No. La vida y su símbolo el toreo
no son cadena, no, de ultimidades......
Toda la vida es casi y es apenas.
( Con un soprendente cambio de perspectivas, Dios aparece ahora como un maestro que dirige a su cuadrilla)
"Déjalo estar", repite el Sumo Diestro
a su peón de brega y de guadaña.
(Para cualquier hombre, una hora es, siempre, la penúltima, y suplicamos todos que se nos deje concluir la faena, ya iniciada)
Señor, Señor, aplícanos la venda.
Ciéganos de esperanza peregrina.
Que la faena se cumpla y no se entienda
de tan plena y redonda y cristalina.
(Para seguir viviendo necesitamos, todos, olvidarnos de que Islero resopla ya, esperándonos, en la plaza de Linares)
Verónica de olvido abre su capa.
Gerardo Diego. La penúltima
(Con gran finura evoca Gerardo Diego La penúltima: la tarde
que toreó Manolete en Santander, antes de salir para Linares. Comentarios de Andrés Amorós en Toros y Cultura )
Y esa mirada tuya hacia la altura,
tu desdén tan señor, tan soberano;
ese correr la mano
ciñéndose la muerte a la cintura,
son nobles gestos de la tierra maja
que sabe en esta hora
contemplar a los cielos soñadora
y pasarse la muerte por la faja.
.......................................
Ceñido, modelado por el viento
--el huracán del toro sobre España--,
combado al torvo aliento,
pero en la tierra dura de la hazaña
con profundo cimiento,
tú, Manolete, tú, espiga señera
o chopo de brillante calofrío,
solo del ruedo en la ancha paramera,
junco varado en caudaloso río.
Pulido por el ímpetu caudal
que derrama la esclusa del chiquero,
madurando torero,
con lenta granazón de cereal.
Solo, en la soledad más admirada;
solo, en la soledad más combatida...
San Sebastián de la plural mirada
Ganándole a la Muerte la partida
con pedestal de carne bien lidiada.
Domando, con rigor de silogismo,
la selva de furores de las reses.
Severo monumento de ti mismo
Vaciado en el profundo senequismo
de todos los toreros cordobeses.
Federico Muelas: Oda a Manolete
tu desdén tan señor, tan soberano;
ese correr la mano
ciñéndose la muerte a la cintura,
son nobles gestos de la tierra maja
que sabe en esta hora
contemplar a los cielos soñadora
y pasarse la muerte por la faja.
.......................................
Ceñido, modelado por el viento
--el huracán del toro sobre España--,
combado al torvo aliento,
pero en la tierra dura de la hazaña
con profundo cimiento,
tú, Manolete, tú, espiga señera
o chopo de brillante calofrío,
solo del ruedo en la ancha paramera,
junco varado en caudaloso río.
Pulido por el ímpetu caudal
que derrama la esclusa del chiquero,
madurando torero,
con lenta granazón de cereal.
Solo, en la soledad más admirada;
solo, en la soledad más combatida...
San Sebastián de la plural mirada
Ganándole a la Muerte la partida
con pedestal de carne bien lidiada.
Domando, con rigor de silogismo,
la selva de furores de las reses.
Severo monumento de ti mismo
Vaciado en el profundo senequismo
de todos los toreros cordobeses.
Federico Muelas: Oda a Manolete
Andar es muy fácil.
Lo difícil es andar sin premura.
Pasear por el miedo del ruedo
grave y con figura.
Cuando un cordobés es torero
su capa es la túnica.
Esencia y decencia:
las dos cosas juntas.
¿Quién ha visto, si no es entre sueños,
la estatua segura,
arriscada de gracia, de arte y de celo,
crispada de angustia,
caminar paso a paso, despacio,
buscándole sitio a su tumba?
Pedro Garfias
Él era el viento que al pasar excita
con su táurica voz devastadora.
Él era el sol con alamar de aurora
que a la luna de agosto dio su cita...........
Y el río mismo que a rondar invita
con espuma de amor su ciudad mora...........
y la piedra romana, emperadora,
que envidia fue del Puente y la Mezquita...........
Parco en reír, discreto en elocuencia.
Mucho hablar de él sería irreverencia.
Pregonó la muleta más que el hombre.
La Historia a la Leyenda dio su fuero...........
Y así fue "Manolete", un niño, un hombre...........
Manuel Rodríguez Sánchez: ¡Un torero!
Rafael Duyos. En el primer aniversario de su muerte
Si tú morir no quisieras
Yo sé que no hubieras muerto:
Que ángeles te daban guarda
Con finos sables de acero.
