Bombita busca la guita,
tiene amor propio y aprieta;
llegará pronto a la meta
si no se tuerce Bombita.
Copla (1896)
Dióle un Miura una cornada
que le parecieron dos
y, después de esa jornada
tan triste y tan desdichada,
no se arrima ni pa Dios.
Copla (1900)
ARTE TAURINO
Fotografía de Dubois
"Un gran volapié del ex-matador Emilio Torres (Bombita)"
Fotografías de Dubois publicadas en Arte Taurino, 06/12/1911.
"Primer retrato que se hizo con traje de luces"
Arte Taurino, 06/03/1912.
"Emilio Torres Bombita X en el callejón guareciéndose del aguacero durante la lidia del primer astado"
Fotografías de Dubois publicadas en Arte Taurino, 27/04/1914.
"Emilio Torres Bombita"
Arte Taurino, 08/11/1914.
LA LIDIA
ESTAMPA
SOL Y SOMBRA
PAN Y TOROS
NUEVO MUNDO
PALMAS Y PITOS
MUNDO GRÁFICO
La corrida tuvo lugar en Sevilla el 4 de Febrero de 1934
Emilio Torres Reina, Bombita, nació en Tomares (Sevilla) el 28 de noviembre de 1874. Fue el fundador de la dinastía de los Bombitas.
Sin el menor antecedente torero, como tantos otros, comienza en las capeas. Mata su primer novillo en Gaucín (Málaga) y otros tres, en tres tardes seguidas, en Ubrique.
Sufre su primera cogida en Sanlúcar la Mayor, al saltar sobre el testuz de la res. Se presenta en Sevilla el 25 de julio de 1892, y torea varias corridas con gran éxito. En Madrid se presenta el 8 de diciembre de 1892. "Su presentación en la capital, nos comenta el aficionado Mariano de la Riestra, es una de las mejores que recuerdo. Cambió con la capa, puso banderillas y mató recibiendo, armando un verdadero alboroto..................Siguió toreando en toda España con resultado inmejorable"
Sin el menor antecedente torero, como tantos otros, comienza en las capeas. Mata su primer novillo en Gaucín (Málaga) y otros tres, en tres tardes seguidas, en Ubrique.
Sufre su primera cogida en Sanlúcar la Mayor, al saltar sobre el testuz de la res. Se presenta en Sevilla el 25 de julio de 1892, y torea varias corridas con gran éxito. En Madrid se presenta el 8 de diciembre de 1892. "Su presentación en la capital, nos comenta el aficionado Mariano de la Riestra, es una de las mejores que recuerdo. Cambió con la capa, puso banderillas y mató recibiendo, armando un verdadero alboroto..................Siguió toreando en toda España con resultado inmejorable"
Tomó la alternativa en Sevilla el 29 de septiembre de 1893, cuando aún no había cumplido veinte años, de manos de Espartero (la única alternativa que dio) y con Guerrita de testigo, con toros de Anastasio Martín.
Confirmó su alternativa en Madrid el 27 de junio de 1894, compartiendo cartel con Guerrita y Antonio Fuentes, con toros de Adalid. El Guerra le cedió el toro Gañafón. Desde aquella fecha figura en los carteles de abono de la plaza de la corte y torea en las principales plazas de España.
El 29 de septiembre de 1894, en Sevilla, al entrar a matar sufre una cogida. De 1894 a 1896 figura en el abono de Madrid. El 27 de mayo de 1895 hizo en Madrid una faena perfecta a Vendaval, de Ibarra, al que mató de una gran estocada.
El 29 de septiembre de 1894, en Sevilla, al entrar a matar sufre una cogida. De 1894 a 1896 figura en el abono de Madrid. El 27 de mayo de 1895 hizo en Madrid una faena perfecta a Vendaval, de Ibarra, al que mató de una gran estocada.
El 15 de junio de 1895 mató seis toros por cogida y muerte de Lesaca. A lo largo de 1895 toreó 50 corridas y la temporada siguiente prosiguió en pleno éxito, desenvolviéndose ante los toros en un palmo de terreno e iniciando sus faenas con el pase ayudado, que él introdujo y tantos imitarían después.
Muchos consideran como la faena histórica de su vida, la que hizo en Madrid a un toro de Veragua, de nombre Zancajoso, el 13 de noviembre de 1896.
También se recuerda la faena que le hizo a Larguito, de don Félix Gómez, el 20 de mayo de 1900 en Madrid.
Sufrió dos graves cornadas. Una que un toro de Miura le clava en el pecho en Madrid el 14 de mayo de 1898, que todos creyeron de muerte y de la que afortunadamente se recuperó, y otra en la que otro miura le inflingió en Barcelona el 24 de junio de 1899.
El 26 de junio de 1903 se despide del público madrileño, que le tributó repetidos aplausos a lo largo de la corrida. Unos meses más tarde se cortó la coleta en Sevilla, no obstante lo cual fue a México, alternando en la capital mexicana con Vicente Pastor y Gaona.
Murió en su pueblo natal en 1947.
Ricardo de Miranda y Sandoval, Marqués de Premio Real, en su libro Semblanzas de los toreros del día, (Pgs. 76-82), editado en 1901, escribe:
Ricardo de Miranda y Sandoval, Marqués de Premio Real, en su libro Semblanzas de los toreros del día, (Pgs. 76-82), editado en 1901, escribe:
"En las novilladas de la canícula de 1892
apareció en el circo sevillano un mozo que amenazaba estallar su alias en la atmósfera taurina: Bombita………..Tenía la viveza, la gracia y
el ángel de los que viven a la vera del Guadalquivir, y en su
ribera había crecido, viniendo a ser trianero por segunda naturaleza…..Yo fui
uno de los espectadores de sus ensayos de novillero……Tomó la alternativa en
esta plaza de manos del infortunado Espartero,
alternando con Guerrita en la tarde
del día 29 de Septiembre de 1893………Al lado de colosos del arte como Manuel
García y Rafael Guerra, no descompuso
el niño de Tomares, como dieron en
llamarle los revisteros taurinos en remembranza de su pueblo natal……….Bombita traía por distintivo personal la
risita; era guapo de cara y de
condición, no mal plantado de cuerpo –aunque muy desarrollado de curvas, lo que
si bien le ayudaba al toreo de caderas,
le robaba compostura y elegancia…….Algo así como reminiscencia de las alegrías
de El Tato quiso ver la afición en el
flamante diestro……….Intuitivo en todo como en arte taurino…..Atildado en el
vestir…..Espléndido y fastuoso, amigo del buen vivir, Bombita con Fuentes forma
la pareja de toreros sevillanos que puede denominarse fin de siglo, algo así como una sucesión del toreador de Elgóibar……….No ha alcanzado Emilio Torres el nivel
taurino de El Espartero, ni ha
conseguido apagar los fuegos de Reverte, ni su toreo es comparable al selecto
de Fuentes; pero figura con éstos a un mismo nivel, ora como torero pasando con
estilo sensacional, ya como matador apretándose con valentía en la suerte
suprema; y, aunque desigual e incompleto, justo es consignar su progreso bien
marcado desde la tarde del 29 de Septiembre de 1893 en Sevilla, a la del jueves
16 de Junio del 98 en Madrid, cuya brillante faena dejó consignada con el merecido encomio en el número 62 de Sol y Sombra el popular Sentimientos."
De la BIBLIOTECA SOL Y SOMBRA. VOLUMEN XIV. EMILIO TORRES
REINA (BOMBITA). Editado en Madrid, 1908., he seleccionado los siguientes comentarios:
“(Pg. 5)….No era posible
presumir que llegase a figurar en primera fila entre los matadores de
toros…..Emilio Torres, Bombita…….(Pg.
8)….Todo lo abandonó, incluidos sus estudios, por la afición al toreo…………(Pag.
9)…..Emilio consiguió en escaso tiempo que su nombre corriera de boca en boca
entre los aficionados……(Pag. 11)……En Gaucín, población de la provincia de
Granada, mató un novillo con tanta aceptación, que cuantos presenciaron la
fiesta vieron un torero de porvenir……….Emilio gozaba de gran perseverancia. A
cada obstáculo que conseguía vencer iba en aumento. Nada le arredraba en su
empeño………..(Pag. 14)……En la plaza de Sanlúcar la Mayor , donde toreaba con Maera, después de ejecutar varias
suertes, intentó en uno de los toros el salto del testuz, que (Pg. 15) dio
tanta celebridad a Lorencillo,
maestro del famoso diestro José Cándido……..Y tuvo al efectuarlo la mala fortuna
de ser cogido y arrojado con gran violencia, sufriendo al caer una herida
bastante extensa y de consideración en la cabeza………..Su presentación en el
circo sevillano tuvo efecto en la tarde del 25 de Julio (Pg. 16) de 1892……Fue
el trabajo de Emilio Torres tan del agrado del público y de los buenos aficionados,
que la empresa le ajustó para otras corridas……..(Pg. 17)…..Hizo su presentación
en Madrid en la tarde del día 8 de Diciembre de 1892 como tal matador de
novillos….(Pg. 20)…..El público salió muy satisfecho del éxito del nuevo
matador de novillos, al que la empresa ajustó para otras corridas, siendo la
primera de éstas la efectuada el día 11 del mismo mes……..Bombita recortó, saltó con la garrocha, se arrodilló en quites,
quebró en banderillas, corrió a los toros por derecho, toreó de capa y dio estocadas
RECIBIENDO…….Derrochó valentía toda la tarde y escuchó unánimes aplausos………(Pg.
