"No existe lo que está alrededor, únicamente la compenetración del toro y el torero. Se crea un mundo aparte. Te sientes plenamente realizado, eres otra especie de persona"
"Un torero que ha toreado con gran arte y empaque es Antonio Ordóñez, pero no ha tenido mucho temple. Lo mismo que Paco Camino. En cambio, un torero con cadencia y temple es Curro Romero. Antoñete, más que templar ha toreado limpio. Luis Miguel ha templado a los toros. El temple es más que lentitud, es dar la impresión de que paras al toro, y en realidad no se para el toro, sino que te adaptas a ese ritmo del toro"
Santiago Martín, El Viti
El Viti, en el libro Todas las suertes por sus maestros, de José Luis Ramón, escribe:
"El pase de pecho, al igual que el resto del toreo, siempre lo he concebido como un círculo................El pase de pecho con la mano izquierda es la finalización lógica de una tanda de naturales, pero no siempre debe ser así. En el toreo es fundamental la variedad, y se puede rematar con un recorte, un kikirikí, un ayudado................En el pase de pecho la suerte se carga siempre. Es decir, desde el momento de su inicio, desde el cite...............Respecto a la colocación para iniciar el pase de pecho, siempre he pensado que toda suerte debe venir hilvanada (precedida) con una buena colocación.............Debe entenderse que hay que estar cruzado con el toro, porque ese es el sitio mejor para culminar con profundidad cualquier suerte del toreo. Según yo lo entiendo, así es como hay más profundidad................Este pase de pecho tan largo y forzado obliga mucho a los toros................En este pase de pecho se pasa uno al toro totalmente por el pecho, y no por el costado, aunque esta es una característica no fácil de explicar"
Santiago Martín Sánchez, el Viti, nació en Vitigudino (Salamanca) el 18 de julio de 1938.
Se entrenó conzienzudamente en el campo charro antes de comenzar la etapa en serio como novillero. Se vistió por primera vez de luces en el coso de su ciudad natal.Se entrenó conzienzudamente en el campo charro antes de comenzar la etapa en serio como novillero. Se presentó en Madrid el 18 de julio de 1960 con una novillada de Juan José Ramos. El triunfo es rotundo en esta ocasión y en las siguientes en la misma plaza.
Tomó la alternativa el 13 de mayo de 1961 en Madrid, al cederle Gregorio Sánchez, ante el testigo Diego Puerta, la muerte del toro Guapito, del hierro de Alipio Pérez-Tabernero. Los mexicanos le conceden la Oreja de Oro en la memorable corrida del 4 de marzo de 1965.
Varios críticos consideran su mejor tarde la del 20 de abril de 1966 en Sevilla, con el toro Peinadito de Samuel Flores; alternaba con Victoriano Valencia y Curro Romero. El escritor y crítico Díaz Cañabate, testigo de la faena, elogia el garbo, "ni andaluz ni castellano sino flor de gallardía, de ramillete de la gentileza. Ésta es la faena por la que vengo propugnando desde hace diez años. Esto es lo que antes era el toreo y lo que debe ser el toreo. El adorno combinado con la seriedad. El buen gusto en cada movimiento..........sin pausas, sin baches, sin garambainas. La pureza del toreo. Por tres veces citó a recibir y dejó en la última media estocada. No hubo trofeo pero dio la vuelta al ruedo. La oreja ya la había cortado a su primer toro". El propio torero la incluye entre las siete mejores faenas de su vida, pero añade con sincera modestia una gran verdad: "Fue el triunfo del toreo puro"
El 30 de abril de 1973, en un mano a mano con "Palomo Linares" en Alcalá de Henares, cortó cinco orejas y dos rabos. Reaparecía después de haber estado ausente de los ruedos en 1972.
Es el torero que más veces ha abierto la puerta grande de Las Ventas, en 16 ocasiones, catorce de ellas como matador y dos como novillero. Fue Medalla de Oro de las Bellas Artes en 1997.
Se retiró definitivamente de los toros el 16 de septiembre de 1979, en la feria de Valladolid.