Yo sé que no hubieras muerto:
Que ángeles te daban guarda
Con finos sables de acero.
.......................................
.....................................
Temblaba en la taleguilla
El raso y el oro viejo.
Temblaba la arena parda
Con un crujir de mil miedos.
Tembló el viento en la muleta
Y los olés en el viento,
Y en los tendidos temblaron
Corazones y pañuelos
Solo tú estabas tranquilo,
Solo tu estabas sereno
Bordando por naturales
Sin un temblor, sin un gesto.
La tarde estaba prendada
De ti, Manuel, del maestro.
Un miura sobre la arena,
Y en tres palmos de terreno
-Austera, sobria, magnífica-
Tu gran lección de toreo:
Lección de ciencia, de arte,
De valor y de salero.
Y al final el gran resumen,
El impecable compendio:
“De cómo se mata a un toro
y cómo muere un torero”
El raso y el oro viejo.
Temblaba la arena parda
Con un crujir de mil miedos.
Tembló el viento en la muleta
Y los olés en el viento,
Y en los tendidos temblaron
Corazones y pañuelos
Solo tú estabas tranquilo,
Solo tu estabas sereno
Bordando por naturales
Sin un temblor, sin un gesto.
La tarde estaba prendada
De ti, Manuel, del maestro.
Un miura sobre la arena,
Y en tres palmos de terreno
-Austera, sobria, magnífica-
Tu gran lección de toreo:
Lección de ciencia, de arte,
De valor y de salero.
Y al final el gran resumen,
El impecable compendio:
“De cómo se mata a un toro
y cómo muere un torero”
Enrique Riús Zunón. A Manolete
Escucha el verso, Córdoba, buscando las estrellas.
¡Nada de romancillos con ángeles toreros!
¡El que ha muerto tenía los ojos pensativos,
como dos pozos negros!
Hay que llorarlo, Córdoba, como pasa tu río
bajo los arcos altos de tu puente, en silencio.
Y hay que estar en su muerte, como él ante los toros,
elegante y sereno.
Nada de romancillos, Córdoba, ni cantares.
Un medio tono lleno de tristeza en el verso.
Son las siete doradas de su tarde infinita.
Ha dejado el capote de brega, y en silencio,
con un gesto tranquilo de victoria y descanso
ha tomado el capote del último paseo
Y se ha marchado erguido, contra la tarde quieta,
de espaldas a las rosas, y -¡por fin!- sonriendo………..
José María Pemán
Y te vas recto, recto
¿como el río a la mar?
A la mar de muerte
tus alamares van.
No como el agua dulce
que duda y vuelve atrás
antes del trago amargo
de efervescencia y sal,
sino como la bala
que ciega y recta va
al blanco que la hechiza
con pupila fatal,
tú, bala de ti mismo,
vas a la muerte imán,
proyectil, línea, héroe,
alma, sin paso atrás.
La balanza equilibra
la suerte y la muerte igual.
“Islero” a Manuel reta.
Manuel a su isla va.
Rodeados de sombra
de espesa inmensidad,
solos allá en su isla
se entrecruzan en paz.
Gerardo Diego. Adios a Manolete
¿como el río a la mar?
A la mar de muerte
tus alamares van.
No como el agua dulce
que duda y vuelve atrás
antes del trago amargo
de efervescencia y sal,
sino como la bala
que ciega y recta va
al blanco que la hechiza
con pupila fatal,
tú, bala de ti mismo,
vas a la muerte imán,
proyectil, línea, héroe,
alma, sin paso atrás.
La balanza equilibra
la suerte y la muerte igual.
“Islero” a Manuel reta.
Manuel a su isla va.
Rodeados de sombra
de espesa inmensidad,
solos allá en su isla
se entrecruzan en paz.
Gerardo Diego. Adios a Manolete
Pero el honor de la roca
obliga a clavarse,
eje absoluto.
Y la muleta resbala
su rojo enigma de ala
sobre la sierra de luto.
Gerardo Diego, sobre el pase estatuario de Manolete
Estás tan fijo ya, tan alejado,
que la mano del Greco no podría
dar más profundidad, más lejanía
a tu sombra de mártir expoliado.
Te veo ante tu Dios, el toro al lado,
en un ruedo sin límites, sin día,
a tí que eras una Epifanía
y eres un estoque abandonado.
Bajo el hueso amarillo de la frente,
tus ojos ya sin ojos, sin deseo,
radiográfico, mítico, ascendente,
fiel a tí mismo, de perfil te veo,
como ya te verás eternamente,
esqueleto inmutable del toreo.