21)…..Nadie osaría negar a Bombita un
valor a prueba y una voluntad grande por complacer al público, ejecutando toda
clase de suertes, si no a la perfección, al menos sin estar desprovisto de
conocimientos……..No dejó de sufrir algunos percances……..demostró en todos que
era de buena madera, pues al levantarse no se miraba la ropa y volvía a la
pelea………..(Pg. 25)…….Tomó la alternativa en Sevilla el 29 de Septiembre de 1893,
de manos de Manuel García, Espartero,
y con Guerrita de testigo, y con
toros de D. Anastasio Martín……(Pg. 29)…El trabajo empleado por Bombita en la
corrida satisfizo a cuantos la presenciaron…………(Pg. 58)….El 13 de Julio de 1899
sufrió una grave cogida en Barcelona por un toro de Miura, llamado Cogetero…………..(Pg. 73) Las graves
cogidas que sufriera …..y una grave enfermedad que le aquejó durante no poco
tiempo, mermaron bastante las facultades de Emilio Torres………….(Pg. 75)……….El 24
de Septiembre de 1904 se despidió de la afición de Barcelona, en compañía de
Mazzantini…….Bombita en la muerte del sexto toro estuvo superior y entusiasmó a
las masas que llenaban la plaza. El y D. Luis se abrazaron en el redondel……….Se
despidió de la afición de Valencia (Pg. 76) el 18 de octubre del mismo
año…….Lanceó de capa de todas maneras, veroniqueó con la blusa de un
espectador, se adornó en quites y estuvo colosal toda la tarde……, obteniendo
una ovación de la que conservará imperecederos recuerdos toda su vida. No cabía
mayor entusiasmo………….Recordando las muchas simpatías que contaba entre el
público de Madrid no quiso prescindir, al abandonar la profesión……., de darle
su adiós……(Pg. 77)…..La corrida se celebró el día 26 de octubre de 1904…….La
plaza se llenó…….El público salió satisfecho de la fiesta……..A Emilio no se le
escatimaron los aplausos toda la tarde; al torear de capa, al hacerlo al
alimón, (Pg. 78) en quites, en banderillas, muleteando y en la suerte suprema
de sus dos toros……….El diestro de Tomares, el mayor de los Bombas, se retiró con honra de la arriesgada profesión, dejando un
buen nombre entre los matadores de su tiempo”
Enrique Minguet "Pensamientos", en su libro Pases de castigo, 1912. Pgs. 175 y 176, escribe:
"Toreó por primera vez en la Plaza de Gaucín (Málaga),
presentándose en Sevilla como matador de novillos el 25 de Julio de 1892, en
cuya corrida obtuvo un éxito grande……..El 8 de Diciembre de 1892 debutó en
Madrid en unión de Antonio Fuentes, en cuya fiesta quedó muy bien……..Manuel
García (Espartero) le dio la alternativa en la Plaza de Sevilla el día 29 de Septiembre de 1893,
lidiando reses de Anastasio Martín, y en la Plaza madrileña confirmó el doctorado el 27 de
Julio de 1894, de manos de Guerrita, lidiando toros de la ganadería de
Adalid……….Bomba I es un torero muy completo, que domina bastante los tres
tercios, poseyendo una simpatía personal que le hace tener innumerables
amistades………Compitió con Espartero, Guerrita, Reverte, y después actuó con las
figuras más salientes de la tauromaquia contemporánea……..En la Plaza de Barcelona, el 24 de
Junio de 1900, un toro de Miura le dio una grave cornada en una pierna, cuyo
percance le restó facultades…….Pensó en marcharse de los toros, y se despidió
de los públicos de Barcelona y Valencia, haciéndolo del de Madrid el 26 de
Junio de 1904, con reses de Saltillo………En 1911 pensó en volver a vestir el
traje de luces; marchó a Méjico y comenzó a torear de nuevo, obteniendo éxito.
Hállase, pues, en activo."
Enrique Minguet "Pensamientos", en su libro Pases de castigo, 1912. Pgs. 175 y 176, escribe:
F. Bleu, en su libro Antes y después del Guerra, escribe:
"La retirada provisional de Emilio fue, por lo visto, un ataque de locura pasajera................Lo que se diga de Fuentes como lidiador, puede aplicarse a Torres: aparecen a un mismo nivel...............Si Antonio era muy desigual en una misma faena..............Emilio no hizo tampoco temporadas enteras ni series sucesivas de corridas de verdadero relieve. Si el de Tomares (Emilio) aventajaba al sevillano (Fuentes) en la suerte de matar, practicada pocas, pero algunas veces, a la antigua, éste podía siempre con aquél en el manejo del capote y en el tanteo de los toros con la muleta..................Fuentes en un mismo toro, en el espacio de un cuarto de hora, solía estar bien, superior, mal y detestable.................Las mismas gradaciones presentaba el trabajo de Torres en el transcurso de un abono. Con el santo absolutamente inmovilizado de cara, en tardes excepcionales por lo buenas, echaba el resto manejando artísticamente la muleta y entrando a los toros de cerca y con los pies unidos. Pero en cuanto aquél le volvía las espaldas o simplemente se le perfilaba, al buen Emilio le acometía la descomposición de todas sus facultades de torero, y el diestro más vulgar de las últimas filas se hombreaba con él. En general, fue más valeroso que Fuentes, aunque menos conocedor de los toros y de la lidia que necesitaban; más completo en el conjunto de determinadas faenas, pero menos brillante en detalles y matices"
"Don Ventura", en el número 2 de la colección "Grana y oro", titulado "La Tauromaquia en el siglo XIX", escribe:
César Jalón, en Memorias de Clarito, escribe:
"Emilio Bomba, el mayor de los tres hermanos Torres Reina, pone su pie en el podio taurino a poco de la tragedia del Espartero, apagado ya el fucilazo de Fuentes en aquella aciaga tarde, y sin que Reverte, inseguro y desigual, consolide su destellante figura. Los públicos viven mal resignados con el monopolio de Guerrita..............Los públicos, siempre afanosos en levantarle un rival al prepotente Guerrita, empujan a Emilio, mozo jarifo y simpático, que tiene maneras de torero y de estoqueador. Lo malo es que también empujan Guerrita y los toros, que, con sus astas, acortan bien aína los vuelo al recién llegado"
"Don Ventura", en el número 2 de la colección "Grana y oro", titulado "La Tauromaquia en el siglo XIX", escribe:
"(Pgs. 124 y 125)…….Entusiasmo
legítimo produjo este diestro durante su breve etapa de novillero y los cinco
primeros años de matador de toros, pues su toreo era parado, sereno y alegre, y
la ejecución de la suerte suprema adquiría en él singular emoción. Agréguese a
esto que, además de su simpatía, toreaba con la gracia sevillana que ha sido
siempre gran captadora de la libre determinación de los públicos, y se
comprenderá que éstos le alentaran y le distinguieran……..Todo esto duró hasta
que el toro Cojetero, de Miura, le
cogió en Barcelona el 24 de junio de 1899 y le produjo grandes destrozos
musculares en la pierna izquierda. Aquel percance, con otros que llevaba
sufridos, más una prematura obesidad, le hicieron bajar de la primera fila…………….Se
presentó en Madrid como novillero el 8 de diciembre de 1892; recibió la
alternativa en la mentada capital andaluza el 29 de septiembre de 1893, con
toros de don Anastasio Martín y otorgada por el Espartero –única que este diestro concedió-, y se la confirmó Guerrita en la plaza madrileña el 27 de
junio de 1894, con ganado de Adalid……….Se despidió del toreo en dicha plaza de
Madrid el 26 de junio de 1904, y retirado se hallaba cuando inesperadamente
reapareció en Méjico en el mes de febrero de 1912, para torear tres corridas;
el 18 y el 25 del expresado mes y el 10 de marzo, esta última alternando con
Vicente Pastor y matando toros de Santín…….Y allí terminó definitivamente su
historia taurómaca…….Falleció en Sevilla el 19 de enero de 1947."
