a nuestro mozo. Con amigos de su edad y compañeros aficionados marchábase los días festivos a la renombrada dehesa de Tablada, veía a algunos muchachos capear reses, y le entró la gana de hacer otro tanto…….¿Por qué no? Él no conocía el miedo, era ligero y tenía afición; luego estaba en condiciones para hacer lo que otros hacían con aplauso general……..Robaba a su descanso las primera horas para acudir a la dehesa, correr y capear novillos, llevar algunos revolcones, y volverse a trabajar a su taller……..Su instrucción taurómaca fue aumentándose con la práctica; su jornal le permitía ahorrar algo para trasladarse algunos días de fiesta a los pueblos inmediatos en que se corrían novillos, y ya empezó a conocérsele por su valor, bonita figura y asombrosa confianza con las reses………Esta última circunstancia le hizo sufrir en 1865, el día de San Eustaquio, en Sanlúcar la Mayor, una terrible cogida que puso gravemente en peligro su existencia……..Este penoso bautismo de sangre no enfrió su entusiasmo: en cuanto se curó, siguió toreando por los pueblos; y al fin, en el año de 1868, consiguió pisar por primera vez el redondel de la plaza de Sevilla en algunas novilladas……..Entre los buenos aficionados se habló con cierto calor de las buenas cualidades de José, a quien ya por entonces empezó a llamársele Cara-ancha, y el excelentísimo señor marqués de Arbentus, entre otros, se propuso protegerle…..Para ello era preciso darle a conocer alguna corrida de toros formal, y aprovechando la ocasión de celebrarse en Sevilla el año de 1869 una función a beneficio de los mozos a quienes cupo la suerte de soldados, se logró presentar a Cara-ancha como banderillero en la cuadrilla de Antonio Carmona………..Tuvo el chico la suerte de llamar mucho la atención, se le aplaudió con exceso, y desde aquel momento recibió de un inmenso público la credencial de torero, bravo, atrevido y sereno………..En seguida le llevó ajustado para dos corridas en Lisboa el matador José Lara (Chicorro), y a su vuelta de allí quedó incorporado definitivamente a la cuadrilla de el Gordito………..Mucho aprendió con éste, llegando sus visibles adelantos hasta tal punto, que en la suerte de banderillas se hizo notable, aun al lado de aquél, que no puede dudarse es en ella un maestro aventajado……….Así siguió tres años, al cabo de los cuales formó parte de la cuadrilla del matador cordobés Fuentes (Bocanegra), que le cedió algunos toros para estoquearlos, sirviéndole esto de aprendizaje para tan difícil suerte………Cara-ancha no podía olvidar el obsequioso recibimiento, las muchas muestras de simpatía que cuatro años antes le había tributado el pueblo portugués, y habiéndosele ofrecido ajuste en 1873, pasó a Lisboa como jefe de cuadrilla………..José Campos, aprovechando las favorables simpatías que le mostró el noble pueblo lusitano, se esforzó durante su estancia en Lisboa para cumplir con su deber, y aun procuró excederse en él…….Prodigó los lances de capa, clavó rehiletes a porta gallola, quebrando, en la silla y de todos modos, y pasó de muleta lo mejor que supo……..Siempre incansable, siempre deseando agradar, era corta la tarde para su trabajo; y estos buenos deseos los premió constantemente aquel pueblo con unánimes y continuos aplausos y entusiastas manifestaciones de cariño, que el toreo español no olvidará fácilmente……Colmáronle de regalos, diéronle el sobrenombre de el Pollo, con el cual allí se le distingue, se el elogió mucho en la prensa, y hasta en la misma se estamparon retratos suyos……….A su regreso a España siguió trabajando en las principales plazas en clase de banderillero con general aceptación………En esta suerte de banderillas es fino, sereno, y sabe entrar a tiempo y salir tranquilo, distinguiéndose más quebrando que cuarteando, y mucho más de esta última manera que sesgando………Recibió por fin la alternativa en la plaza de Sevilla en día 27 de septiembre de 1874 de manos del reputado diestro Manuel Domínguez, y se la confirmó en Madrid Rafael Molina el 23 de mayo de 1875……….Desde entonces ha tenido muchos y buenos ajustes para la mayor parte de las plazas de España, sin que algunas cogidas, no muchas en verdad, que en diferentes ocasiones ha sufrido con carácter de graves, hayan debilitado su valor y arrogancia……….Luego, en 1878, ha contraído matrimonio en Sevilla con una distinguida joven……………Si José Sánchez del Campo corrige algunos defectos que son resabios de mala escuela, y que deslucen sus buenas cualidades, no hay duda que llegará a ocupar un preferente puesto en la historia taurómaca……….Con su mucha voluntad y excelentes condiciones harto puede adelantar en el arte……..Mejore la muleta, renuncie por completo a esos mal llamados pases que los ignorantes califican de cambiados, y que no son más que una mixtificación de los verdaderos; desoiga a los necios que se los aplauden, y algún día nos dará las gracias……Evite el cuarteo al meterse, y salga rectamente en los volapiés, como él sabe hacerlo cuando quiere: que no lo olvide, y el arte contará con un espada inteligente, hoy que por desgracia van faltando.”