José Alameda. A Manuel Rodríguez, Manolete
Como tu misma tierra, naciste sin sosiego.
Dulce es siempre la vida donde el peligro empieza.
Tu corazón, como una lenta rosa de fuego,
al arder te iba dando soledad y tristeza.
Soledad porque nadie te seguía a la muerte;
soledad en el hielo de tu última hora;
tristeza de ser hombre, tristeza de saberte
hecho de enamorada ceniza triunfadora.
Por eso eras el clásico poema y su medida,
el número en que tiene la sangre sus fronteras,
la víspera de un sueño donde todo se olvida,
la delgadez de un ala y su silencio eras.
Y ahora, cuando te ciegan las sombras de repente,
no podemos creernos sin tu estrella brillando.
Nunca encontré mi verso para ti suficiente,
y ante tu muerte tengo que mirarme cantando.
Ya sé que nada cuenta mi palabra en tu cielo,
que se alza desde un pozo de llantos encontrados:
pero siente algo tuyo dándole fuerza al suelo
ahora que veo a España creciendo en sus sembrados.
Y esto vengo a decirte: cómo estás en nosotros,
en los que un día vimos tu andariega amargura;
cómo ya contaremos para que cuenten otros
y diremos los tiempos que diste a la hermosura.
Como un toro se extiende la patria en qué naciste;
yo la veo llorando por la gloria que escalas;
pero hay un sol de oro que eternamente viste
a los dioses heridos de muerte entre las alas.
Así sobre las lágrimas, el laurel y los nombres
queda el dolor más alto coronando tu suerte;
porque ardiendo, muriendo, con sus hombres más hombres,
está el toro de España más vivo con tu muerte.
José García Nieto. De La elegía a Manolete
porque lo quiso tu sino
con tu tristeza de sauce
y tu empaque de obelisco.
Facistol, centras el ruedo
como quien sostiene un libro;
si del "Guerra" la sentencia
la estampa de "Lagartijo".
Córdoba al velar tu sueño
vela al mejor de sus hijos.
Adriano del Valle
Cuando saliste a la plaza
como un sol en su apogeo,
siendo cumbre del toreo
lo eras también de tu raza.
Hoy la muerte te desplaza;
pero emplaza el hecho cierto
de tu recuerdo despierto,
que mantendrás en la lid
para ganar, como el Cid,
batallas, después de muerto.
Adriano del Valle. Brindis póstumo a Manolete
Allí naciste toreroAdriano del Valle. Brindis póstumo a Manolete
porque lo quiso tu sino
con tu tristeza de sauce
y tu empaque de obelisco.
Facistol, centras el ruedo
como quien sostiene un libro;
si del "Guerra" la sentencia
la estampa de "Lagartijo".
Córdoba al velar tu sueño
vela al mejor de sus hijos.
Adriano del Valle
Manolete visto por Zuloaga.1945
Manolete con Zuloaga
Manolete visto por Vázquez Díaz. Retrato terminado después de su muerte
Detalle del cuadro anterior
Portada de Blanco y Negro
Manolete visto por Vázquez Díaz
Manolete visto por Solana
Reproducción del retrato al óleo de Fernando Echevarría, dedicada por el mismo pintor. 1947
"Un Manolete daliniano de mirada sobrecogedora alucina corridas y amores imposibles"
Manolete visto por Salvador Dalí
Manolete visto por Martínez de León
"Manolete metiéndose en su primer toro"
Dibujo de Antonio Casero publicado en ABC del 16 de Julio de 1943
Corrida celebrada en Madrid el 15 de Julio de 1943
Manolete visto por Antonio Casero
Manolete visto por Jiménez Llorente. Temporada de 1946
La visión de Antonio Ximénez de la corrida celebrada en México el 19 de Enero de 1947, que fue un mano a mano entre Manolete y Lorenzo Garza
Manolete visto por Antonio Ximénez
Manolete, por González Marcos
"Manolete en el patio de caballos", por Roberto Domingo
Manolete, por Rafael Pellicer
"Manolete en media verónica", por Santos Saavedra
"Estudio sobre Manolete" de la pintora norteamericana Giovanella
"Manolete en un pase de pecho", por Martínez de León
Retrato de Manolete, por Pepe Sala
Retrato de Manolete, por Ángel Espinosa
Manolete visto por Enrique Segura
"Mi última impresión de Manolete". De la corrida celebrada en Toledo el 17 de agosto de 1947
Media verónica de Manolete. Madrid, 9 de junio de 1941
Manolete visto por Roberto Domingo
Manolete visto por Ruano Llopis
Manolete visto por Saavedra
Manolete visto por García Campos
Manolete visto por Ibarra
Cartel de la corrida celebrada en Sevilla el 19 de abril de 1942,
debido a Juan Reus
Cartel de las corridas de la feria de Córdoba de 1942, por Juan Reus
Cartel de la corrida de Linares debido a Juan Reus
Fotografía de una pintura de Juan Reus, dedicada a un amigo y con la firma original de Manolete.