César Jalón, en Memorias de Clarito, escribe:
"Emilio Bomba, el mayor de los tres hermanos Torres Reina, pone su pie en el podio taurino a poco de la tragedia del Espartero, apagado ya el fucilazo de Fuentes en aquella aciaga tarde, y sin que Reverte, inseguro y desigual, consolide su destellante figura. Los públicos viven mal resignados con el monopolio de Guerrita..............Los públicos, siempre afanosos en levantarle un rival al prepotente Guerrita, empujan a Emilio, mozo jarifo y simpático, que tiene maneras de torero y de estoqueador. Lo malo es que también empujan Guerrita y los toros, que, con sus astas, acortan bien aína los vuelo al recién llegado"
Nestor Luján escribe sobre él:
" Emilio Torres, Bombita, fue otro torero mimado por la suerte.....consiguió rápidamente la notoriedad....de triunfo en triunfo, por su torero parado y alegre, por sus saltos de garrocha, por sus bizarrías con la capa, y sobre todo por su decisión e intrepidez al matar....los toros caen fulminados por sus tremendas estocadas en las que no vacila en comprometerse a pecho descubierto, llevando la mano izquierda alta y recibiendo así innumerables achuchones"
Fernando Claramunt, en su Historia gráfica de la Tauromaquia, escribe:
"Emilio Torres Reina (Bombita), primero de este apodo que luego usaron sus hermanos, dentro de las líneas de la llamada "escuela sevillana" aportó la gracia, la simpatía y el donaire, compatibles con el toreo hondo, parado y sereno. Era, en su persona, "todo un caballero", al decir de los compañeros y aficionados"
Carlos de Larra, más conocido como "Curro Meloja", en su libro Grandes maestros de la Tauromaquia, escribe:
Carlos de Larra, más conocido como "Curro Meloja", en su libro Grandes maestros de la Tauromaquia, escribe:
“Emilio Torres, Bombita
I. Allá por el verano de 1890 empezó a “meter ruido” en las capeas de
tierras andaluzas un chavalillo de Tomares (Sevilla), que llegó a ser comidilla
de los aficionados de la capital por su arrojo y su gracia para “hacerles
cosas” a los moruchos. Con ello su cartel rebasó pronto su condición de
maletilla y fue contratado para matar novilladas serias. No defraudó en
ninguna, sino al contrario, y alcanzó la contrata soñada. Tenía el “hombre”
diecisiete años cuando debutó en la Maestranza de Sevilla y alcanzó allí un éxito
desusado. Su garbosa planta torera, su gran valor, la alegría de su arte
saleroso y, sobre todo, su sonrisa -¡oh, la sonrisa de Emilio “Bomba”, clásica
luego en todos los “Bombita”…..!- le hizo dueño del público sevillano, y
después, enseguida, de todos los demás…………….el “niño de Tomares” se colocó
entre las primeras figuras del Toreo. Durante cinco años no faltó su nombre en
ningún cartel de categoría, junto a los de Mazzantini,
Guerrita, Reverte……Pero, muy castigado por los toros y muy mermadas sus
facultades, se inició su decadencia artística”
El gran aficionado Mariano de la Riestra, en su libro La fiesta de los toros, escribe:
"Fue de los toreros que mejor empezaron; lo hacía todo, hasta saltar con la garrocha; cambiaba con capa y banderillas y toreaba muy bien de muleta, sobre todo los pases ayudados y los de pecho; con la espada no desmerecía y mataba, especialmente en sus comienzos, arrancando con los pies juntos y dejándose caer sobre el morrillo.............................Emilio Torres, Bombita mató más de un toro con mucho estilo. Algo parecido hacía Domingo del Campo, Dominguín y Regaterín, los hermanos Vázquez, Andaluz, el Estudiante, etc...........................Alegre y con simpatía en la plaza, su sonrisa le ganó el afecto del público. Se casó, engordó demasiado y perdió la afición. Sus primeros tiempos colmaron mis gustos"
Jorge Laverón, en su Historia del Torero, escribe:
“Emilio Torres Bombita. Es el fundador de la dinastía de los Bombitas. Fue un torero notable, pero no
una primera figura………..Abría sus faenas con un pase ayudado que luego imitaron
todos. A partir de 1897 comienza su decadencia a consecuencia de una cornada.
En 1899 sufrió una brutal en Barcelona. Salvó la vida de verdadero milagro y ya
no volvió a ser el mismo. En 1903 se despidió del público de Madrid. Así
resumen unos versos su breve paso por el toreo:
En 1896
Bombita busca la guita,
tiene amor propio y aprieta,
llegará pronto a la meta
si no se tuerce Bombita.
En 1900
Diole un Miura una cornada
que le parecieron dos
y después de esa cornada
tan triste y tan desdichada
no se arrima ni pa Dios.
Queda en el ruedo y se mece
-oro y grana- una peonía.
(Da tiempo para que rece
Angustias su avemaría.)
Prendido por punta y cuello
el pétalo, se hinche al resuello
que el quiebro cruza y evita.
Pasó rozando la mole
y al estampido del ole
sonríe frágil "Bombita"
Gerardo Diego. Quiebro de rodillas. Recuerdo de Bombita
NUEVO MUNDO
TOROS Y TOREROS
MUNDO GRÁFICO
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Ricardo Torres Reina, Bombita, nació en Tomares (Sevilla) el día 20 de febrero de 1879. Sus padres quisieron que su hijo Ricardo cursase una profesión liberal y tranquila, muy lejos de la de su hermano Emilio, que ya empezaba a destacar en los ruedos.
Al cumplir Ricardo diez años, su hermano mayor, Emilio, ya caminaba firme entre los novilleros de categoría, lo que le permitía ayudar a los suyos. Era deseo de aquel que su hermano le costeara la carrera de médico o de abogado, sin pensar en la posibilidad de hacerse torero. Trabajó como operario de imprente, y era tan diligente que llegó a corrector.
Día a día fue infiltrándose en su espíritu la vocación torera, y aunque él mismo quisiera engañarse, contestando a sus amigos que no seguiría las huellas de Emilio, al final se impuso su marcado destino y dio escape a una afición que llevaba dentro desde hacía tiempo. Un día le acomete la idea de ser lo que su hermano era; el padre tenía el contrato de material del desolladero de la plaza de toros que, por ello, era frecuentada por Ricardo. Aprovechando un descuido paterno, toreó una becerra, lo que afianzó má sus deseos, escapándose de casa para acudir a tientas y capeas, burlando el celo de la madre, opuesta a su nueva profesión.
Valíendose de la asistencia de su hermano a una tienta en el cerrado Copero, se presentó pidiendo torear, y lo hizo con vacas y becerros. Desde entonces, aparecía donde toreaba Emilio, acabando por dedicarse abiertamente al toreo. Forma parte de la cuadrilla de "Niños Sevillanos", con "Pulguita Chico de Triana". A poco aspiraba ya a jefe de cuadrilla, y como tal se presentó con éxito halagüeño en la plaza de Campo Pequeno, de Lisboa.
Debutó en público en la plaza de Jerez de los Caballeros, como banderillero, el 10 de agosto de 1895, a las órdenes de Juan Domínguez (Pulguita Chico) . Su iniciación con novillos tuvo lugar en Madrid el 3 de marzo de 1897, estoqueando un novillo de don Tiburcio Arroyo, de Miraflores de la Sierra, al que mató bien. A partir de esta novillada, y ya separado de Juan Domínguez, torea todas las que restaban en la plaza de Madrid hasta la inauguración de la temporada de toros, alternando con los novilleros más aventajados de entonces.
Continúa de novillero los años 1897 y 1898 y sufre cuarenta y cinco cogidas, resultando herido dieciocho veces.
Hizo su presentación en Madrid el 3 de marzo de 1897. Durante su época de novillero sufrió en Madrid dos cornadas graves, una el 6 de noviembre de 1898, por el toro Greñudo, de Adalid, que le hirió en el pecho; y otra el 12 de marzo de 189 por el toro Ropero, de Esteban Hernández. "La estadística de sus cogidas -nos comenta Daniel Tapia- durante el tiempo en que fue novillero es tan grande que sus amigos es fama que en vez de desearle "buena suerte" le decían "que no sea mucho"
La alternativa se la dió el Algabeño, por no podérsela dar su hermano Emilio, debido a estar convaleciente de una grave cornada, que le cedió la muerte de Cachucho, del duque de Veragua, en Barcelona el 14 de septiembre de 1899 y la refrenda con Guerrita el 29 de septiembre de 1899 en la Feria de San Miguel de Sevilla, con un toro de Adalid. En Madrid no la confirma hasta el 10 de abril del año siguiente.
El 12 de octubre de 1899 recibe una de las mayores satisfacciones de su vida profesional, al conocer la aprobación oficial de la Asociación Benéfica de Auxilios Mutuos de Toreros (la que luego se conocería como Montepío de Toreros), la gran obra patrocinada y fundada por él, para cuya efectividad supo encontrar los asesoramientos necesarios. Su cariño por la Asociación lo manifiesta, una vez más, al organizar su despedida, cuyos beneficios exigió pasaran a ella.
En 1901 torea 39 corridas con favorable resultado. El 22 de marzo de 1902, en la corrida regia celebrada con motivo del matrimonio de Alfonso XIII, un toro de Carriqui le enganchó por el cuello. Su hermano Emilio, que estaba entre barreras, la saltó y le hizo el quite, cogiendo al toro de los cuernos.
En 1903, algo alejado de la plaza de Madrid, obtuvo un triunfo resonante con un miura en Sevilla. Es la coincidencia de sus nombres en todos los carteles importantes de 1903 de donde arranca la "competencia" con Machaquito. Según César Jalón Clarito no existió tal competencia. Bombita y Machaquito no chocan ni compiten, sino más bien conjugan sus dos valores heterogéneos.
Sesenta y una corridas suman la temporada siguiente, con un balance de 199 toros muertos. En la temporada de 1905 hizo su primer viaje a Méjico, sin que pudiese acabarla allí, por ser cogido por un toro de Piedras Negras, que le hirió de gravedad al dar un cambio de rodillas. Restablecido torea en Madrid el 25 de abril de 1906 y recibe a su primer toro con un cambio de rodillas, el más perfecto de su vida. "No quiero dejar de consignar, comenta el aficionado Mariano de la Riestra, que en una ocasión dió tres cambios de rodillas seguidos, esperando a la res a la salida del chiquero"
A pesar de sus numerosas cogidas, algunas de importancia, torea todos los años de 60 a 80 corridas. Su primera oreja en Madrid la consigue con el toro Judío, negro y manso, de la ganadería de Santa Coloma, el 12 de abril de 1912, al que obligó muchísimo con la muleta y mató de una buena estocada. Compartió cartel con Rafael el Gallo, Bienvenida y Punteret. El galardón otorgado tenía auténtico valor, pues no era costumbre concederlo en la plaza de Madrid, y aparte oscuros precedentes, sólo Vicente Pastor la había obtenido el año anterior con el toro Carbonero.
