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NOTA INFORMATIVA:

CON MOTIVO DEL CENTENARIO DE LA MUERTE DE JOSELITO EL GALLO, HE PUBLICADO UN LIBRO EN EL QUE SE RECOGEN TODAS SUS ACTUACIONES EN LA PLAZA VIEJA DE MADRID, VISTAS POR LA PRENSA.

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Este Blog nace como un homenaje a todos aquellos que, a lo largo de la Historia del Toreo, arriesgaron y en muchos casos entregaron sus vidas, tratando de dominar a la Fiera.

lunes, 14 de abril de 2025

RAFAEL EL GALLO EN LAS AMÉRICAS (I)

 

RAFAEL EL GALLO EN LAS AMÉRICAS (I)

 

En tus temporadas en América protagonizaste, como si de un personaje de García Márquez se tratara, toda una serie de historias increíbles- en las que los límites entre realidad y ficción se difuminaron- que contribuyeron en gran medida a tu conversión en un personaje legendario y que acrecentaron el halo de misterio que siempre envolvió a tu persona.

 

También aquí, Rafael, como en muchos otros aspectos, retomaste el camino que tu padre te había marcado, pues he localizado dos viajes de Fernando a América: el primero en la temporada de 1876 a La Habana y el segundo en la temporada de 1888 a La Habana y a Méjico.

 

«He pasado en América las temporadas del 1902 al 1914 y del 1921 al 1935 […] Yo cogía el barco para Nueva York como el que coge el tranvía», nos llegaste a comentar con tu habitual gracejo. Entenderás perfectamente que tu comentario anterior sobre tus temporadas en América -dada la poca fiabilidad de tus declaraciones- no lo tome al pie de la letra sino como meramente aproximativo. En realidad, he llegado a contabilizar hasta ocho viajes a América.

 

El primero de estos viajes lo emprendiste a finales de 1902 -a los pocos meses de tomar la alternativa en Sevilla-. Todo él transcurrió en Méjico. Tu regreso a España tuvo lugar en marzo de 1903.

El periódico mejicano El Tiempo informa de como D. Ramón López (empresario de la plaza de El Toreo en Méjico D. F.), tras verte torear en España, quedó tan entusiasmado que decidió contratarte para que toreases en Méjico. Tu debut en la capital mejicana tuvo lugar el 7 de diciembre de 1902.

«Rafael Gómez “El Gallito” no sólo ha llegado a sobrepujar el mérito de su padre, sino que ha logrado llegar a ser el primer torero de España, ocupando actualmente el lugar del inolvidable Rafael Guerra “Guerrita”. Don Ramón (Ramón López, empresario de la plaza de toros “México”), que vió torear a aquel chiquillo, se entusiasmó tanto, que hizo proposiciones al muchacho por conducto de su madre, pues Rafael era menor de edad. Ellos no se resolvieron de pronto, pero quedaron en contestar más tarde, y Don Ramón se embarcó sin saber si aceptaba o no “El Gallito” el ajuste, pero al llegar a Nueva York un cablegrama le anunció que Rafael se decidía a atravesar el charco para venirnos a enseñar su toreo clásico.

Con tal motivo, el domingo próximo lo veremos en el coso de la Piedad alternando con el notable Algabeño y el valiente Chicuelo, y es de esperarse una de las mejores corridas de la temporada, puesto que además de tan magnífico trío de matadores, se lidiarán 6 magníficos toros de Piedras Negras (cruza española de Murube), ganadería considerada como la mejor del país»[1]

«Rafael Gómez “Gallito” se presenta el domingo ante el público de la plaza “México” […] Rafael ha perfeccionado a tal grado su manera de torear que, a pesar de sus pocos años, domina todas las suertes, considerándosele por inteligentes de allende los mares, como una verdadera notabilidad y sin rival»[2]

«Por primera vez en México veremos el complemento del arte. De un lado Algabeño, reputado en España (y confirmado aquí por lo que de él se vió el domingo) como el mejor matador y el que mejor ejecuta la suerte del volapié, y del otro lado El Gallito, el mejor torero del mundo, el que con las banderillas, el capote y la muleta no tiene rival»[3]

 

En tu debut en Méjico D. F., alternando con Algabeño y Chicuelo, fuiste cogido en la boca por un toro de Piedras Negras, al quebrar un par de banderillas. A resultas de esta cornada te quedó una cicatriz como recuerdo para toda tu vida.