"Tauromaquia de Manolete" de David Zaafra
Manolete visto por Alcalde Molinero
Manolete visto por Diego Ramos
Manolete visto por Andrés Nicolau
Manolete visto por Pedro Escacena
Manolete visto por pintor mejicano Pancho Flores
Manolete visto por Barnaby Conrad
"Canción triste de Manolete al toro de Osborne"
Manolete visto por Diego Simancas
Manolete visto por Enrique Martín
Cogida de Manolete en Alicante, 29 de junio de 1945
Manolete visto por Luis López
Manolete visto por Aguilar Cortés
"La muerte de Manolete". Óleo sobre lino. 1958
Manolete visto por Jesús Helguera
Manolete visto porAngel Rengell
Manolete visto por José Puente
Óleo de José Puente
Manolete visto por Antonio Miguel Vázquez
Manolete visto por Manuel Sánchez García
Manolete visto por Santiago Mayorga
Manolete visto por S. Donat Sansi
Manolete visto por Pérez Dimas
Manolete visto por Luis Zotes
Manolete visto por Francisco M. Molino Díaz
Manolete visto por Pietro Psier
Manolete visto por Carlos Pascual Lara
Manolete visto por J. M. Tissandier
Manolete visto por Raul Cañestro
Manolete visto por Sveyk Castellanos
Manolete visto por Paco López Francés
Manolete visto por Fernando de la Cruz Gallardo
"Manolete toreando en el cielo". Obra de Juana Isabel Berrios
Manolete visto por Ramón Aguilar
Manolete visto por Llopart
Cogida de Manolete
Manolete visto por José Puente
Óleo de José Puente
Manolete visto por Antonio Miguel Vázquez
Manolete visto por Manuel Sánchez García
Manolete visto por Santiago Mayorga
Manolete visto por S. Donat Sansi
Manolete visto por Pérez Dimas
Manolete visto por Luis Zotes
Manolete visto por Francisco M. Molino Díaz
Manolete visto por Pietro Psier
Manolete visto por Carlos Pascual Lara
Manolete visto por J. M. Tissandier
Manolete visto por Raul Cañestro
Manolete visto por Sveyk Castellanos
Manolete visto por Paco López Francés
Manolete en Murcia. Obra de Vicente Manuel Quiles Guijarro
"Manolete toreando en el cielo". Obra de Juana Isabel Berrios
Manolete visto por Ramón Aguilar
Manolete visto por Llopart
Manolete visto por Ayala
Manolete visto por Pepe Sala. 1947
Manolete visto por S. Guzmán
Manolete visto por R. Anaya. 1947
Manolete visto por Jesús Medinaveitia. Vitoria, 1947
Manolete visto por Pepe Sala. 1947
Manolete visto por S. Guzmán
Manolete visto por R. Anaya. 1947
Manolete visto por Jesús Medinaveitia. Vitoria, 1947
Retrato de Manolete de 1947, anunciando la exposición homenaje a Manolete organizada por la Casa de Madrid en Barcelona
Dibujos de Francisco Baños
Busto de Manolete original del escultor Juan de Ávalos que figura en la Plaza de la Lagunilla de Córdoba.
OBRAS DE AUTORES NO IDENTIFICADOS
Cogida de Manolete
Natural con la derecha
Retrato de Manolete en el Museo Taurino de Córdoba
Media verónica
Natural
Natural ayudado
Manolete en dos grabados
Manoletina
Pasando por alto a Islero
Viñetas sobre la Vida y muerte de Manolete
Manolete visto por Ibarra
Pase por alto
Pase por alto
CARICATURAS
Caricatura de Manolete. Portada del libro Manolete. Torero para olvidar una guerra
Caricaturas de Manolete, su madre y Lupe Sino
Caricatura
Caricatura de Manolete, por Olmo
Ilustración de Mouro
Caricatura de Manolete, por Pedro Mairata Serrano
Caricaturas muñeco de Pedro Gros
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ResponderEliminarGracias Diego. El blog solo tiene sentido si hay personas como tu a los que les interesa. Un abrazo
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