El famoso cronista taurino José de la Loma, Don Modesto, fue un declarado bombista. Para muestra mostramos la crónica del 14 de octubre de 1895, con toros de Pérez de la Concha:
"Por lo que respecta a los toreros, también van estructurados "por categorías": Bombita primero-iba a decir bajo o principal, pero aquí no contamos con escalones- Mazzantini y Litri, segundo... pero no puede ser, uno de los dos tiene que ocupar el tercer lugar. ¿Mazzantini? ¿Litri?...Me veo en un verdadero compromiso, -escribe Don Modesto-, Tú me sacarás de él. Después de haber leído, con tu superior inteligencia, a cada uno en el sitio que le corresponda. Yo, lo confieso, temo equivocarme"
El mismo Don Modesto, en su libro Desde la barrera (1910), escribe:
"En mi opinión -sólidamente cimentada en argumentos irrebatibles- Bombita es el primero de los toreros del día, y Machaquito, el mejor matador de toros"
"Ni antes, cuando Lagartijo y Frascuelo, ni después, en la época de Guerrita, se ha toreado tan cerca de los toros como lo hacen hoy Machaquito y Bombita. Pudo haber entonces más cantidad de arte y mayor suma de conocimientos"
"Bombita no ha llegado a la silla gestatoria de golpe y porrazo, empujado en la ascensión por los caprichos y devaneos de la diosa Fortuna. Ha llegado paso a paso, a costa de su sangre y devorando amarguras e ingratitudes, cien veces más dolorosas que las heridas que causan los toros"
Ricardo de Miranda y Sandoval, Marqués de Premio Real, en su libro Semblanzas de los toreros del día, Pgs. 78 y 79, editado en 1901, escribe:
"Un hermano de Emilio, de nombre Ricardo, de
apodo Bombita chico, aparecía en la
plaza de toros de Lisboa, sorprendiendo a los portugueses con su gracejo taurino, llamémosle así, a la
finura innata, la alegría y el adorno del segundo de los Bombas………Novillero reputado es ya entre los mejores el joven Bombita……Festejado y aplaudido por su
buen estilo toreando y su guapeza al herir, de que dan patente muestra sus
recientes y graves cogidas…….No le va en zaga a su hermano en lo de la risita y don de gentes, en el buen
vestir y en el rumbo y la alegría……Es fino de tipo, elegante en las maneras,
ágil en la ejecución, preciso en las suertes, y con excelentes condiciones y
temperamento de estoqueador; sale de la convalecencia de grave cogida, para
exponerse de nuevo con manifiesta valentía"
De la Biblioteca SOL Y SOMBRA. VOLUMEN VII, editada en Madrid en 1907, extraemos los siguientes comentarios:
"(Pag. 5) Próximamente por el
año 1895, y cuando apenas contaba dieciséis de edad, presentose Bombita chico en la plaza de Jerez de
los Caballeros (Badajoz), vistiendo, por primera vez, el traje de luces; llamó
desde luego la atención de los espectadores su habilidad para el manejo del
capote…………(Pag. 6)……….aquella alegría que en la plaza le hiciera tan simpático,
hasta el punto de que se le conociera por el
toreo de la eterna sonrisa……….Debutó en Madrid el día 7 de Marzo de
1897…….(Pag. 8)…Fue una buena tarde para el novel matador de
novillos……..Siempre valiente y confiado con las fieras, hubo de sufrir
numerosos percances, muchos de gravedad, que si no llegaron a entibiar el
arrojo de que continuamente alardeaba, produjeron al cabo merma visible en sus
facultades físicas; y de ahí lo desigual que en ciertas (Pag. 9) ocasiones
resultara la labor…..del niño de Tomares……..Lo
que no decayó en él, fue la elegancia y la alegría que, desde los comienzos,
marcaron la nota característica de su toreo………Con el capote y la muleta
ejecutaba todo linaje de suertes, demostrando perfecto dominio y no escasa
inteligencia, y eso hizo que el público no parase mientes en las deficiencias
que, como estoqueador, pudieran advertirse en él………Quizás para los rígidos
partidarios del clasicismo, en su nítida pureza, no resultara muy plausible
aquel toreo movido, juguetón y genial, al que Ricardo mostrose desde luego
aficionado……………(Pag. 11)…..Puede asegurarse……..que Bombita chico, durante los
cuatro años que ejerció el toreo en calidad de matador de novillos, no alcanzó
el relieve necesario para hacer sospechar que algún día pudiera ser considerado
como uno de los diestros acreedores a ocupar elevado puesto en la historia de
la tauromaquia……………(Pag. 13)……Tomó la alternativa el día 30 de Abril del año
1900, con Luis Mazzantini y su hermano Emilio Torres, Bombita, y el toro de su alternativa se llamaba Cogujaíto, de don Anastasio Martín………
(Pag. 14)…..Lució aquella tarde un terno café con oro……No estuvo muy afortunado……….(Pg.
37)……..Ya en 1901, puede afirmarse que la personalidad artística de Ricardo
adquirió tonalidad vigorosa…..(Pag. 38)…….Durante aquella temporada, convenció,
aun a los más exigentes, de que en él teníamos un torero hecho y derecho; pero
muy mediano matador, sobre todo muy desigual, no ya por falta de arrojo, que
siempre le ha sobrado, sino por carecer acaso de las facultades necesarias para
deshacerse pronto y bien de los toros……..Con la muleta en la mano, se le veía
una y otra tarde ejecutar faenas que sin dificultad hubieran disputado por
suyas los más célebres espadas antiguos y modernos….Pisando a la continua
terrenos en los que muy contados matadores han querido entrar, parado, ceñido,
toreando de brazos como quien mejor pudiera hacerlo………..(Pag. 39)……No vacilamos
en asegurar que el único punto débil, vulnerable de Ricardo, era el modo de
ejecutar la suerte suprema, desde el momento en que arrollaba la muleta al palo
y se armaba para la muerte……….Aquí cambiaba la decoración por completo: el
valor se convertía en prudencia, el saber en ignorancia y la decisión en dudas
y vacilaciones, que acababan la mayoría de las veces traduciéndose en un
cuarteo descarado al dar la estocada…………..Nuestro compañero Dulzuras escribió en el Almanaque del Tío Jindama para 1902, las
siguientes apreciaciones: “Matando no ha sido tanto; pues rara, muy rara, ha
sido la vez que ha (Pag. 40) entrado por derecho, y pocas veces ha corrida
parejas su valor toreando con el que ha mostrado al matar. Pero rara ha sido la
tarde que el público no le ha tocado las palmas”…………….(Pag. 87)……………Nuestro
juicio puede ser condensado en esta frase: “Bombita chico es un gran torero,
que no ha cogido todavía la muerte a los toros”………(Pag. 88) Advertimos entre
Rafael González y Ricardo Torres ciertos asomos de noble competencia………El
sevillano y el cordobés se complementan……..Aquél es el torero fino,
inteligente, alegre y adornado, que con el capote y la muleta ejecuta verdadera
labor de filigrana, pisa terrenos que muy pocos diestros han pisado, posee
dominio absoluto de las suertes, y es, en fin, un artista concienzudo y
valiente, que bien pudiera, sin menoscabo, afrontar comparaciones con lo
maestros consagrados por la historia del arte de los toros………Machaquito, en cambio, es le matador
arriscado, que todo lo hace a fuerza de arrojo, y en el que se advierten, muy
embrionarias aún, condiciones para ser algún día un buen torero..........(Pg.
89) Bombita chico no ha llegado a ser
un matador de toros perfecto; cuando logre desterrar las deficiencias y
resabios que en él se advierte a la hora
de la verdad, será el amo del cotarro……….Dadas sus aptitudes, sus
facultades, su afición y la inteligencia de que tantas y tan repetidas muestras
ha dado en el curso de su carrera, el público inteligente espera de él que haga
mucho más, a fin de proclamarle, sin reservas, el mejor de los toreros que al
presenten figuran en primera línea……….Ricardo Torres merece ser considerado como
el Lagartijo de estos tiempos; Machaquito tiene bastantes puntos de
semejanza con Frascuelo……..(Pg.
91)……Desde la fecha en que su hermano Emilio se retiró del toreo, Ricardo
suprimió el calificativo de chico en
su apodo (Pag. 92), y empezó a figurar en carteles con el de Bombita a secas"
"Un mes antes de
retirarse el Guerra, Ricardo Torres y Reina, entonces aún Bombita chico, había tomado la alternativa. Estaba, por
consiguiente, sin hacer. Y un año después del corte de trenza de Rafael, el
otro Rafael, Machaquito, se hacía
matador de toros……..En seguido, para el toreo, comienza, no la época de Antonio
Fuentes, sino la de Bombita y Machaquito. Ellos son los que cuentan
con las grandes masas de partidarios; ellos son los que mandan en los ruedos, y
ellos son los que se crean con sus procedimientos fuera del toro los grandes
enemigos que se oponen siempre a las grandes figuras de la Fiesta …………..Desde 1901
hasta 1910……, Ricardo Bombita y
Rafael el Machaco estuvieron a la
cabeza de su compañeros con auténtica luz propia…………..Podríamos decir que Bombita chico y Machaquito fueron dos grandes toreros, que en los tiempos actuales
se hubieran puesto al nivel de sus compañeros y hubieran toreado en la forma
que se dice moderna e insuperable. Nadie se adelanta a su tiempo………….Ricardo
Bombita tenía en 1913, año de su retirada, treinta y cuatro años y casi tantas cicatrices
producidas por asta de toro como años de vida. Machaquito contaba doce meses
menos, y tampoco el dinero ganado legítimamente lo hacía conseguido de una
manera incruenta…………Ricardo Bombita procedió como un sabio, como el hombre
listo que fue siempre, y al encontrase cansado, aunque con chispazos de gloria,
frente al niño torero que venía (Joselito), se retiró sin decadencia y entre
admiraciones en su última temporada………..Poco después, Machaquito, más sobrio,
conocedor de que su compañeros era Ricardo Torres y nadie más que Ricardo
Torres, se retiró también, considerad su misión finada……..Y la etapa acaba. Una
etapa que llena muchas temporadas. Una etapa que no desdice demasiado de otras
épocas………Creo que Bombita y Machaquito podrían hoy con los toros y
con muchos toreros. Su pundonor, que no se me ha olvidado, me permite
asegurarlo."
