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NOTA INFORMATIVA:

CON MOTIVO DEL CENTENARIO DE LA MUERTE DE JOSELITO EL GALLO, HE PUBLICADO UN LIBRO EN EL QUE SE RECOGEN TODAS SUS ACTUACIONES EN LA PLAZA VIEJA DE MADRID, VISTAS POR LA PRENSA.

PODÉIS ENCONTRAR MÁS INFORMACIÓN DEL MISMO, ASÍ COMO ADQUIRIRLO, EN EL SIGUIENTE LINK : https://joselitoenmadrid.com/


Este Blog nace como un homenaje a todos aquellos que, a lo largo de la Historia del Toreo, arriesgaron y en muchos casos entregaron sus vidas, tratando de dominar a la Fiera.

lunes, 28 de mayo de 2012

PACO CAMINO. Muleta I






Curro Romero,
olor de romero.
Diego Puerta,
color de huerta.
Paco Camino,
frescor de molino.
....................
Y aun queda el octavo niño
de Écija, bosque de torres,
sartén de julios y agostos:
Jaime Ostos.

Gerardo Diego


 


El propio Paco Camino, en el libro Todas las suertes por sus maestros, de José Luis Ramón, comenta:

"Si el trincherazo es de castigo, la mano deberá ir muy baja, para quebrantar al toro; y si es de adorno, la muleta puede sacarse un poco por encima de la pala del pitón, siempre midiendo las fuerzas del animal en cada momento, para ayudarle si es necesario. El trincherazo de castigo no debe realizarse como un muletazo aislado, sino que éste se ejecuta andando, saliéndose para fuera con el toro hacia los medios, y ligando varios seguidos. Así, andando, a mí siempre me ha gustado mucho iniciar las faenas. Creo que salirse hacia fuera andando, con armonía y temple, tiene una gran belleza.................El trincherazo es un muletazo de poco recorrido, porque lo fundamental es el toue hacia fuera y hacia abajo, tocando sin brusquedad, para que no se desplace en exceso, pero sí con firmeza y seguridad...................En uno y otro trincherazo (que de ejecución es el mismo, aunque la altura de la mano sea distinta) a mí me gustaba tener las plantas de los pies asentadas en la arena. Es evidente que cuanto más relajado y a gusto estaba, más hundía las zapatillas en la arena. Otras veces, cuando quería llevar más largo al toro, levantaba levemente el talón de la pierna derecha (sobre la que no se carga el peso del cuerpo). La mano que no torea (la izquierda) a mí me gustaba tenerla relajada, colgando, y no apoyada en la cadera"



























"Saber lidiar es más difícil que saber torear...............En la lidia no cabe la inspiración; se trata de estar bien con el toro, bueno o malo, de no correr el peligro que corren algunos toreros artistas..................A mí los toros malos nunca me han cogido. Me han cogido los toros buenos"

"Yo creo que el temple ha sido un camelo total. No he visto más que un torero templar con el capote: Antonio Ordóñez. El temple es acomodarse a la embestida del toro, no es una cosa que puedes imponer o crear"

"Lo más importante es el saber dar a los toros la distancia necesaria"

"Nunca he perdido la cabeza delante del toro...................Cuando estaba bien estaba a gusto, pero eso no me emborrachaba"

"Yo toreé con la muleta siempre por delante. Los toreros que han toreado con la muleta atrasada han sido toreros de medios pases. A mí me ha gustado hacer los pases enteros. También he procurado torear con la izquierda, la muleta apoyada en la pierna izquierda y ésta adelantada; no como han hecho otros, que dicen que han toreado muy bien por naturales y que han tenido la muleta sobre la pierna derecha"

"Me ha faltado banderillear. Soy muy torpe de piernas"

                                                                                                                              Paco Camino



Francisco Camino Sánchez, Paco Camino, nació en Camas (Sevilla) el 15 de diciembre de 1940. Su padre, Rafael, antiguo novillero, le acompañó como peón de confianza en su etapa novilleril. Es aprendiz de panadero antes de vestir de luces por vez primera en 1954.