Cossío escribe:
"Su categoría de primerísima figura del toreo supo y pudo mantenerla hasta el último momento. Muy desigual estoqueador, pese a la fama alcanzada en tal cometido en sus primeros tiempos, es una gran figura del toreo de estos últimos lustros, ya que quizá no un torero de época, pundonoroso y honesto en su quehacer, valiente y sobrio sin concesiones fáciles a la galería, maestro del temple y creador de faenas de ligazón sorprendente"
Vicente Zabala, en su obra Grandes maestros del toreo, escribe:
"Este gran torero de Vitigudino, de donde toma su apodo, vino marcado por el don divino del temple. La solemnidad fue la gran característica de su estilo, siempre pausado y reposado, pletórico de empaque y valor sin aspavientos......................Pronto sufriría una cogida en Francia, que sería más importante por sus secuelas que muchas de las aparatosas cornadas, porque al producirse una lesión en el codo, la recuperación resultó penosa y difícil. Incluso le sirvió para imprimir un sello personalísimo a su toreo con la mano izquierda................Podemos afirmar que la trayectoria de El Viti es una de las más honestas y limpias del toreo contemporáneo.......................Su estilo, lógicamente, gustaría a unos más que a otros, pero nadie puede poner en duda que Santiago ha sido un torero excepcional, quizás uno de los tres o cuatro mejores que hemos visto en nuestra larga andadura por esas ferias"
Fernando Claramunt, en su Historia gráfica de la Tauromaquia, escribe:
"El Viti cobró fama por sus estocadas recibiendo y a volapié, pero fue desigual estoqueador. Con la capa lanceaba con quietud y arte a la verónica. Excepcional muletero, en faenas plenas de ligazón y de temple. Figura del toreo, destacó siempre su formalidad y honradez, sin concesiones baratas a a galería, fiel a sí mismo. En su toreo sobrio, hasta el adorno -un afarolado con la muleta en la izquierda- tenía solemnidad. El Viti y Paco Camino son para muchos aficionados las máximas figuras de los años sesenta"
El mismo Fernando Claramunt, en su Historia del Arte del Toreo, escribe:
"La carrera de este matador salmantino está jalonada de momentos estelares, si entendemos que son aquellos instantes -fugaces o duraderos- cargados de significación y de consecuencias futuras. Es el matador que trae la noción y el sentimiento del temple llevado a su más alto grado. Desde Santiago Martín hasta ahora, es preciso templar como él o quedarse atrás muy atrás en la torería....................Hubiera sido una gran figura en cualquier otra época del toreo. Con un pablorromero que le quería coger en Madrid, cuenta Santiago Martín que le hizo faena después de haber dominado sus intenciones; no humillaba y terminó por entregarse. Para "El Viti" fue la faena más importante de su vida..............."El Viti" con su seriedad proverbial, su buen hacer, honradez, sapiencia y arte es, todo él, un momento estelar en la Historia del Arte del Toreo...............Sus contemporáneos le consideraban el as de espadas de su tiempo. En esto le superó Jaime Ostos, mejor estoqueador. En temple con la capa y la muleta, nadie. Su sobriedad castellana se permitía un lujo, más que un adorno: era el pase afarolado con la muleta en la izquierda, después de varios naturales. El pintor Santos Saavedra, vitista de corazón, lo pintó más de una vez, de rosa y oro. Para las corridas más duras se vestía de grana y oro. En las ferias del Mediterráneo y en Andalucía, de celeste y oro. Se ha retirado en pleno triunfo, sin haber conocido la decadencia. De gris, de verde grisáceo el prado, de color pardo oscuro la arena de la plaza de tientas, toma capote y muleta. Con el pelo blanco, torero cien por cien. Más amigo de su propia soledad entre las encinas de su provincia, que de los homenajes que queremos dedicarle en las ciudades"
Néstor Luján escribe:
"Es El Viti un torero completo, poderoso, firme, de un arte serio y reposado, dominador y austero. En sus mejores momentos torea a la verónica tensamente, con las manos bajas..............Mata gravemente a los toros, en corto y por derecho. Es el mejor matador desde Manolete y supera a éste en seguridad y le iguala en estilo"
Carlos Abella, en su libro De Manolete a José Tomás, escribe:
Paco Aguado escribe:
"Pero no solo son los ecos de Domingo Ortega ayudaron a forjar su tauromaquia, sino también, cómo no, los de Juan Belmonte, que le llegaron con la suavidad de ese temple que definió su estilo más allá del tópico localista"