En el libro El Sabio y el Fenómeno en la temporada de 1914,
escrito por Juan Guillén Sotelo, podemos leer un comentario acerca de las
retiradas de Bombita y Machaquito:
“Puestas grandes masas de los públicos (el año de 1913) en
contra de un gran torero que durante catorce años puso a servicio de esos
públicos su arte genial, extenso, gallardo y voluntario, aun con sus
imperfecciones, que las tuvo muy grandes. Cansado y agostado de la lucha un
matador excepcional, con estilo propio, sui géneris, no ajustado ciertamente a
arte. Cosidos a cornadas ambos, al final de la temporada se retiraron; el uno
ostentosamente, buscando auras de popularidad y ambientes de grandeza; el otro
obscuramente, dicen que en una desilusión rápida en que se creyó agraviado.
Eran Ricardo Bombita y Machaquito”
Cossío, en su libro Los toros, escribe:
"Volvió a la temporada siguiente a torear con nuevos bríos, prodigándose en todos los carteles y con los arrestos y entusiasmos de un novel. Pero el panorama de la fiesta había cambiado y presagiaba cambiar más aún. El partido de Rafael el Gallo se agrupaba ahora alrededor de su hermano Joselito, que aparecía con ímpetu verdaderamente triunfal, aumentando con muchedumbres de nuevos devotos. Por otra parte, la aparición sensacional de Juan Belmonte como novillero, anunciaba, sin haber lugar a dudas, que la atención y el interés del público habían de concentrarse en los dos nuevos diestros. Bombita, dando una prueba más de su inteligencia, debió comprenderlo así, y decidió su retirada al finalizar la temporada"
Se despidió de los toros en Madrid, el 19 de octubre de 1913, con el cartel de Bombita, Rafael el Gallo, Joselito y Regaterín (que sustituyó al anunciado Belmonte, por estar éste lesionado), con cuatro toros de Concha y Sierra y cuatro de García de la Lama. Presidió el festejo S.M. el rey de España y los fondos del festejo fueron íntegros al Montepío de Toreros, que el propio Bombita había creado en 1909. El resultado artístico de la corrida estuvo a la altura de la solemnidad. A su último toro, de la ganadería de Salvador García de la Lame, negro, bragao, y de nombre Cigarrón, le realizó una gran faena, cortándole una oreja, y se ganó una gran ovación en medio de una lluvia de flores y un ruidoso revolar de palomas. Se dió el caso insólito en la plaza de Madrid que, cuando Bombita muleteaba brillantemente a su último toro, sonase la música en su honor, caso que solamente se ha repetido cuando Antonio Bienvenida, en su triunfal despedida de Octubre de 1966, brindó un par de banderillas a la banda.
En las Memorias de Clarito, de César Jalón, leemos:
"Al matar Bombita el quinto toro, su último,..........hácese un alto en la corrida. Los toreros, bajo el clamoreo popular, rodean a Ricardo. Antes de alzarlo para pasearlo a hombros, unos le abrazan; otros estrechan su mano. Mientras él aprieta la de Joselito -que le había brindado su toro de Concha y Sierra- le advierte amablemente:
-Gracias, José. Y mira, yo ya he terminado mi vida torera.No me comprometas ofreciéndome banderillas en tu próximo toro.
En efecto, al tocar a banderillas para su toro, Joselito.........se las ofrece a Bombita. Que tienen la caballerosidad y el puntillo de no evidenciar, con el desaire, la impertinencia y de no rehuir una postrimera pugna, a todas luces desigual y extemporánea.........El hecho, inadvertido del gran público, sirvió de pasto a los taurinos. Y estos a quienes yo escuchaba lo enfocaban desde diferentes puntos de mira, sin que faltase el del rencor revanchista de los Gallo. Tuve por más ecuánime y certero aquel que atribuía el mal comportamiento de Joselito a su irrefrenable amor propio -candela ardiente de toda su vida- y a sus pocos años".
En estas Memorias de Clarito, César Jalón relata una anécdota muy significativa de la fuerza con la que Joselito irrumpe en el mundo del toreo en el que Bombita era una de las principales figuras:
"Aquel Joselito, chaval imberbe, a quien Ricardo fingía negar beligerancia, se estaba adueñando de la fiesta. En feria de Valencia alcanza Ricardo gran éxito una tarde. A la siguiente, estalla una ovación al romperse el cuadro del paseíllo. Ricardo la estima tributada a él en recuerdo de su meritoria labor, y al quitarse la motera, le rectifica el público: "¡No es a ti! ¡Es la pollastre!" Y el sínodo bombista, consternado, toma nota en sus deliberaciones a puerta cerrada"
Ricardo había sido nombrado por críticos y aficionados Papa Blanco de la Tauromaquia.
Vivió retirado en Barcelona y murió en Sevilla, el 29 de noviembre de 1936
Bombita, fuera de los ruedos, tuvo una gran trascendencia en la historia de la Fiesta: uno de ellos es el pleito de los Miuras, y el otro la creación de la Asociación Benéfica de Auxilios Mutuos de Toreros, conocida por el Montepío de Toreros.
El pleito de los Miuras, allá por los años 1908 y 1909, se debió a la obligación que Bombita quiso imponer a las empresas de aumentar los honorarios cuando se quisiesen poner en cartel las reses de la fatídica ganadería. El pleito desencadenó una polémica, en su mayoría adversa a Bombita.
-¡Que no toreen!¡Otros torearán!, contestan los empresarios.
"¿Qué va a ser de mi vida a partir de ahora? Ya no volveré a ver a Bombita. Se ha acabado mi juventud"
Ramón Pérez de Ayala, tras la retirada de Bombita
"Uno de los niños de mayores exigencias y uno de los toreros más efectistas que existen……….Ricardo Torres fue el torero que más corridas lidió durante la temporada de 1905……….Joven y lleno al parecer de entusiasmo por la profesión a que se dedica, siendo más efectista que los demás toreros, con un juego de brazos digno de estima y con una ignorancia tan grande como son sus facultades………Decir que Bombita no mata toros me parece inútil……..Bomba es uno de los toreros que más toros se deja vivos, prueba de ello es que la mayoría de las veces tiene que recurrir al descabello……….Otro de los defectos, inmenso, garrafal y digno de las mayores protestas es el de salir abanicando a los toros por las afueras sin fijarse en si estos tienen o no facultades………, sin tener presente que dicha suerte se ejecuta sólo con los toros que traen facultades a fin de restárselas…………También tiene el defecto de adelantar la pierna contraria, de dar salida a los toros antes que lleguen a jurisdicción, de colocarse en el primer tercio dos o tres pasos por delante de sus compañeros, a fin de llegar a ejecutar antes el quite………Vosotros, pues, los que decís que Bombita ocupará el sitial que dejó vacante el gran coloso de Córdoba Rafael Guerra (Guerrita); vosotros que ya creeis ver en el diestro de Tomares al Dios, al non plus ultra de la torería………., es necesario que os comprimáis un poco y procuréis ver lo que valen sí, algunas de las suertes que realiza, pero que veáis también lo muchísimo malo que hace, y que vosotros, sin embargo, sancionáis como perfecto."
Enrique Minguet “Pensamientos”, en su libro Divisas y Coletas, 1908, Pgs. 101 y 102, va dulcificando su juicio:
"De triunfo en triunfo fue este
torero…….Durante el tiempo que fue matador de novillos, causó admiración de
todas las gentes; su valor era poco vulgar, su modo de manejar capa y muleta,
eran cosas verdaderamente dignas de loa…….; llegó al doctorado rodeado de fama
justa, adquirida en buena y franca lid……; diestro valiente y habilidoso, que
posee “vergüenza torera”, lidiador lleno de afición y entusiasmo por el arte
que cultiva….., es el verdadero, el legítimo candidato para ocupar el puesto
que deja vacante el clásico Antonio Fuentes……….Cada día consolida más su
fama…..; se le motejaba que su toreo lo llevaba a la práctica teniendo los pies
excesivamente separados; Ricardo, que es hombre atento a enmendar aquello que
redunde en beneficio del arte que enaltece, torea más erguido, con los pies más
juntos."
"Hablar de lo que Bombita hizo en 1910, de su
labor excelente, de su desmedida afición; hablar de lo que Ricardo Torres
consiguió como torero en esta temporada, sería tarea larga y casi inútil,
consignando que para todos fue el mejor……..Allí donde actúo el torero de
Tomares, allí estuvo el diestro de vergüenza, el torero alegre e
inteligente………, a veces se le exigieron faenas lucidas con toros imposibles, y
se le censuró injusta e indebidamente……..; se reexige, se le precipita a la
retirada………; no se le considera, y, como al Guerra, se le echa, sin comprender
que el día en que Ricardo Torres se marche, se va el torero alegre,
voluntarioso, de vergüenza torera; se va el diestro alegre e inteligente; se va
¡¡Bombita!!"