Jorge Laverón, en su Historia del Toreo, escribe:



Cara Ancha. El 24 de septiembre de 1874 toma la alternativa en Sevilla de manos de Manuel Domínguez, Desperdicios, con Bocanegra de testigo. El 23 de mayo de 1875 Lagartijo le confirma la alternativa en Madrid. Aquella tarde resultó trágica al herir mortalmente un toro de Miura al banderillero Mariano Canet Lozano que figuraba en la cuadrilla de José Sánchez. En 1881 es el año de su mayor éxito al matar en la suerte de recibir al toro Calceto, de la ganadería de Aleas. A partir de este año, con más o menos acierto, Cara-Ancha se hizo especialista en la suerte de recibir. En 1883 sufrió una cornada grave en Madrid, a consecuencia de la cual comenzó a perder facultades………………… Tras los insuperables Lagartijo y Frascuelo, fue Cara-Ancha el mejor torero de su época, lo que es un extraordinario mérito”



“El historiador Sánchez de Neira dijo de él: Con él se va el último resto de aquel toreo fino, serio, reposado que tanto enaltecieron los maestros Cayetano Sanz y Manuel Domínguez. Sus quiebros y lances de capa son los más perfectos de su época, así como suena, sus faenas de muleta eran clásicas, reposadas, finas, elegantes, su defecto fue el estoque: en la suerte suprema Cara-Ancha no le cogió la muerte a los toros
 




Según Néstor Luján:

"Cara Ancha fue un torero brillantísimo. Con la capa era muy elegante, y toreó a la verónica al modo de la época, como sólo había toreado Cayetano Sanz.....Con las banderillas clavó como los mejores banderilleros del siglo pasado, y fue asimismo un excelente torero en los trasteos de muerte. Como matador, a partir de 1881, empezó a prácticar la suerte de recibir, lo que le ocasionó innumerables percances...En cuanto a percances, fue, después de Frascuelo, el torero más desgraciado de esta época, y siempre tuvo el pundonor de entrar por su pie en la enfermería"

José Alameda escribe:

"El torero de Algeciras fue el primero que, a finales del siglo pasado, dio en torear a la verónica a casi todos los toros, lo que entonces se consideraba un abuso"

El Bachiller González de Ribera escribe sobre su manera de ejecutar la verónica:

"Colocado de frente, recogida en ambas manos, casi juntas, la esclavina del capote ,un capotillo que apenas pasaba de las rodillas del espada, hacía el cite, cargaba la suerte sin abrir la tela, sino trayéndose al cuerpo, con el capote plegado, a la res, y en el centro de la suerte, cuando tenía los toros en la faja, desplegaba en el lado de la salida y despedía, recogiendo al revolverse el toro con la misma mano, para repetir lo hecho"