Rafael Ríos Mozo, en su Tauromaquia fundamental, escribe:
"No ha sido el caso fulgurante del novillero que en sólo dos o tres corridas se coloca en las cumbres de la fama. Santiago Martín ha llegado al sitio que ocupa poco a poco, con un aprendizaje a fondo de lo que es la profesión de matador de toros..................Su gran preparación en la ganadería de don Manuel Francisco Garzón, le hizo adquirir una maestria y un dominio de carácter extraordinario..................En Sevilla, en la afición de Sevilla, le costó varias ferias entrar en el público, cosa que consiguió en la de 1966, en que realizó con un bravo toro de don Samuel Flores una de las mejores faenas que yo he visto en mi vida..................Lo característico del Viti es el clasicismo de su toreo, sin concesiones a la galería. Y resultan todas sus grandes faenas como un auténtico bloque, una sola pieza desde el primer pase hasta la estocada...................Y al referirme a la estocada es donde tengo que poner un pero a la labor honrada del Viti. Durante mucho tiempo se le ha colgado el atributo de ser un gran matador de toros, Y está el mal enfoque de la cuestión. El Viti, que maneja el capote, si no con gracia, con una pureza indiscutible, y que torea de muleta de un modo serio y pleno de valores positivos, es un regular estoqueador..............Sus estocadas tienen el defecto de un saltito y un "alarga brazo" en el momento de la reunión, lo que le hace resultar muy desmerecida al lado de su labor con la muleta"
El historiador francés Bartolomé Bennassar, en su Historia de la Tauromaquia, escribe:
"En cuanto a El Viti, hombre de porte solemne, que no sonreía casi nunca, de una honradez profesional incontestable, podía llegar a ser monótono, incluso aburrido. Pero cuando se topaba con un enemigo que se adaptaba a su concepción del toreo, llegaba a ser sublime. Su manera de cruzarse llevando el toro con la muleta muy baja, cargando la suerte e imponiendo un temple prodigioso, entusiasmaba a todos los públicos. El Viti fue uno de los escasos toreros del norte de España que consiguió poner boca abajo la plaza de Sevilla, como ocurrió en abril de 1966 con su faena a un toro de Samuel Flores"
Jorge Laverón, en su Historia del Toreo, escribe:
“Santiago Martín, el Viti. Es uno de los mejores toreros, si no el mejor, que Castilla ha dado a la historia del toreo. Seco, serio, severo y austero, es por encima de todo un torero auténtico, un gran clásico. El contrapunto castellano al clasicismo andaluz de Paco Camino……………En Sevilla ha toreado 24 corridas y cortado 12 orejas. En Madrid toreó 55 corridas, cortó 40 orejas y salió 14 veces porla Puerta Grande …………………..En el tomo VI de Cossío se hace este juicio sobre él: Muy desigual estoqueador, es una gran figura del toreo de estos últimos lustros, ya que quizá no un torero de época”
Domingo Delgado de la Cámara, en su libro Revisión del toreo, escribe:
"Si Paco Camino era el torero más completo del momento, el mejor muletero era Santiago Martín el Viti. Su Majestad El Viti,como decían de él, utilizando el regio tratamiento por la coincidencia de sus iniciales. Cuando en 1979 se retiró El Viti, se fue con él una manera de hacer que, visto lo visto, era inimitable. Pues era muy difícil torear tan despacio y tan para adentro .Quizás estemos ante el mejor muletero de la historia...................Ya dijo Belmonte que se torea como se es. Frase muy cierta. Por eso el toreo de Ordóñez era soberbio, pues su autor era un hombre altivo; el toreo de Camino era suave e inteligente, pues su autor era una persona dotada de gran sabiduría y de una fina ironía. Y el toreo del Viti era tan serio y tan solemne como su autor................El Viti fue un hombre silencioso y formal. Parece que toeaba única y exclusivamente para lograr su propia satisfacción..............El Viti ha sido el primer gran torero que dio Salamanca a la Fiesta, y sin duda el mejor. Fue la consecuencia de la importancia que había adquirido Salamanca como tierra de toros bravos....................Mientras la mayoría de los matadores sufren una evolución a lo largo de su carrera, en El Viti no hay tal evolución. Apreciamos en él una gran unidad de estilo desde el primer momento de su vida torera.................Ya me he referido al Viti como muletero excepcional. Tampoco toreaba mal con el capote. Daba una verónica de compás abierto bastante buena, y sus medias, de