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domingo, 7 de octubre de 2012

MORANTE DE LA PUEBLA. Naturales con la derecha en blanco y negro


La mística oración de tu capote,
como incienso ofrecido desde el ara
en la devota suerte que se encara
al peligro mortal, sin que se note.

Haces que a tu verónica le brote
sacramental liturgia que enmascara
la belleza divina que se aliara
a tu macho ritual de sacerdote.

En tu templo de arenas y batalla
conmina al feligrés a que te cante
como catarsis el ¡olé! que estalla.

Barbilla al pecho, misticismo andante,
que el que quisiera remedar tu talla
solamente que fuera ¡Muy Morante!


                                                Luis Castro Pérez

































José Antonio Morante Camacho, Morante de la Puebla, nació en Puebla del Río (Sevilla), el 2 de octubre de 1979. Se vistió de luces por primera vez en Villamanrique de la Condesa (Sevilla) el 3 de septiembre de 1988. Debutó con picadores en Guillena (Sevilla), el 16 de abril de 1994. Debutó como novillero en Madrid el 23 de abril de 1995, con un novillo de Jiménez Pasquau. Debutó en Sevilla el 10 de abril de 1996. Ese mismo año consiguió el Zapato de Oro de Arnedo.

Tomó la alternativa en Burgos, el 29 de junio de 1997, de manos de César Rincón, con Fernando Cepeda de testigo y con toros de Juan Pedro Domecq. El toro de la alternativa se llamó Guerrero. Cortó una oreja en cada uno de sus toros. El 21 de abril de 1998 cortó dos orejas en Sevilla a un toro de Gavira, saliendo por primera vez en hombros de la Real Maestranza. Confirmó el doctorado en Las Ventas, el 14 de mayo de 1998, con Julio Aparicio de padrino y El Cordobés como testigo. El toro, de la ganadería de Sepúlveda, se llamó Hospedero.

El 6 de junio de 2007 lidió seis toros de forma desinteresada en la tradicional Corrida Extraordinaria de la Beneficencia que se celebra anualmente en el coso madrileño de Las Ventas, cortando una oreja. Poco después cortaría su temporada, alegando la pérdida de ilusión.
Volvió a los ruedos la tarde de Reyes de 2008 en la Monumental de México en un mano a mano con Rodolfo Rodríguez "El Pana". Corto dos orejas y abrió la Puerta Grande.



Cossío escribe:

"Este diestro de finísima clase y gusto, artista de una calidad altísima, es una de las más firmes realidades del toreo sevillano y universal. Sevillana por su exquisita interpretación, llena de ángel e inspiración, y universal por sus muchos logros actuales y por las posibilidades de futuro que se le aprecian................El tercer año de Morante como matador de toros, fue el de su consagración. Una temporada en la que vivió la gloria máxima de abrir la Puerta del Príncipe de Sevilla, y también la mala suerte de tener que terminar el año taurino precipitadamente, debido a una grave lesión de vértebras cervicales que sufrió en San Martín de Valdeiglesias (Madrid). Entre aquella tarde sevillana del 19 de abril en que cortó tres orejas a los toros de Guadalest, y aquella otra madrileña en que un toro de Los Millares le paró en seco, pasaron muchas cosas, la mayoría muy buenas. En ese tiempo, Morante se consolidó como un artista capaz, evolucionando a mejor en su cualidad interpretativa, y también como un torero de oficio y valor verdadero, tan necesario para torear despacio"


Domingo Delgado de la Cámara, en su libro Revisión del toreo, escribe:

"¿Cómo es Morante de la Puebla? Pues un torero distinto a lo que se ve actualmente. Es un toreo de corte neoclásico, pero con los chispazos geniales de un Chicuelo o un Pepe Luis Vázquez. Por su neoclasicismo se acerca a otros toreros de su generación, pero su sevillanismo le diferencia del resto del escalafón. Autor de floridos aleteos, de inspiradas salidas de la cara del toro, es capaz además de meter los riñones y torear profundo y para adentro. Desgarro y sevillanía, una combinación desconocida hasta ahora. Ha desempolvado viejos cambios de manos, kikirikís y otras alegrías que dormían el sueño del olvido..................El toreo de Morante con el capote merece párrafo aparte. El toreo de Morante con el capote me encanta. Es muy personal. Con las manos más altas de lo que ahora se estila y con la cintura muy rota, Morante con el capote no se parece a nadie. Tiene un estilo a la vez muy antiguo (manos altas), y muy nuevo (figura muy compuesta). La media verónica y los recortes son de fantasía...............Con la muleta combina muy bien profundidad e inspiración. A una serie de mano muy baja, opone un recorte airoso que ilumina toda la plaza. Un torero para soñar............"