Fernando Claramunt, en su Historia gráfica de la Tauromaquia, escribe:

"Huérfano de padre y viendo de cerca estrecheces económicas en su familia, se hizo pintor-decorador. "Era mozo de finos gustos e inclinaciones", dice un biógrafo........................El toreo aparece como solución para lograr bienestar a su familia. El aprendizaje le cuesta varias cornadas desde el año de 1865. La suerte comienza a favorecerle al ser protegido por el marqués de Albentos y por el Gordito, en cuya cuadrilla ingresa y destaca pronto como banderillero. Menos vistoso que el maestro, realiza quiebros y parea con mayor elegancia y majestad..................."Banderillero maestro, elegantísimo, preciso e inteligente hasta la genialidad" lo define Cossío........................Su fama como torero y galán ante las damas es incompatible con el paso de los años y sobre todo con la creciente obesidad. Los percances con los toros aumentan. Recibe una grave cornada el 20 de septiembre de 1891 en Sevilla por el toro Mariposo, de Anastasio Martín...................Cara Ancha toreó la última corrida de su vida en Sevilla, en 1894, con seis toros de Murube..........................¿Qué aporta y qué significa Cara Ancha en la historia del toreo? En lo técnico, un modo de lancear de capa lleno de dignidad, empaque y gracia. Tomaba el capote muy cerca de la esclavina y daba la verónica de frente y con los pies a menudo juntos. Con las banderillas era brillantísimo. A todo lo que había aprendido del Gordito añade un sentido más serio y responsable. Lo mismo sucedía con la muleta. Con él se fue el toreo fino, serio y reposado que venía desde el hontanar clásico y a la vez romántico de Cayetano Sanz y del señor Manuel Domínguez. La retirada de Cara Ancha coincide con el apogeo de Guerrita (más técnica que arte)...................El exquisito torero de Algeciras debió entristecerse por el rumbo que tomaban las cosas.................Con la espada había sido muy mediano hasta que, llevado de su amor propio, de su afición y de su deseo de hacer las cosas bien, llegó a especializarse en la vieja y clásica suerte de recibir.....................Cara Ancha era hombre de sensibilidad fina, bondad excepcional, sentido del humor y tolerancia poco corriente"


El mismo Fernando Claramunt, en su obra Los toreros de la Reina Isabel II, escribe:

"Doña Isabel, destronada, quiso venir desde París a Sevilla a ver los toros. Debió de alegrase el empresario, que tanto lamentó en 1869 la caída de la reina. En 1876 la ex soberana ocupa el Palco de la Maestranza de Sevilla el 29 de octubre y puede aplaudir a "Bocanegra" y "Cara Ancha" con toros de don Vicente Romero.....................Todavía en 1885 se vio a doña Isabel II en el Palco de la Maestranza sevillana. Por mal tiempo, la corrida benéfica, por los terremotos de Granada y Málaga, anunciada para el 18 de enero, se dio el 25. Con toros de distintas ganaderías actuaron "El Gordito", "Currito", "Frascuelo", "Hermosilla", "Cara Ancha" y Fernández Gómez "Gallito"


Carlos de Larra, más conocido como "Curro Meloja", en su obra Grandes maestros de la Tauromaquia, escribe:



Cara-Ancha. Excelente torero, que no dejó en la Historia más viva estela porque de su época son cegadores los destellos de aquellos dos colosos que se llamaron “Lagartijo” y “Frascuelo”……………Como era muy valiente y tenía gran voluntad e inteligencia, manejaba la capuchuela con excelente y clásico estilo; banderilleaba estupendamente por los dos lados, practicando el quiebro casi también como su primer maestro (el Gordito),  y manejaba la muleta con igual arte que el capote, aunque era deficiente matador –grave defecto entonces, que fue corrigiendo-…………….Perjudicó mucho a “Cara-ancha” su tendencia a la obesidad, que le costó graves cornadas y le restaba agilidad y gracia ante las reses………….En 1881, tras estar ausente de la Plaza de Madrid bastante tiempo, logró, al reaparecer en ella, triunfos tan seguidos y resonantes que los aficionados intentaron sin éxito, naturalmente, enfrentarle nada menos que con “Lagartijo”. Luego vino al toreo “Guerrita” y ya “Cara-ancha” declinó, pero siempre supo dignamente mantener su rango…………Su última corrida la toreó en Sevilla el 11 de noviembre de 1891, lidiando reses de Murube con “Bonarillo” y Reverte