inspiración claramente belmontina, enroscándose al toro en la cintura, eran superiores. Desde un punto de vista estético, el torero de la generación de los sesenta más influido por la estética de Belmonte fue El Viti, mucho más que Paco Camino, por ejemplo, e incluso más que Ordóñez. El Viti siempre toreó muy cruzado, y nunca usó el perfil. Pero, a pesar de todo esto, como hombre de su tiempo, utilizó resortes técnicos de claro origen manoletista para ligar los muletazos y torear en redondo. Santiago Martín supera a todos sus compañeros en un aspecto: su sentido del temple. Quizá fue el torero que más despacio toreó durante mucho tiempo...............Nadie antes que él había toreado tan despacio, ni con tal profundidad..............Al toreo natural o en línea recta impuesto por Manolete, como fórmula para poder ligar...............El Viti hace girar en torno a sí al toro, haciéndolo trazar una línea curva, a veces muy pronunciada................Por todo lo dicho, Santiago Martín el Viti fue un muletero excepcional. Repasemos sus virtudes: excelente sentido del temple, exacta colocación, ligazón perfecta, toreo profundo................En Santiago Martín se cumple fehacientemente aquella máxima de Domingo Ortega: "Una cosa es dar pases y otra torear". El Viti nunca dio un pase por darlo. Cada pase tenía un sentido y una utilidad dentro de la faena....................El Viti remataba la serie de naturales con el mejor pase de pecho que nunca se ha dado. Se sacaba el toro por el hombro contrario, formando una escultura viviente imposible de olvidar.................Un torero tan severo y sobrio como El Viti tambíén se adornaba, dando sobre todo pases afarolados ligados inmediatamente con el pase de pecho.............Con lo que El Viti no fue un maestro fue con la espada.............a pesar de que siempre tuvo fama de excelso estoqueador"
Extraemos algunos párrafos de la crónica que Joaquín Vidal realizó de la faena que El Viti llevó a cabo a un toro de Torrestrella en la corrida celebrada en Pamplona el 15 de julio de 1976:
"No es posible torear mejor. Torero y toro componían la antología del toreo de muleta: aquél, erguida la planta, imprimía ritmo y profundidad al recorrido del pase, que terminaba con la justeza precisa para ligar otro, otro y otro, y así hasta el de pecho auténtico, que si era con la izquierda ponía al público en pie.............................Pero hubo uno que marcó la cumbre de la faena: se atrajo a la res despacio, se la echó por delante con lentitud, y al tiempo que levantaba la mano, la llevaba hacia el hombro contrario, de manera que los pitones le rozaran los alamares y el toro continuó la embestida hacia el sitio exacto, junto a la cadera contraria, donde el torero marcó el remate. La locura fue entonces. Mas El Viti seguía, ahora para templar el natural también en un recorrido que parecía imposible......................Series de naturales de torero clásico, torero de ley, no iguales entre sí.................y finalmente el alarde de la técnica, el natural ligado con el pase de pecho, un natural y uno de pecho, una vez, otra, cuantas quiso....................Se emborrachó El Viti de torear y los emborrachó a todos, de emoción y belleza, sí, pero sobre todo de afición. Reconcilió al público con una fiesta impar que cuando alcanza esta plenitud rebasa todo calificativo"
"Su categoría de primerísima figura del toreo supo y pudo mantenerla hasta el último momento. Muy desigual estoqueador, pese a la fama alcanzada en tal cometido en sus primeros tiempos, es una gran figura del toreo de estos últimos lustros, ya que quizá no un torero de época, pundonoroso y honesto en su quehacer, valiente y sobrio sin concesiones fáciles a la galería, maestro del temple y creador de faenas de ligazón sorprendente"
Vicente Zabala, en su obra Grandes maestros del toreo, escribe:
"Este gran torero de Vitigudino, de donde toma su apodo, vino marcado por el don divino del temple. La solemnidad fue la gran característica de su estilo, siempre pausado y reposado, pletórico de empaque y valor sin aspavientos......................Pronto sufriría una cogida en Francia, que sería más importante por sus secuelas que muchas de las aparatosas cornadas, porque al producirse una lesión en el codo, la recuperación resultó penosa y difícil. Incluso le sirvió para imprimir un sello personalísimo a su toreo con la mano izquierda................Podemos afirmar que la trayectoria de El Viti es una de las más honestas y limpias del toreo contemporáneo.......................Su estilo, lógicamente, gustaría a unos más que a otros, pero nadie puede poner en duda que Santiago ha sido un torero excepcional, quizás uno de los tres o cuatro mejores que hemos visto en nuestra larga andadura por esas ferias"