Volvemos a Enrique Minguet "Pensamientos", que en su libro Pases de castigo, 1912, Pgs. 188 a 191, escribe:
Volvemos a Enrique Minguet "Pensamientos", que en su libro Pases de castigo, 1912, Pgs. 188 a 191, escribe:
"Como matador de novillos fue uno de los que
mayor número de corridas torearon…….Este torero, figura de tanto valimiento en
la torería contemporánea, tuvo temporadas en las que logró honra y
provecho…….Es uno de los matadores de alternativa más castigados por los
toros………Como torero posee Ricardo abundante, fino y alegre repertorio; es de
los que más trabajan durante la corrida, tratando siempre de agradar a los
públicos; acude a los quites con verdadera prontitud, siendo en el anillo la
verdadera providencia de sus compañeros; con la capa hace tanto como el que
más, a su manera y a su modo, pero siempre alegre, con el compás abierto,
recargando bien la suerte; con la flámula hace faenas completas, porque sabe lo
que trae entre manos, y lo ejecuta lo mismo que lo sabe; es de los toreros más
valientes, y por lo tanto de los que más pisan el terreno del toro, haciendo
muchas veces de un buey un toro bravo; es un rehiletero que parea bien de todos
modos y de todas formas, haciendo preparaciones alegres y vistosas; es un
matador de toros que muchas veces mata bien, pero la mayoría, forzoso es
confesarlo, arranca en forma, pero se enmienda en el viaje y resulta la cosa
poco lucida; torea y para mucho: esa es la figura notable de Ricardo Torres
(Bombita)"
Luis Uriarte, en su libro Figurones taurómacos, editado en ¿190.?, en las páginas 14-16, escribe:
L.Moya de Arpí, en El Album del Eco Taurino. Madrid, 1912, escribe:
"Yo mismo, el año94, a raíz de la muerte del Espartero, asistí a la presentación de
Ricardo y de Rafael Gómez, en Barcelona, y en calidad de niños adelantados. Y
en mis crónicas taurinas….apunté la valentía del uno y la elegancia y suavidad
del otro, para el cual eran las palmas y atenciones……Después siguió el novillero
y más tarde, el matador de toros, siempre valiente, con una decisión dura,
enérgica, como impuesta por una inquebrantable voluntad…….El niño enclenque se
transformó en el hombre ágil, suelto y no por obra de la naturaleza en su
propio desarrollo, sino por la fe y constancia del interesado, que se
martirizaba asimismo y se imponía una obligación……En la esfera del arte ha sido
un revolucionario……Ha roto lo clásico del toreo y ha hecho un estilo suyo, muy
movido, excesivamente inquieto, pero efectista, alegre, bullidor, que distrae,
convence y acaba por entusiasmar…….Este diestro, con todos sus defectos de
inseguro matador, ha llegado donde solo llegan los escogidos"
Luis Uriarte, en su libro Figurones taurómacos, editado en ¿190.?, en las páginas 14-16, escribe:
"Bombita fue el rey tuerto en una tierra de toreros ciegos.
Los años de su apogeo correspondieron a los de manifiesta decadencia del toreo:
retirado Guerrita y Fuentes en notoria merma de facultades físicas………..Cuando
apareció en el ruedo, era un chiquillo enclenque……, y, cuando se retiró, era
uno de los toreros más ágiles y fuertes que han existido………Basado en estas
facultades y en valor a prueba de cornadas, pisó terrenos que no todos pisan, y
así pudo adquirir fama de torear como nadie a los toros mansos……….Afición,
valor, simpatía, facultades,
alegría: todo lo reunía el
diestro de Tomares. En los tres tercios de la lidia, bullía y divertía con su
toreo fino, elegante, movido y efectista. En cuanto al estilo, tenía la fealdad
de ejecutar las suertes de capa y de muleta demasiado espatarrado……Como
matador, sólo se me ocurre decir que fue malo, muy malo, muy
requetemalo……..Afable y servicial,….Tenía lo que se llama “don de gentes”, y
con una sonrisa disimulaba su disgusto."
L.Moya de Arpí, en El Album del Eco Taurino. Madrid, 1912, escribe:
"Yo mismo, el año
F. Bleu, en su libro Antes y después del Guerra, escribe:
"Bombita se hizo a imagen y semejanza de Rafael Guerra. La semilla degeneraría, si se quiere, rindiendo un producto de peor calidad, pero el origen es el mismo. Rara es la suerte es que no han coincidido sus gustos y su factura. Sus defectos capitales podrían someterse a una misma censura..............Claro está que Guerrita aventajaba a su sucesor más directo en conocimiento general del mecanismo de la lidia, en recursos para acabar con los toros, y más que nada, en aptitudes naturales. Esta ventaja se compensaba en parte por el cariño y la devoción que Bombita tuvo siempre por su oficio, y que su precursor no sintió apenas"
"En el haber de la cuenta de Bombita con el público inteligente, figuran las considerables partidas de una inmensa afición por los toros; de un valor de adolescente, alegre y simpático; de una técnica de capote y muleta que, sin impresionar, divertía; de un segundo tercio cuajado de atractivos; de un constante deseo de cumplir. En la página de enfrente, en el debe, hallamos: el vicio incorregible de lidiar, de capear, de trastear y de herir a compás abierto; la desdicha de tener que quitarse de los toros sin haberlos encontrado la muerte; la escasez de sustancia emotiva en la factura de su toreo, y sobre todos sus errores y deficiencias, el tropezón mayúsculo e indisculpable en su ridículo veto a la ganadería de Miura..............A juzgar por la muestra que vimos los madrileños y por las noticias que llegaron de provincias, su último año de lidiador merece toda suerte de aplausos y encarecimientos. Quizá fue el más brillante y el de más verdad torera, entre los catorce de su ejercicio. Todo él, coronado por una retirada de valiente, de generoso y de caballero"
José de la Loma, "Don Modesto", en su famoso libro Desde la barrera, editado en 1910, escribe:
"Bombita es un torero completo, sin olvidar su deficiencia a la hora de matar. Desde que empieza la corrida hasta que concluye, la figura de Bombita no deja de sustraerse a la atención pública, y se da el caso un millón de veces de estar trasteando un toro difícil otro matador, y, sin embargo, los ojos del público no se apartan de Bombita. Esto sólo sucedía con el Guerra...........................Bombita es un torero desde que sale la cuadrilla hasta que arrastran el último toro. Está tan cerca de los toros como nadie estuvo hasta él..........................En la muleta carga mucho la suerte. Es cierto que con las piernas abiertas; pero es que de otro modo sería imposible hacerlo en conjunto; es el mejor muletero que yo ví hasta él y en un terreno que ninguno pisó, y los pases son de tanto castigo que se puede decir que mata los toros con la muleta y corrige los defectos a su voluntad"
César Jalón, en su libro Grandezas y miserias del toreo, escribe:
"Los dos toreros más pundonorosos que haya conocido el siglo: Bombita y Machaquito. Cuanto son se lo deben, más que a las circunstancias y mucho más que a sus facultades, a su afición y a su voluntad: a sí mismos. Valen más de lo que pueden, física y artísticamente"
Bombita. Muletero por excelencia, no sabe matar. Pero en las tardes críticas ataca derecho y va a parar..................a la cama. No logra imponerle a la suerte de capa la finura que, sin llegar a lo de hoy, tiene ya en Fuentes, Rafael el Gallo y, especialmente, en Antonio Montes.................Pero en compensación, Ricardo Torres se sale, en los quites, con los toros de poder, "abanicándolos", por las afueras, o los saluda con su sorprendente y personal e intransferible "cambio de rodillas". Lo que no tiene por disposición lo adquiere por su voluntad. Y alterna la reeducación física con sus batallas taurinas, de que dan evidente testimonio en su cuerpo, ¡treinta y dos cicatrices!"