"Don Ventura", en el número 2 de la colección "Grana y oro", titulado "La Tauromaquia en el siglo XIX", escribe:

"(Pg. 90 y 91)………Nos toca ahora ocuparnos de un notable torero, de un gran torero con la capa, de un sobresaliente banderillero, de un muletero clásico y de un buen matador a ratos, en alguno de los cuales ejecutó concienzudamente la suerte de recibir. Lo que pasó fue que no fueron ligados sus triunfos, como corresponde a una primera figura………..Pronto se advirtió que era éste un matador flojo, y no porque dejara de poner en la ejecución de la suerte buenos deseos, sino por defectos derivados tal vez de su crasa naturaleza, pues siempre tuvo en la obesidad el mayor obstáculo para la eficaz interpretación de la suerte de matar……….Ausente tres años de la plaza de Madrid, al reaparecer en 1881 puso en juego todo su amor propio, y no sólo abrillantó su trabajo, sino que dio en practicar la suerte de recibir con singular perfección; los éxitos le envanecieron y alimentó la pretensión de competir con Lagartijo…………Pero el 9 de abril de 1882 le cogió en Madrid el toro Zapatero, de Bañuelos, y le produjo una herida grave en el hipocondrio……….Lo cierto es que Cara-ancha no repitió una campaña como la de 1881. Mantuvo, sí, un cartel de torero concienzudo, pero sin aquellas heroicidades………Hombre de muchas carnes, eran de gravedad las cornadas que sufría…….., y rendido al peso de su crasitud, se retiró del toreo con una función de despedida en la plaza sevillana, el 11 de noviembre de 1894. Los toros fueron de Murube, y los otros espadas, Bonarillo y Reverte."



Robert Ryan, en su libro El toreo de capa, escribe:

"El toreo genuinamente clásico que recordaba la verónica de Montes era el que se había perdido al retirarse el espada algecireño José Sánchez del Campo Cara Ancha en 1894. Fue Cara Ancha el maestro excelso de la verónica del siglo XIX, el siglo de galleos y largas que no quiso ver torear a la verónica; fue un capotista moderno en una época antigua que aun siendo una gran figura supo de la incomprensión del artista que se adelanta a su tiempo. Cara Ancha...........durante veinte temporadas toreó a la mayoría de sus toros a la verónica............siendo la verónica, en su capa, reconocida como la suerte más gallarda y gentil del toreo...............La verónica de Cara Ancha fue única en su tiempo, por parada, por templada...............Mas también era un lance que recogía el legado de otros maestros..............: Cayetano Sanz y Manuel Domínguez.........................Al retirarse Cara Ancha se dijo que con él se iba el último resto de aquel toreo fino, serio y reposado, que tanto enaltecieron Cayetano Sanz y Manuel Domínguez"

"Curro Romero (en la verónica) culmina una estética que en sus primeros años evocaba la de Antonio Fuentes y en sus últimos la de Cara Ancha, aquel maestro que despidió con música Sevilla al verle torear por vez última a la verónica"



Robert Ryan, en su libro El Tercio de muerte, escribe:

"Cayetano Sanz liga seis naturales en redondo en la plaza de Madrid y causa asombro; Cara Ancha llega a ejecutar once, entre dos cambios y dos de pecho, ligados todos los pases....................Fernando el Gallo y Cara Ancha crean faenas de arte pasando los toros un promedio de nueve veces el primero y diecisiete el segundo, parando los pies al estilo de Cayetano (Sanz)"



 



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