Fernando Claramunt, en su Historia gráfica de la Tauromaquia, escribe:
"El Viti cobró fama por sus estocadas recibiendo y a volapié, pero fue desigual estoqueador. Con la capa lanceaba con quietud y arte a la verónica. Excepcional muletero, en faenas plenas de ligazón y de temple. Figura del toreo, destacó siempre su formalidad y honradez, sin concesiones baratas a a galería, fiel a sí mismo. En su toreo sobrio, hasta el adorno -un afarolado con la muleta en la izquierda- tenía solemnidad. El Viti y Paco Camino son para muchos aficionados las máximas figuras de los años sesenta"
El mismo Fernando Claramunt, en su Historia del Arte del Toreo, escribe:
"La carrera de este matador salmantino está jalonada de momentos estelares, si entendemos que son aquellos instantes -fugaces o duraderos- cargados de significación y de consecuencias futuras. Es el matador que trae la noción y el sentimiento del temple llevado a su más alto grado. Desde Santiago Martín hasta ahora, es preciso templar como él o quedarse atrás muy atrás en la torería....................Hubiera sido una gran figura en cualquier otra época del toreo. Con un pablorromero que le quería coger en Madrid, cuenta Santiago Martín que le hizo faena después de haber dominado sus intenciones; no humillaba y terminó por entregarse. Para "El Viti" fue la faena más importante de su vida..............."El Viti" con su seriedad proverbial, su buen hacer, honradez, sapiencia y arte es, todo él, un momento estelar en la Historia del Arte del Toreo...............Sus contemporáneos le consideraban el as de espadas de su tiempo. En esto le superó Jaime Ostos, mejor estoqueador. En temple con la capa y la muleta, nadie. Su sobriedad castellana se permitía un lujo, más que un adorno: era el pase afarolado con la muleta en la izquierda, después de varios naturales. El pintor Santos Saavedra, vitista de corazón, lo pintó más de una vez, de rosa y oro. Para las corridas más duras se vestía de grana y oro. En las ferias del Mediterráneo y en Andalucía, de celeste y oro. Se ha retirado en pleno triunfo, sin haber conocido la decadencia. De gris, de verde grisáceo el prado, de color pardo oscuro la arena de la plaza de tientas, toma capote y muleta. Con el pelo blanco, torero cien por cien. Más amigo de su propia soledad entre las encinas de su provincia, que de los homenajes que queremos dedicarle en las ciudades"
Néstor Luján escribe:
"Es El Viti un torero completo, poderoso, firme, de un arte serio y reposado, dominador y austero. En sus mejores momentos torea a la verónica tensamente, con las manos bajas..............Mata gravemente a los toros, en corto y por derecho. Es el mejor matador desde Manolete y supera a éste en seguridad y le iguala en estilo"
Carlos Abella, en su libro De Manolete a José Tomás, escribe:
“Santiago Martín “el Viti”: distinguida austeridad castellana. Creo que elogiar a la vez su distinción –tanto en cuanto a diferencia, como en cuanto a elegancia- y su austeridad castellana, resume y precisa con claridad quién ha sido, para fortuna de quienes le vimos torear en su plenitud…………”El Viti” ha sido distinto como torero y distinguido y elegante como persona……………”El Viti” triunfa con su seriedad, su sinceridad y hondura estética e interpretativa, su severidad profesional, su permanente exhibición de las virtudes más auténticas de los castellano……….”El Viti” hereda de sus antecesores castellanos su sequedad estilística y su conducta pública, pero a diferencia de ellos, y aun guardando las líneas maestras de los toreros secos, de voluntad dominadora y lidiadora, Santiago Martín aporta una más belmontina concepción del toreo con el capote, sobre todo en su verónica y en su recargada media, y un privilegiado y obsesivo culto al temple…………..Una desdichada fractura de codo actuando en la plaza francesa de Cerlet, cuando era novillero, le dejó una malformación a la que hay que atribuir su peculiar concepción de muchas suertes del toreo, ya que le impedía doblar el brazo totalmente. Esa tara se convirtió en uno de sus principales signos de identidad………….Excelente torero con el capote, su