César Jalón, en su libro Memorias de Clarito, escribe:
"No hay en los fastos de este arte caso de fuerza de voluntad ni de valor perseverante al de Ricardo Torres...............Bajo su capa de señorito fino, instruido, educado y amable, late un torero heroico por excelencia: un verdadero gladiador romano, constantemente asaetado por las fieras.............Los toros le cogen mucho y, a fuer de bien dotados, le hieren sañudos del principio al fin.................."No sería tan gran torero -acostumbra a murmurar su acerbo adversario Joselito- cuando sufrió tantas cogidas"
"Y en más amplia medida torera, ondea sobre la fiesta la muleta de Bombita, victoriosa en innumerables jornadas, por más que la flojera de su espada desaire no pocos éxitos de sus valerosas faenas. Torea alegremente con el capote. Lejos Cayetano Sanz, ido Cara-Ancha y disminuido Fuentes, es acaso el capote de Bombita el más variado y alegre del primer tercio. Sobre todo en los quites, que gusta de hacer abanicando. A las veces, a la salida del toro lo recibe con el cambio de rodillas, asido el capote por la esclavina, al modo que lo hará Joselito y que lo hiciera su padre, Fernando el Gallo..............en esa llamada "larga cambiada"...........................También ameniza considerablemente el tercio de banderillas. No es puro, ni fino; pero tiene un repertorio emocionante. Y en el último tercio, su fuerte, el fuerte de los grandes toreros en tiempos de los toros grandes, la ruta del más poderoso muletero de esa década primisecular se jalona de tardes resonantes y hecho singulares; pues domina a fuerza de arriesgarse y reduce y doma a enemigos avisados o huidos que le llegan sobrados de sentido y de poder"
"Aprisionado en la historia entre Guerrita y Joselito, no es mucho lo que Bombita abulta. Contemplado entre los pitones de los toros de su tiempo -él, de complexión débil; el Guerra y Gallito, atletas-, adquiere la talla de un gigante e irradia el esfuerzo de un titán. Porque son los toros, los toros, los toros, bien comidos, bien armados, con el sentido propio de la edad, a los que no ha menester cuidar en la lidia sino cuidarse de ellos, los que subrayan la tónica de una época, si rala de arte, exuberante de gallardía y valor, de emoción y hombría. Mil ochocientos toros de ese género ha matado Bombita"
Rafael Ríos Mozo, en su libro Tauromaquia fundamental, escribe:
"Para él, con la protección de Emilio, sus principios fueron fáciles; pero luego, como ocurre siempre, cuando se lleva en el mundo de los toros un apellido famoso, le costó bastante trabajo elevarse, ya que existía siempre la comparación con su hermano mayor............Pero su voluntad, que estaba muy por encima de todo, consiguió que su nombre se impusiera a costa de tremendas cornadas, que recibía tan frecuentemente que, cuando iba a salir para la plaza, la frase de aliento de sus amigos era: "Que no sea mucho"..................Y lo paradójico del caso es que Ricardo tenía unas facultades extraordinarias, que le permitían dominar a los toros con muy pocos pases. Pero su amor propio era tan grande que no tenía más remedio que sufrir la cogida...............Con el capote era poco estético toreando, si lo comparamos, por ejemplo, con Fuentes. Ricardo elevaba demasiado las dos manos, la de dentro y la de fuera, y el lance salía feo y desgarbado, aunque tremendamente eficaz, ya que el animal parecía que era domado por aquel muchacho pálido y membrudo................Con la muleta abría desmesuradamente el compás y sometía a los toros, a los toros de entonces, a verdaderos trallazos en que se rompía toda la fiereza del animal ante aquella muleta castigadora y dura................Con la espada era bastante inseguro y pinchaba frecuentemente antes de coger la estocada, lo que le hacía perder mucho enteros en la comparación con su rival amañado (una rival más de prensa que real) Machaquito, que se volcaba sobre los morrillos de los toros y dejaba el estoque en todo lo alto..................Fuera de los ruedos Bombita fue un auténtico señor, hasta el punto de que un periodista de aquella época escribió lo siguiente: "¿Se ha despedido un torero? No, señor; un caballero".........Porque caballero fue en su existencia profesional y en toda su vida particular"
"Don Indalecio", en el número 3 de la Colección "Grana y oro", titulada "La Tauromaquia en el siglo XX", escribe:
"(Pgs. 17-19)…..Triunfó en
este arte, como hubiera triunfado en cualquiera otra profesión a la que se
hubiera dedicado. Tenía voluntad, tesón y aptitudes para conseguir lo que se
propusiera………….Fue un continuador de Guerrita
con bastantes cosas menos y algunas más, según la distinguida frase de Don Modesto, el famoso y bombista
crítico de El Liberal
madrileño……..Ricardo Torres era inteligente, pundonoroso, muy buen muletero,
vistoso y variado con el capote, banderillero fácil que lucía mucho en los
jugueteos previos, que nadie después ha repetido a su manera, y deficiente
matador. Su presencia en el ruedo daba en todo instante la sensación de que
allí se encontraba una primera figura……….Con la muleta se apoderaba de los
toros mansos con una inteligencia y una hombría que hemos visto en pocos
toreros. Y en una época en que no se cuidaban tanto las castas, ni las primeras
figuras hacían ascos en las grandes ferias a las ganaderías duras. Aquel pleito
de los miuras……, si había razón para él, tenía la justificación de que los
ases, señaladamente Bombita y Machaquito, tenían que despacharlos
todos cada temporada………….Ricardo Bombita
fue muy castigado por los toros. Rara fue la temporada que realizó
completa……..Tuvo Bombita muchos panegiristas y muchos detractores. Lo de
siempre. Los segundos, en ocasiones, lo persiguieron con saña…….Y Ricardo Bombita no se la merecía. Lo puso todo
al servicio de los públicos. Y llenó su puesto de primera figura durante
catorce temporadas y su época no está distribuida entre varios diestros de
primera fila. Su época quiérase o no, será para la Historia la de Bombita y Machaquito……….En mi opinión particular, a Ricardo Torres puedo
oponer a Joselito el Gallo como mejor
torero, como el más grande de los toreros……….Mas, a pesar de esa mi opinión,
siempre me revuelvo contra el criterio un poco bilioso, un tanto a cabeza
pasada, de a que a Ricardo Bombita lo
echó Joselito. Y lo aseguran los que fueron gallistas de Rafael, que nada tenía
que ver con las maneras toreras de José. Los que así opinan manejan un poco la vendetta familiar."
Gregorio Corrochano escribe:
"La personalidad de Ricardo Torres, lo que le colocó a Bombita en la primera figura de su época, fue el toreo por bajo, en el que no tenía rival. Por esto, aun siendo un matador deficiente, le llevó la delantera a Machaquito.........................Bombita fue el pararrayos de su tiempo. El pleito de los miuras tenía a Bombita por cabeza visible; no se veían ni los toreros que le seguían, tapados con Bombita, ni los ganaderos que amparaban en Bombita, y en el pleito, la venta segura de sus camadas. Y el público, como siempre crédulo a campañas y barullos, cuando era conducido Bombita -uno de los toreros más valientes que ha habido- a la enfermería, con el tendón de Aquiles partido por un miura, le increpaba y le tiraba almohadillas, porque creía que se iba para dentro sin nada, por miedo a los miuras"
Cossío, en su libro Los toros, escribe:
"La competencia Bombita-Gallo, aunque llevaba evidentes ventajas Ricardo en dominio y en temperamento peleador, le perjudicó mucho por el flagrante contraste de dos manera de toreo en las que la gracia, la finura y el arte estaban en las tardes afortunadas del lado de Rafael. Los partidos que sostuvieron esta rivalidad fueron más enconados y su pugna más violenta que en la protocolaria competencia Bombita-Machaquito.........................................................Fue Bombita un torero largo, alegre y dominador, pero de estilo poco depurado. Su capital característica fue la valentía, terminado su carrera materialmente cosido a cornadas. Ninguno de los diestros conocidos puede ponerse en parangón con él en este aspecto; ni Frascuelo, que sufrió cogidas tan graves, pero en menor número, ni posteriormente Belmonte, al que los toros han tropezado más veces, pero generalmente sin consecuencias graves. Después de su valor, merece subrayarse su dominio, dominio de los toros por valentía más que dominio de las suertes por saber técnico............Su repertorio de quites fue variadísimo, su fuerte era la muleta, con la que dominaba a los toros. Deslució muchas buenas faenas con el estoque"
"La empresa a que dedicó Bombita sus mayores esfuerzos y entusiamos, siendo ella título suficiente para que su nombre se conserve entre los más ilustres del toreo, fue la fundación del Montepío de Toreros o Asociación benéfica de auxilios mutuos de toreros, que fue su nombre oficial"
Néstor Luján, en su libro Historia del toreo, escribe:
"...a pesar de haber sido un muletero experto, lo fue sólo a costa de feroces cornadas. Junto con Carnicerito de México y Luis Freg, ha sido el torero más constantemente castigado por los toros.....Como torero poseyó tan largo repertorio como el Guerra, pero careció de un estilo depurado y de aquella fertilidad persistente en los quites....Con la verónica sólo supo dar unos mantazos impresionantes, que trababan al toro y le paraban la estampida de salida....Como banderillero fue completo, vistoso y cascabelero....Su fuerte fue el uso de la muleta...Fue un compendio de recursos, de dirección de la lidia, de vistosidad, de saber estar en la plaza"
Según Cossío "su competencia con el Gallo, aunque llevaba evidentes ventajas Ricardo en el dominio y en temperamento peleador, le perjudicó mucho por el flagrante contraste de dos maneras de toreo en las que la gracia, la finura y el arte estaban en las tardes afortunadas del lado de Rafael"
Jorge Laverón, en su Historia del Toreo, escribe:
“Ricardo Torres Bombita. Fue Bombita
un torero de considerable afición; de un valor alegre, de una técnica con
el capote y la muleta, que sin imponer, divertía………….En 1913, viendo Bombita su falta de recursos para
competir con la figura emergente de José Gómez Ortega, Gallito, decide retirarse de los toros”
“Para don José de la Loma , don Modesto, Bombita fue
un segundo Guerrita con muchas cosas