En Wikipedia encontramos los siguientes comentarios:

"Es José Antonio un torero de los considerados artistas. Su hondura, pureza y clasicismo son adornados con pinturería propia de los grandes toreros de Sevilla. Está considerado como el más artista de la nueva generación. Con el capote, está considerado como uno de los grandes maestros de la actualidad, sino el mejor. Ciertamente no es muy variado en sus formas, pero su plasticidad y cadencia son a todos gustos sublimes.
Con la muleta se desenvuelve muy cómodamente con ambas manos. Él, afirma que se siente muy a gusto con la muleta en la mano izquierda. Queda claro viéndole ejecutar perfectos naturales sintiéndose con la cintura. El toreo en redondo de tandas cortas pero de contenido rematadas por bajo, o bien con adornos pintureros, forman principalmente su tauromaquia. Con la espada nunca ha sido considerado un virtuoso.
Ocasionalmente pone banderillas, caracterizándose por pares muy clásicos y templados, cuadrando en la cara del toro.
Morante se ha definido a sí mismo como un torero de impulsos, de instinto. Torea según lo que le pide su cuerpo y su ánimo en ese momento. Como todos los artistas, no brilla por su regularidad, y tan sonadas como sus triunfos lo son sus broncas. A pesar de lo cual atesora una regularidad anormal para el tipo de torero que és. Él ha declarado que no siempre se puede estar bien, y que una bronca también te hace sentirte torero. Algunos sectores de la afición critican este hecho, alegando que es un torero sin valor. Sin embargo, cuando Jose Antonio se entrega, lo hace de verdad, demostrando a estos últimos que hay toros y toreros para jugársela"


"Tras una magistral Feria de Abril en Sevilla en 2009, donde cuaja una histórica faena a un toro de Juan Pedro Domecq, llega la apoteosis. El 21 de Mayo ante un toro de la misma ganadería y en San Isidro. Morante torea con el capote al cuarto de la tarde como pocas veces ha visto la plaza de Las Ventas. Saludó a la verónica, galleo por chicuelinas, quitó por verónicas dejando una media eterna dando los frentes y realizó un segundo quite por chicuelinas personalísimas. Todo ello con una cadencia, temple, torería, empaque y despaciosidad fuera de lo común. La plaza rugió los olés más rotundos y estalló, puesta en pie, en una ovación que nadie de los presentes olvidará obligando al torero a saludar desmonterado. El toro sólo le aguantó los inicios y una primera serie profundísima en la faena de muleta. Pero tal fue el alboroto que había formado en el primer tercio que a pesar de pinchar en una ocasión se le concedió una oreja que bien pudieron ser dos si el presidente hubiese concedido el trofeo con mayor prontitud. Morante rompió a llorar, emocionado y consciente de lo que había conseguido, en una vuelta al ruedo con un público que le jaleaba (tendido 7 incluido) puesto en pie y al grito de "otra, otra" acompañando, como sucedió en parte de la faena, con palmas por sevillanas"


Zabala de la Serna, en la crónica de ABC titulada "Y Morante despertó al dios de la verónica), escribe sobre la actuación del maestro la tarde del 21 de mayo de 2009, en Madrid:

"Para los anales del toreo a la verónica hay que anotar una nueva fecha en moldes de oro: Madrid, 21 de mayo de 2009. Firmado: Morante de la Puebla, torero con alma de bolero....................El cuarto de Juan Pedro...........se enamoró del capote de Morante sobre la misma boca de riego. Los lances se desplegaron como pétalos de empaque y sabor apaulado, mecido el viaje, dormido el lance..................Y despertó el dios del toreo. No hay plazas a la contra que no se conmuevan con la verdad que liberan unas muñecas, una cintura, un pecho y un compás soñados. Galleó el genio de La Puebla por chicuelinas no al uso, sino voladas tanto con una mano como la que se queda sobre el eje que gira. Y la media fue bárbara. Creíamos de nuevo en los milagros. Pero no habíamos contemplado la gran obra del creador sevillano: un quite a la VERÓNICA (Vera Icon) en honor a los grandes del capote de todas las épocas habidas y por haber..................... La vida es mojarse: yo es lo mejor que he visto en el toreo de capa en mi vida. Hubo una verónica por el pitón izquierdo, la tercera o la cuarta del quite, de aquí a la eternidad, lenta, callada, estremecida.....................Todo lo que diga está de más, las luces de los genios siempre prenden. La media verónica a pies juntos fue la coda precisa, enroscado el toro en vuelta abelmontada. Cayeron ramas de romero, un éxtasis colectivo sobre la arena. Morante se rompió. Otros versos sueltos por chicuelinas, otros apuntes alados....................¿Cuándo vamos a ver torear así con el capote otra vez? Esta noche, esta noche, en la madrugada. Una oreja fue lo de menos. ¿Una oreja como cuáles otras? Las lágrimas de Morante regaron el crepúsculo, que sólo transmuta en amanecer lo puro"



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