Tomó la alternativa en Valencia, el 17 de abril de 1960, al cederle Jaime Ostos, en presencia de Mondeño, la muerte de Mandarín, del hierro murubeño de Antonio y Carlos Urquijo de Federico.

Confirmó la alternativa en Madrid, donde no había toreado de novillero, el 12 de mayo de 1961, apadrinado por Julio Aparicio, con José María Clavel de testigo de la ceremonia. El toro de la alternativa se llamaba Espejito y pertenecía a la ganadería de Antonio Pérez.

Los madrileños se quedaron sin verle cortar orejas hasta la feria de San Isidro de 1962.
En Madrid raya en lo más alto el 4 de junio de 1969, al estoquear seis toros y un sobrero de distintas ganaderías. Era la Corrida de Beneficencia. Salió a hombros de la plaza después de cortar ocho orejas.

"¿Fue su mejor tarde la de la Corrida de Beneficencia de1969? -se pregunta Fernando Claramunt en su Historia del Arte del Toreo.  Quizá fuera más rotundo su triunfo en Badajoz, matando en solitario toros de Cunhal Patricio, el 28 de junio de 1967, y cortando siete orejas y dos rabos. Pierre Arnouil e Ignacio de Cossío, en su libro Grandes faenas del siglo XX, seleccionan su labor con Despacioso, un sobrero del Jaral de la Mira, en Madrid, el 22 de mayo de 1975; esa tarde sale en hombros en unión de Ángel Teruel...............Para los aficionados no cordobesistas, ha sido Paco Camino el torero más importante de los años sesenta y setenta"

En 1973 el toro Curioso, de Atanasio Fernández, mata a su hermano Joaquín, banderillero de su cuadrilla, de una cornada en el toráx al salir de un par de banderillas. Muy afectado por ello, Paco interrumpe la temporada a raíz de aquel fatídico 3 de junio.

El 30 de mayo de 1980 sufre una grave cornada en Aranjuez.

Se despidió del toreo el 23 de septiembre de 1981, en la feria de Valladolid. Con carácter excepcional y para conceder la alternativa a su hijo Rafael, vistió nuevamente el traje de luces el 26 de septiembre de 1987, en Nimes. En el cartel figura el veterano "Litri", también retirado, que doctora a un nuevo "Litri", su hijo Miguel Báez Spínola.

¿Ha sido Paco Camino el toreo más importante de la década de los sesenta y buena parte de los setenta? Para muchos aficionados (dejando a los "cordobesistas") la respuesta es afirmativa.  El estimado crítico Guillermo Sureda también lo cree, pero pone en una balanza los pros y los contras del torero. Empezando por lo negativo, le censura nada menos que los siguiente:

1. "Falta de casta torera" (desigualdad, abulia, comodidad)
2. Personalidad taurina poco diferenciada, carente de la rotundidad propia de los grandes mandones de la Fiesta.
3. "Zurdismo" y rapidez. Es decir, torear mejor por el lado izquierdo, tanto con el capote como con la muleta. Y rapidez (Sureda es de los que asimilan temple con lentitud. Otros toreros y tratadistas creen que son cosas diferentes)
4. "Estilo ambiguo". Perfilero unas veces y otras no, torero de pies juntos o de compás abierto, cargando la suerte o descargándola, todo ello en la misma serie de pase dentro de una faena. Veleidoso y voluble dentro de un toreo generalmente bueno.

Como contrapartida ganan en la balanza las virtudes:
1. Inteligencia torera. Conocimiento de los toros y de las técnicas. Bien puesto estaba lo del el Niño Sabio de Camas.
2. Técnica y oficio. Sobre estos dos pilares, la estética. Ser buen torero. Torear bien.Y, si se puede, con belleza plástica. Pero sobre bases firmes. Visible en las suertes favoritas de Paco Camino: verónica, media verónica, revolera y chicuelina. Con la muleta, el natural, derechazo, el kikirikí y la estocada.
3. Estética. Notabilísima en la chicuelina, más preparada y consciente que la de su inventor, ejecutada, por tanto, con otro concepto y función. Estética con gracia sevillana tersa y garbosa. Largura en el pase natural. Perfección y belleza en la estocada.
4. "Alegría interior" que va dentro de cada pase, más profunda que el "sevillanismo" corriente. Lo alegre no es el torero sino el toreo que lleva a cabo, acompañado de gracia y de sal andaluza que, naturalmente, llega al público"