verónica abelmontada, acompañando mucho la embestida, resultaba más lucida en los quites que de salida. Su media tenía un inconfundible aire barroco y de suerte cargada, y sus cites siempre tuvieron el sello del medio pecho ofrecido al toro, para luego girar sobre la pierna contraria y llevar el toro atrás. Pese a su solemnidad y austeridad, hizo clásico su lento molinete y fue el único torero de su generación que practicó asiduamente el afarolado, tanto por el lado derecho como por el izquierdo. Aunque de novillero mataba mal……..de matador adquirió una súbita fama de estoqueador, hasta el punto de que durante muchos años se le consideró por muchos aficionados como un excelente estoqueador; en efecto, “El Viti” mató bien muchos toros, aunque hay que recordar que pese a su ortodoxa forma de marcar los tres tiempos previos, luego daba un salto en el momento de introducir el estoque, y de hecho con los años su prestigio disminuyó. Practicó mucho la suerte de recibir, perdiendo destacados triunfos por ese empeño”
Paco Aguado escribe:
"Pero no solo son los ecos de Domingo Ortega ayudaron a forjar su tauromaquia, sino también, cómo no, los de Juan Belmonte, que le llegaron con la suavidad de ese temple que definió su estilo más allá del tópico localista"
Rafael Ríos Mozo, en su Tauromaquia fundamental, escribe:
"No ha sido el caso fulgurante del novillero que en sólo dos o tres corridas se coloca en las cumbres de la fama. Santiago Martín ha llegado al sitio que ocupa poco a poco, con un aprendizaje a fondo de lo que es la profesión de matador de toros..................Su gran preparación en la ganadería de don Manuel Francisco Garzón, le hizo adquirir una maestria y un dominio de carácter extraordinario..................En Sevilla, en la afición de Sevilla, le costó varias ferias entrar en el público, cosa que consiguió en la de 1966, en que realizó con un bravo toro de don Samuel Flores una de las mejores faenas que yo he visto en mi vida..................Lo característico del Viti es el clasicismo de su toreo, sin concesiones a la galería. Y resultan todas sus grandes faenas como un auténtico bloque, una sola pieza desde el primer pase hasta la estocada...................Y al referirme a la estocada es donde tengo que poner un pero a la labor honrada del Viti. Durante mucho tiempo se le ha colgado el atributo de ser un gran matador de toros, Y está el mal enfoque de la cuestión. El Viti, que maneja el capote, si no con gracia, con una pureza indiscutible, y que torea de muleta de un modo serio y pleno de valores positivos, es un regular estoqueador..............Sus estocadas tienen el defecto de un saltito y un "alarga brazo" en el momento de la reunión, lo que le hace resultar muy desmerecida al lado de su labor con la muleta"
El historiador francés Bartolomé Bennassar, en su Historia de la Tauromaquia, escribe:
"En cuanto a El Viti, hombre de porte solemne, que no sonreía casi nunca, de una honradez profesional incontestable, podía llegar a ser monótono, incluso aburrido. Pero cuando se topaba con un enemigo que se adaptaba a su concepción del toreo, llegaba a ser sublime. Su manera de cruzarse llevando el toro con la muleta muy baja, cargando la suerte e imponiendo un temple prodigioso, entusiasmaba a todos los públicos. El Viti fue uno de los escasos toreros del norte de España que consiguió poner boca abajo la plaza de Sevilla, como ocurrió en abril de 1966 con su faena a un toro de Samuel Flores"
Jorge Laverón, en su Historia del Toreo, escribe:
“Santiago Martín, el Viti. Es uno de los mejores toreros, si no el mejor, que Castilla ha dado a la historia del toreo. Seco, serio, severo y austero, es por encima de todo un torero auténtico, un gran clásico. El contrapunto castellano al clasicismo andaluz de Paco Camino……………En Sevilla ha toreado 24 corridas y cortado 12 orejas. En Madrid toreó 55 corridas, cortó 40 orejas y salió 14 veces por
Domingo Delgado de la Cámara, en su libro Revisión del toreo, escribe:
"Si Paco Camino era el torero más completo del momento, el mejor muletero era Santiago Martín el Viti. Su Majestad El Viti,como decían de él, utilizando el regio tratamiento por la coincidencia de sus iniciales. Cuando en 1979 se retiró El Viti, se fue con él una manera de hacer que, visto lo visto, era inimitable. Pues era muy difícil torear tan despacio y tan para adentro .Quizás estemos ante el mejor muletero de la historia...................Ya dijo Belmonte que se torea como se es. Frase muy cierta. Por eso el toreo de Ordóñez era soberbio, pues su autor era un hombre altivo; el toreo de Camino era suave e inteligente, pues su autor era una persona dotada de gran sabiduría y de una fina ironía. Y el toreo del Viti era tan serio y tan solemne como su autor................El Viti fue un hombre silencioso y formal. Parece que toeaba única y exclusivamente para lograr su propia satisfacción..............El Viti ha sido el primer gran torero que dio Salamanca a la Fiesta, y sin duda el mejor. Fue la consecuencia de la importancia que había adquirido Salamanca como tierra de toros bravos....................Mientras la mayoría de los matadores sufren una evolución a lo largo de su carrera, en El Viti no hay tal evolución. Apreciamos en él una gran unidad de estilo desde el primer momento de su vida torera.................Ya me he referido al Viti como muletero excepcional. Tampoco toreaba mal con el capote. Daba una verónica de compás abierto bastante buena, y sus medias, de inspiración claramente belmontina, enroscándose al toro en la cintura, eran superiores. Desde un punto de vista estético, el torero de la generación de los sesenta más influido por la estética de Belmonte fue El Viti, mucho más que Paco Camino, por ejemplo, e incluso más que Ordóñez. El Viti siempre toreó muy cruzado, y nunca usó el perfil. Pero, a pesar de todo esto, como hombre de su tiempo, utilizó resortes técnicos de claro origen manoletista para ligar los muletazos y torear en redondo. Santiago Martín supera a todos sus compañeros en un aspecto: su sentido del temple. Quizá fue el torero que más despacio toreó durante mucho tiempo...............Nadie antes que él había toreado tan despacio, ni con tal profundidad..............Al toreo natural o en línea recta impuesto por Manolete, como fórmula para poder ligar...............El Viti hace girar en torno a sí al toro, haciéndolo trazar una línea curva, a veces muy pronunciada................Por todo lo dicho, Santiago Martín el Viti fue un muletero excepcional. Repasemos sus virtudes: excelente sentido del temple, exacta colocación, ligazón perfecta, toreo profundo................En Santiago Martín se cumple fehacientemente aquella máxima de Domingo Ortega: "Una cosa es dar pases y otra torear". El Viti nunca dio un pase por darlo. Cada pase tenía un sentido y una utilidad dentro de la faena....................El Viti remataba la serie de naturales con el mejor pase de pecho que nunca se ha dado. Se sacaba el toro por el hombro contrario, formando una escultura viviente imposible de olvidar.................Un torero tan severo y sobrio como El Viti tambíén se adornaba, dando sobre todo pases afarolados ligados inmediatamente con el pase de pecho.............Con lo que El Viti no fue un maestro fue con la espada.............a pesar de que siempre tuvo fama de excelso estoqueador"
Extraemos algunos párrafos de la crónica que Joaquín Vidal realizó de la faena que El Viti llevó a cabo a un toro de Torrestrella en la corrida celebrada en Pamplona el 15 de julio de 1976:
"No es posible torear mejor. Torero y toro componían la antología del toreo de muleta: aquél, erguida la planta, imprimía ritmo y profundidad al recorrido del pase, que terminaba con la justeza precisa para ligar otro, otro y otro, y así hasta el de pecho auténtico, que si era con la izquierda ponía al público en pie.............................Pero hubo uno que marcó la cumbre de la faena: se atrajo a la res despacio, se la echó por delante con lentitud, y al tiempo que levantaba la mano, la llevaba hacia el hombro contrario, de manera que los pitones le rozaran los alamares y el toro continuó la embestida hacia el sitio exacto, junto a la cadera contraria, donde el torero marcó el remate. La locura fue entonces. Mas El Viti seguía, ahora para templar el natural también en un recorrido que parecía imposible......................Series de naturales de torero clásico, torero de ley, no iguales entre sí.................y finalmente el alarde de la técnica, el natural ligado con el pase de pecho, un natural y uno de pecho, una vez, otra, cuantas quiso....................Se emborrachó El Viti de torear y los emborrachó a todos, de emoción y belleza, sí, pero sobre todo de afición. Reconcilió al público con una fiesta impar que cuando alcanza esta plenitud rebasa todo calificativo"
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