«El ganado de Piedras Negras dio un juego bastante aceptable por lo parejo, y aunque no hubo ninguno de bravura sobresaliente, todos cumplieron […] Temerario en intentar un tercer cambio con el mismo toro, sufrió un puntazo en el labio inferior, que lo hizo retirarse a la enfermería […] Hasta el desgraciado momento en que el Gallito recibió el puntazo que mencionamos, los aplausos y ovaciones que escuchó fueron continuados»[4].

«Parte facultativo. Durante la lidia del quinto toro ha ingresado en la enfermería el espada Rafael Gómez (Gallo), con una herida de tres centímetros, que le ha fracturado el borde alveolar del labio inferior, ocasionándole la pérdida de dos dientes, lesión que le impide continuar la lidia. La herida no es grave y tardará en curarse más de quince días. Dr. Silverio Gómez»[5].

 

A pesar de que la cornada fue calificada de grave en diversos medios -contradiciendo, por cierto, el parte facultativo anterior- volviste a torear en El Toreo de Méjico un mes después, el 4 de enero de 1903, alternando con Algabeño y Segurita, ante toros de Piedras Negras.

«El ganado de Piedras Negras cumplió en general […] El Gallito, poco menos confiado que en su debut, ejecutó algunas de sus temeridades bien estudiadas, entre ellas un recorte sentado, puede decirse, en el testuz del toro. Al quinto le puso un para el cuarteo de los que se ven pocos en varias temporadas, provocando un disloque de entusiasmo. En su primer toro, su faena fue muy buena y acertada, por más que no hubiera pases de relumbrón […] Al sexto lo banderilleó él solo con tres pares al cuarteo»[6].

«Novena corrida de la temporada. Gallito con la capa no estuvo tan pródigo en sus verónicas ni en sus galleos, como la primera vez que le vimos. Esto seguramente por la influencia que aún ejerce en él la convalecencia,  después del tratamiento médico a que quedó sujeto por la cogida en la boca […] Con la muleta no pudo hacer primores, y solo son dignos de anotarse sus pases de frente por abajo para sacar a su primero de las tablas»[7]

 

Toreaste en Méjico D. F. la corrida de Beneficencia, celebrada el 18 de enero de 1903. Alternaste con Hermosilla, Chicuelo y Algabeño chico.  Se trató de una corrida de ocho toros (cuatro de Piedras Negras y cuatro de Tepeyahualco).

«Gallito capeó con la elegancia, finura y valentía que han hecho su toreo especial y que saca de sus casillas a los públicos. En banderillas puso tres pares que produjeron el disloque de entusiasmo […] Por demás está decir que las ovaciones al Gallito duraron lo que la corrida»[8].

 

Toreaste en Méjico D. F. la corrida de tu beneficio, celebrada el 1 de febrero de 1903, ante toros de Santín. Alternaste con Algabeño chico y Morenito de San Bernardo.