Por su parte Clarito considera a Camino el primer torero en facundia y vena artística de los años sesenta y le llama "el hombre de esta hora torera". Juega con las palabras y dice que esta figura de época es un Paco que se queda a mitad de Camino por falta de estímulo. Sin molestarse mucho "se fuma la breva" (dicho taurino aplicado al hecho de torear bien y muy a gusto los toros buenos) y redondea con regularidad las temporadas, dentro de un prudente conservadurismo que deja el campo libre para que el Cordobés haga lo que le vega en gana.

Cossío escribe:

"Gran conocedor de las condiciones de los toros (desde bien joven se le llamó "el niño sabio de Camas"), con un toreo de aparente facilidad, pleno de elegancia y armonía, cultiva el buen toreo con el capote, tan en decadencia últimamente. Sus celebradas chicuelinas escapan ciertamente de toda ponderación. Ha practicado, en ocasiones, la suerte suprema como el más consumado especialista. Cuando se sobreponía a las circunstancias, y lo hizo en múltiples ocasiones, su manera clásica de entender el toreo quedaba plasmada en forma insuperable. Diestro desigual, siempre figuró durante las dos décadas de permanencia activa en los ruedos, como primerísima figura de la torería.

Vicente Zabala, en su obra Grandes maestros del toreo, escribe:

 "Era tan grande la facilidad de Paco Camino para torear, tal su talento natural para ver con prontitud las condiciones de los toros, que nos hacía pensar que podía haber llegado mucho más lejos. Y eso que ha sido una de las figuras más excelsas del toreo, no sólo contemporáneo.......................Paco Camino ha pasado a la historia como un excelente torero, como un niño prodigio en sus arranques novilleriles, y, además, como un consumado estoqueador, quizás el mejor de la posguerra.................Quizás el gesto más importante de su carrera fuera el estoquear seis toros, que luego serían siete, en la plaza de Madrid, en la Corrida de la Beneficencia, donde obtuvo un éxito memorable"

El crítico Carlos León reprodujo el siguiente comentario de Rodolfo Gaona respecto a la actuación de Paco Camino en México el 27 de enero de 1963, en la que cortó las dos orejas y el rabo de Novato, entrando por la puerta grande de la historia de la plaza y del toreo mexicano:

"Podrá haber quien esté más valiente; podrá haber alguno que haga una lidia inteligente a un toro difícil pero torear mejor que como acaba de hacerlo con la muleta Paco Camino es imposible. Eso que hemos visto es un milagro maravilloso"

El propio Camino, en unas declaraciones al gran escritor mallorquín Guillermo Sureda, publicadas en el libro Paco Camino en Blanco y Negro, reconoce que esa tarde fue la más completa de su vida.

Está en la memoria de todos su faena al toro Catrín, de Pastejé. Luis Ruiz Quiroz reproduce lo que escribe el crítico Macharnudo en la revista Esto: "Paco Camino es, sin duda, el mejor torero que pisa los ruedos; lo realizado ayer en la plaza de Cuatro Caminos confirma que se trata de un auténtico fenómeno de la torería.................parecía imposible que después de lo que Camino hizo con el toro Catrín de Pastejé, el miércoles pasado, que algo mejor pudiera ejecutarse"

Carlos Abella se refiere a la actuación del maestro el 4 de junio de 1970 en Madrid, toreando siete toros de diferentes ganaderías  en la Corrida de Beneficencia:

 "Esa tarde del 4 de junio está en la historia de la plaza de Las Ventas como una de las corridas más completas y triunfales de un matador de toros en la primera plaza del mundo, porque Camino estuvo hecho un completo maestro, anduvo sobrado y torero con los siete toros que lidió y estoqueó; cortó ocho orejas, saliendo por supuesto a hombros y acreditando una envidiable cabeza, una amplia gama de recursos y sobre todo una espléndida facilidad lidiadora y estoqueadora"

El mismo Carlos Abella, en su libro De Manolete a José Tomás, escribe:



“Paco Camino: la maestría del “Niño Sabio de Camas”.  Camino tuvo que hacerse perdonar cada tarde durante más de 20 temporadas de matador de toros su facilidad, su enorme y fabulosa facilidad para entender los toros, darles su adecuada lidia y además –cosa muy importante- ser capaz de hacerlo con un indudable arte. Porque Camino fue un excelente torero con el capote, centrado en una verónica clásica y en una insuperable chicuelina, modelo de gracia y pinturería. Con la muleta, Camino ha toreado con gran clasicismo, alternando épocas de mayor perfil con otras de mayor exhibición del toreo de frente. También ha alternado el clásico compás de tres cuartos con muletazos cargando la suerte y otros a pies juntos. Y con la espada, ha sido un estoqueador muy puro, capaz de ejecutar la suerte con gran lentitud……….Su privilegiada cabeza estuvo siempre acompañada del secreto de la creatividad artística, del temple y del don de la gracia y la naturalidad…………Camino ha sido un excepcional muletero, bueno tanto con la mano derecha como con la izquierda, capaz de dibujar el suave trincherazo y de adornarse con armonía,  y para muchos –entre los que me cuento- el mejor estoqueador desde Manolete, después de Rafael Ortega. La lentitud y pureza de su estocada conmovía………….Fue el crítico Gonzalo Carvajal le bautizó como “El niño sabio de Camas”. Y es que ya antes de doctorarse, Camino esgrimía una suficiencia y un dominio impropio de su corta edad”



Rafael Ríos Mozo, en su Tauromaquia fundamental, escribe:

"Es de los privilegiados toreros que llegan a la alternativa en plan de figura, sin haber hecho su presentación en Madrid como novillero.................Este torero tiene como característica fundamental el de ser uno de los que más rápidamente conoce las cualidades de los astados. En esto existe casi un paralelismo con Pepe Luis Vázquez, y se le ha llamado por un cronista afortunado "El niño sabio de Camas"..............Y con esta sabiduría y dotado de estimables condiciones para su profesión, Paco Camino llegaría a escalar las cotas más altas del toreo, sin haber sido aún elevado a la categoría de matador de toros...................La marcha ascendente que tuvo como novillero no se cortó al recibir el grado de doctor, siendo considerado desde el principio como un matador de primera.............Podemos vislumbrar en el gran torero sevillano al mayor técnica de la última década..............Puede con todos los toros, y cuando quiere y abandona ese aire excesivamente mecanicista que le caracteriza, realiza grandes faenas, aunque hay que ponerle el pero de la falta de pasión con que las realiza...............Como excepción, sólamente le he visto torear con sentimiento en dos ocasiones: una en la plaza de toros de Linares, en la feria de 1966, a un astado de Alvaro Domecq; pero, principalmente, una tarde de 1970 en la plaza de Algeciras, frente a un precioso ejemplar de Pablo Romero................Con el estoque -y es algo que muchos no han calibrado- es de los matadores que entran pocos en el escalafón taurino. De los que yo he visto, Manolete, Rafael Ortega y Paco Camino son los mejores...............Sólo por ello, aparte de sus muchas y buenas cualidades -y de las malas también: frialdad, apatía, poca ambición -, merece un lugar de honor en la historia de los matadores de toros"


César Jalón, en su libro Memorias de Clarito, escribe:

"Y el tercer hombre -primero en facundia y vena artística- de este fin de década (los otros dos son Diego Puerta y Curro Romero), el otro camero, flor virtualmente abierta en 1960, al menos a mis ojos, se llama Paco Camino y es un garboso chavea andaluz, bien hecho, conformado en la talla justa, bien parecido, moreno y sevillano. Y sevillano su corte torero: un fino espécimen de la bella escuela.....................Lo contemplo asombrado en una corrida de la Merced barcelonesa del año antedicho desde un palco, junto a Camará, no menos asombrado que yo.......................Ante el sexto toro, de Antonio  Pérez,  un mozo poderoso y de genio, Paco Camino realiza una faena tan conjuntada de arte, valor y conocimiento que difícilmente igualaría otro matador contemporáneo.....................Andando ocho años, evocará en mi memoria aquella faena otra a un toro de Alvaro Domecq en San Sebastián....................el dominio, saturado de fino arte, ha ido a lo largo de una vibrante exposición reduciendo el ímpetu del toro, apagándole los humos hasta dejarlo atado y muerto en los vuelos de la muleta a merced del estoque. Tal hazaña -y no podía ser de otro- lleva el sello y el nombre de Paco Camino. Que es el hombre de esta hora torera...................¡Ah, sí, fino artista, gran torero y perfecto matador que, cuando hasta aquellos raramente tenidos hoy por virtuosos del estoque trucan la suerte, él, alguna vez -varios San Isidro le anotan la estocada más pura-, perfilado en el centro de gravedad, la espada a "su nivel canónico", la muleta discurriendo a ras del suelo, ejecuta clásicamente el volapié.......................Y sin embargo, este dechado de buen arte y dotes toreras, cualificado para signar su época, se queda si no en fama y fortuna, en cuanto a las ilusiones del historiador y del aficionado, a mitad de su apellido: a mitad de camino. Por haber tomado el más regalón y menos lucido. Iniciada la moda empresarial de exclusivizar una primera figura en potencia o en perspectiva, Paco Camino ingresa en la casa Chopera. Con lo que, asegurado su cupo de corridas................el torero, hecha su temporada antes de empezarla, no necesita apretarse y pierde el imponderable don del estímulo.......................Torea, sin por lo general contrariarles ni forzarles, única y exquisitamente, a los toros carrileros que, en loor al apellido más auténtico que conoció el toreo, van derechos: por "su camino". Son aquellos para los que reserva los primores de su estilo......................Balance artístico justo para acopiar un fortuna redonda; pero parvo para ahondarse todo cuanto debiera en el curso de la historia"



El historiador francés Bartolomé Bennassar, en su Historia de la Tauromaquia, escribe:

"Paco Camino tenía un sentido innato de los toros y la capacidad de concebir en unos segundos la lidia que debía darse a cada uno. Luis Miguel había dicho ya de él que tenía "una cabeza privilegiada". Manejando con gracia el capote, por ejemplo en la ejecución de sus chicuelinas con las manos bajas, profundo y dominador con la muleta, hubiese podido ser el alter ego de Ordóñez sin su abulia, tempranamente declarada. Sin embargo, no se pueden olvidar sus deslumbrantes demostraciones de dominio y elegancia que logró cada vez que quiso y donde quiso, como a comienzos de la temporada de 1968, el de 7 de abril en Toledo o el lunes de Resurrección en Barcelona"


Jorge Laverón, en su Historia del Toreo, escribe:


Camino ha sido uno de los grandes maestros de la historia del toreo. Un maestro clarividente, dotado de precoz inteligencia, de innata facilidad para torear………………..En 1970 torea en solitario la corrida de la Beneficencia en Madrid. Tiene un éxito inenarrable al cortar un total de ocho orejas…………En 1971 cuaja en Madrid una de las mejores faenas de su vida al toro Serranito de Pablo Romero…………El 22 de mayo de 1975 hizo en Madrid a un toro de El Jaral de la Mira una faena grandiosa, llena de poder, ciencia y arte. Faena memorable en que se aúnan las cualidades de los grandes lidiadores: poder, dominio y el arte más excelso. Más lento no se ha toreado jamás…………..El 30 de mayo de 1980 sufrió una tremenda cogida en Aranjuez que lo tuvo al borde de la muerte…………En Madrid ha toreado 51 tardes y cortado 48 orejas, con 12 salidas por la Puerta Grande


Domingo Delgado de la Cámara, en su libro Revisión del toreo, escribe:

"Paco Camino quizás haya sido el torero más inteligente y completo del siglo XX, superado únicamente por Joselito el Gallo.................Carlos Abella llama a Paco Camino "el Mozart del toreo"...................Camino ha cargado con la misma cruz que todos los toreros inteligentes a lo largo de la historia. Su conocimiento del toro es tal, y el toreo lo hace con tanta facilidad, que el espectador cree que lo que está haciendo no tiene mérito, que está al alcance de cualquiera.............Torero no sólo inteligente, sino también de gran valor. Sufrió numerosas y graves cogidas................Me fascina ese toreo simple y sencillo, sin esfuerzo aparente; esa tranquilidad pasmosa, esa naturalidad...........Paco Camino estaba en el ruedo tan tranquilo. En él se hace realidad aquella máxima que decía Paquiro en su Tauromaquia: "Delante del toro hay que estar con el mismo aplomo que cuando no estamos delante de él"..............Paco Camino tenía la gran virtud de torear con muchisima limpieza. Casi nunca había enganchones................La verónica de Paco Camino, sin tener la grandiosidad ni la cadencia de la de Ordóñez, era muy buena, llena de sencillez, alejada de toda afectación, como el resto de su toreo.¡Qué decir de la chicuelina de Camino!..........Desde Camino la chicuelina pasó de ser un simple recorte dado con el capote a la altura de los hombros y prácticamente de perfil y en movimiento, a ser un lance totalmente de frente, totalmente estático y con el capote por el suelo...........A Camino sólo le faltó para ser un torero completo el banderillear. Él mismo se ha lamentado de ello..........pero, al parecer, y según sus propias palabras, era muy torpe de piernas..............El inicio de faena es magnífico.......Paco Camino ha andado muy bien a los toros...........Tampoco estaban mal sus ayudados por alto.............Camino, con su izquierda prodigiosa, trae y lleva al toro, largo, muy largo, extrayendo toda la embestida.........El pase de pecho con el que remata la serie es tan largo como los naturales. Con la derecha también torea bien, pero no llega al nivel de la izquierda.............Al final de la faena o al rematar una serie le salía su adormecida veta sevillana permitiéndose una licencia: un molinete, una giraldilla, un cambio de manos. Y lo hacía con tal gracia que se iluminaba toda la plaza.......................La tan traída y llevada rapidez de Camino........Pues mataba muy despacio...........Se iba tranquilamente detrás de la espada con mucha lentitud. Hace falta mucho valor para eso; hay que ser un héroe..............A mí Camino me parece el mejor matador del siglo. Su volapié es sencillamente perfecto"


Felipe Garriges, en su libro Abriendo el compás, comenta la faena de Paco Camino en la Feria de San Isidro de 1975:


"Al final, los dos contendientes están condenados a entenderse y compenetrarse…………………como hizo Paco Camino en la Feria de San Isidro del 75. Día 20 de mayo, corrida de Baltasar Ibán, remendada por un sobrero de El Jaral de la Mira que, por fortuna, cae en las sabias manos del camero. Es un toro de origen Parladé y, como muchos de ellos, con tendencia a salirse suelto de los capotes y del caballo de picar, pero con buen tranco y humillando. Puede haber faena si se negocia bien. Sólo Camino lo ha visto, pues en la plaza nadie da un duro por el distraído toro. En los primeros muletazos de tanteo el morlaco se mete un poco hacia los adentros, recordando al maestro su esbozada querencia a tablas……………Entonces Paco se lo saca a los medios y pretende hacerle olvidar su querencia a tablas, ofreciéndole este nuevo terreno. Pero la faena no acaba de cuajar, el toro no “rompe”. ¿Se habrá equivoca el niño sabio? En absoluto. El torero ya ha advertido la leve insinuación del toro, que mira de soslayo la puerta de chiqueros y despacito se lo va llevando hacia allí, pero sin consentirle del todo en su pretensión: toro y torero se quedan en el tercio, entre los tendidos uno y dos, cerca de toriles…………Allí Camino le pega veinte o veinticinco muletazos de los más perfectos que uno haya visto en su vida. Muy despacito, por la embestida lenta y pastueña, y teniendo mucho cuidado de echarse atrás al toro para que no se fuera de la muleta en su tendencia a la huida para más tarde aprovecharla en los adornos finales, en los que permitió al toro ganarle unos pasitos a su propia querencia. Fue una maravilla. El hilván, la perfecta negociación entre las distintas fases de la faena, sin imposiciones bruscas ni planteamientos rígidos, sino juncal y flexible, como el mismo Camino”



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