«El ganado de Santín fue bueno, en general, pues con excepción de dos toros, que dieron mal juego, los cinco restantes, porque el Gallito obsequió al público uno más, fueron bravos, boyantes y de bonita lámina […] Gallito tuvo el santo de espaldas en su primer toro, dándole el público una silba despiadada, pero en los siguientes volvió a la perdida honra y ganó merecidas palmas. Capeando y en quites estuvo muy bien y banderilleando, monumentalmente inimitable en un par a lo Fuentes y en dos de frente, que entusiasmaron al público hasta el disloque, ganándose unas ovaciones que no olvidará muy fácilmente»[9]

«Gallito comenzó apático en los primeros toros, seguramente por la calidad del ganado, que no consentía “cositas” ni monerías. Pero después vino el entusiasmo, entró en calor, animado por los triunfos de su compañero, y le vimos ejecutar algunos de sus galleos primorosos y en el quinto varias verónicas aceptables y algunos quites abanicando. Admirable estuvo en banderillas en el cuarto toro. Comenzó con un buen cambio, siguió con un cuarteo magnífico y terminó con otro cuarteo superior arrojando la montera, valiéndole los tres pares constantes ovaciones y dianas»[10]

 

Volviste a torear en Méjico D. F. el 8 de febrero de 1903, la que tengo registrada como tu última corrida en la capital mejicana. Alternaste con Reverte y Algabeño, ante toros de San Diego de los Padres. El periódico El Popular desmiente la noticia en la que se comentaba tu negativa a enfrentarte a los toros de San Diego.

«Lo que dicen del Gallo. Sin duda es un malqueriente de Rafael Gómez el que hico circular la noticia de que este diestro demostrara temor del ganado que se va a lidiar hoy, domingo, en la plaza “México”, pues que hasta se negaba a tomar parte en la corrida. Todo eso es falso, pues por el contrario, al ver los toros, expresó cierta alegría que fue traducida de este modo: que con toros grandes o chicos, el “Gallito” es capaz de usar su mismo toreo alegre que le es característico»[11]

«Fue una lástima que el ganado de San Diego, que otras veces ha cumplido tan perfectamente, en esta vez diera un juego tan desigual […] Aunque en general los toros no se prestaban para filigranas, sacó algo de su especial toreo»[12]

 

Toreaste en Córdoba (Méjico) el ¿21? y el 25 de febrero de 1903. Las crónicas apuntan a que en ambas corridas toreaste, en solitario, cuatro toros;  y en la última de ellas, por indisposición del sobresaliente (Blanquito), tuviste que matar seis toros. Estas son las dos últimas actuaciones en Méjico que tengo registradas de tu primer viaje.

«El Gallito en Córdoba. Nuestro conocido, el diestro Rafael Gómez “Gallito”, ha toreado con sin igual éxito en la ciudad de Córdoba, conquistando las tardes del domingo y jueves últimos ruidosos aplausos. Varios aficionados de Orizaba se han constituido en Empresa para llevar a esta ciudad al valiente “Gallo”»[13]

«Toros en Córdoba. El día 25 de febrero verificóse una corrida en Córdoba, organizada por un grupo de aficionados, en la que tomó parte el diestro Rafael Gómez “Gallito”, con su correspondiente cuadrilla. Lidiáronse toros de Uluapan, y el público premió los esfuerzos de la empresa acudiendo en masa […] Los toros resultaron poco bravos, haciendo la lidia bastante difícil. El Gallo, por indisposición de “Blanquito”, que como sobresaliente iba a matar los dos últimos toros, tuvo que encargarse de despenar a los seis, haciéndolo de la mejor manera que pudo»[14]



[1] El Tiempo, 6 de diciembre de 1902

[2] El Popular, 3 de diciembre de 1902

[3] E.R.L. El Entreacto, 4 de diciembre de 1902

[4] El Tiempo, 10 de diciembre de 1902

[5] Lindoga. El Toreo, 5 de enero de 1903

[6] El Tiempo, 6 de enero de 1903

[7] Caramelo. El Popular, 6 de enero de 1903

[8] El Tiempo, 20 de enero de 1903

[9] El Tiempo, 3 de febrero de 1903

[10] Caramelo. El Popular, 3 de febrero de 1903

[11] El Popular, 9 de febrero de 1903

[12] El Tiempo, 10 de febrero de 1903

[13] El Popular, 2 de Marzo de 1903

[14] El Correo Español, 28 de febrero de 1903

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