menos y algunas más. F. Bleu es más ecuánime: Bombita fue un imitador bastante fiel del cordobés, aunque la copia, en
lugar de ampliada, resultase reducida”
Fernando Claramunt, en su Historia gráfica de la Tauromaquia, escribe:
"¿Qué aporta Bombita en la Tauromaquia de comienzos de siglo? Es preciso partir de su enorme y simpática personalidad; dotado de gran don de gentes y de una sonrisa constante capaz de disimular cualquier defecto técnico, devuelve a la afición las ganas de aplaudir y lleva a la gente a las plazas en competencia con su rival y amigo Machaquito..................Es verdad que con su poderosa muleta llega donde nadie ha podido llegar, pero con la espada pincha más y pero que diestro alguno....................No se puede negar, por otra parte, que con el capote es muy variado, que está oportunísimo en quites.................El picotazo de la crítica le acusa de "bullidor", mientras el torero ve su actividad incesante en el ruedo como una virtud taurina. Le acusan también, en el manejo de las telas, de cargar la suerte en exceso y antes de entrar el toro en jurisdicción para que pase lo más lejos posible. Pueden ser sus trasteos vistosos, pero resultan demasiado movidos, torea mucho sobre las piernas y es poco eficaz a la hora de preparar el toro para la estocada. Su "mala suerte" con el acero empieza mucho antes, en este trasteo inapropiado.................Ha pasado a la historia como diestro dominador y variado de repertorio.................Como todos los toreros "largos" de dilatada carrera y sin reparos para prodigarse, los públicos fueron muy duros con él en los últimos años"
El mismo Fernando Claramunt, en su libro La mirada del torero, escribe:
"Se le llamó El torero de la sonrisa, gesto que no aparece en el retrato que le hizo Don Fernando Parladé, Conde de Aguilar, en 1904, ni el debido a los pinceles de Ramón Casas, donde todavía muestra el semblante más serio y preocupado. Vázquez Díaz, por su parte, acentúa la expresión absorta, desengañada y remota; lo efigia hundido en cavilaciones dentro de un vestido de torear bordado en negro. Los tres pintores coinciden en retratar el negativo de una imagen pública que parecía todo lo contrario. El alegre, correcto y refinado Ricardo Torres Reina, apodado Bombita, como sus hermanos toreros Emilio y Manuel, aportó simpatía y gracia sevillana al concepto de la lidia dominadora y dura que hasta entonces representó el cordobés Guerrita......................En las manos de Ricardo, capa y muleta jugaban con gracia casi infantil frente a los afilados cuernos de los toros de la época. Las banderillas eran, antes de clavarse, pretexto para una danza airosa; sobre el lomo ensangrentado procuraba el torero que pareciesen adorno de colores y no castigo. La técnica impecable preparaba el momento solemne de la estocada desde que el torero se abría de capa en los primeros lances. Sin embargo, como estoqueador nunca destacó. Enemigo de la crudeza y de lo sangriento, tendía a matar los toros a la manera de Chicuelo y Pepe Luis Vázquez, diestros tocados por el sevillano ángel; de ellos dice Aquilino Duque que dejaban media estocada "por compromiso y porque no tenían más remedio". Viendo a Bombita no se sentía en los tendidos la menor sombra de brusquedad para dominar a una fiera. Estamos muy lejos de la dura técnica formulada por el Guerra con expresión vulgar, tosca: "Al toro, leña siempre"
"Bombita lidia con maneras de gentleman...............En la calle viste como los varones más elegantes; corbata de lazo, camisa impecable y cuello duro..........nada del traje corto andaluz. Gasta brillantes zapatos y botines...............La cara fue cambiando a lo largo de su carrera taurina, no tanto como la de otros diestros. La faz aniñada inicial cobró aires triunfales en los años de mayor gloria y fortuna. El rostro era el de un niño mimado por los públicos. Un periodista de aquella España de Bombita y de Alfonso XII, El Caballero Audaz, le llamó el torero de las mujeres"
"Los aficionados saben que en 1913 sufre el acoso durísimo de un joven torero de moda; José Gómez Gallito, sobrado de juventud, facultades, ambición y soberbia, pretende arrebatarle el cetro del toreo. Bombita habría puesto en ridículo al hermano mayor de Gallito, Rafael El Gallo. Ese sería el pretexto para el afán de su hermano menor. ¿Una venganza gitana?......................En realidad, el carácter bondadoso de Bombita, su delicadeza espiritual y su sentido del compañerismo no le hubieran permitido jamás poner en ridículo a ningún torero. Rafael Gómez El Gallo se ponía en ridículo él sólo, sin necesidad de nadie...........Bombita no tenía nada que ver con todo aquello"
"Fue un matador muy castigado por los toros y por la mala suerte. Tuvo numerosas cogidas graves, más que Frascuelo, su compañero Machaquito y Belmonte, que tuvieron fama de valor temerario. Bombita, dominador, largo, rico en recursos, conocedor de las reglas clásicas del toreo, sufría demasiados percances. No es fácil explicar el porqué de todos ellos. Por si fuera poco, en dos temporadas perdió buen número de corridas por herirse con la espada en el talón de Aquiles"
José Alameda no tiene una gran opinión sobre su toreo:
"Bombita como personaje, es importantísimo. Llena el escenario de la vida española de su tiempo y crea una institución famosa: el Montepío de Toreros.............Frente al toro es el Guerra en malo: buscando antes que nada el dominio, pero con un torero demasiado despatarrado y sin penetración alguna de los valores del auténtico toreo que el Guerra concibe y hasta describe, pero que por el momento, según se ve en sus sucesores inmediatos, sembró en tierra estéril"
"Por un momento, se esbozó una especie de competencia entre Bombita y El Gallo..............Competencia fugaz, por desigual, ya que Bombita, poderoso y valiente, no encontraba enemigo en Rafael, aunque, por contrapartida, cuando éste se inspiraba, no tenía "ni para el arranque" con El Bomba"
"Bombita se distrae con el llamado "pleito de los miuras". Quiere que los toreros cobren más cuando lidien toros de la célebre -tristemente célebre- ganadería. Y pierde el pleito. Pero solo aparentemente, porque logra un efecto ya irreversible, el de que el público se acostumbre a la idea de que puede haber toros indeseables y, como corolario, toros escogidos.Y esto, que antes era clandestino, bochornoso, al plantearse abiertamente va haciendo que los aficionados se habitúen a la idea y acaben por tomarla como cosa natural, consabida, que se da por supuesta. En todo contrato, además de los emolumentos y de los alternantes -o primero que ellos- entrará, para los diestros de categoría, la consideración de su preferencia respecto al ganado"
Daniel Tapia, en su Historia del toreo, escribe:
"Bombita fue un torero largo y dominador, pero no de gran estilo. Su valentía pocas veces ha sido igualada y terminó su carrera materialmente cosido a cornadas. Su repertorio de quites fue variadísimo y su fuerte fue la muleta, desluciendo muchas faenas a la hora de matar"
Carlos de Larra, más conocido como "Curro Meloja", en su libro Grandes maestros de la Tauromaquia, escribe:
“Ricardo Torres, Bombita
II.Ejemplo admirable de entereza para la lucha, firmeza de carácter y
aprovechada inteligencia –en la plaza y fuera de ella- es el de este torero, a
quien “Don Modesto” llamó “el Papa taurino”……………Por sus méritos artísticos,
indudables, pero tanto por su talento y habilidosa política, se hizo enseguida
dueño del cotarro taurino. Comprendió, sin embargo, que le convenía un
competidor para realzar más su figura, haciéndola discutida. Y lo halló pronto
en “Machaquito”, con quien tácitamente entabló amigable consorcio, que eso fue,
en realidad, aquella competencia con vistas a la calle. Pero el artificial
calor en que vivió la fiesta unos años entre “bombistas” y “machaquistas”, se
convirtió después en brasa viva, acaso por una torpeza de “Bombita” –la única
suya- que dio lugar al resurgimiento de Vicente
Pastor y Rafael “El Gallo”, con quienes la apacible pareja imperante tuvo
ya que arrostrar una competencia bipartita, efectiva y dura. Pero aunque
entonces azotaran ya de verdad a Ricardo los vientos de la lucha y de la
pasión, él supo mantener gallardamente su jerarquía hasta el final que
comprendió que le llegaba al aparecer “Joselito”. Y antes de ser destronado
planeó su corrida de despedida, que se celebró en Madrid el 19 de octubre de
1913, y fue para él una verdadera apoteosis triunfal………..El último que mató
Ricardo se llamó “Cigarrón”. Esta corrida fue, además, un timbre de alta gloria
para la persona de Ricardo Torres, que
cedió al Montepío de Toreros, por él fundado, su ganancia íntegra (más de
80.000 pesetas)………….”Bombita” fue un torero largo y vistoso con el capote,
fácil y adornado banderillero, muletero dominador y magnífico y matador
deficiente. Pero, sobre todo, fue pundonoroso y valentísimo, con un valor
natural y alegre, como era todo su toreo. Desgraciado, al tropezarle los toros,
sufrió más de 30 percances, muchos graves……………Su nombre quedó en la Historia del Toreo y su
espíritu vivió eternamente, con aliento fraternal de compañerismo, entre los
muros del Sanatorio de Toreros”
El historiador francés Bartolomé Bennassar, en su libro Historia de la Tauromaquia, escribe:
"Fue precisamente en 1899 cuando Ricardo Torres, Bombita Chico, hermano de Emilio Torres Bombita, tomó la alternativa de manos de José García ,Algabeño, un torero de apreciable talento y que en activo desde 1895, alcanzó su apogeo en el transcurso de los años 1899 y 1900. Bombita Chico, oriundo de Tomares (Sevilla), fue un matador mediocre pero un gran muletero, alegre y dinámico, cuyo valor no se vio afectado por las numerosas y graves cogidas que recibió. A partir de 1904 ocupó el primer puesto del escalafón, en una época, por demás, pródiga en toreros de valía, como es el caso del cordobés Rafael González Machaquito"
El gran aficionado Mariano de la Riestra, en su libro La fiesta de los toros, escribe:
"Una de sus cualidades que más estimé, fue la de cómo sabía estar en el ruedo, pendiente no de lo suyo, sino de lo que hacían los demás; bien colocado, sin estorbar jamás y atento a prestar la ayuda que su compañeros pudieran precisar............................Fue Ricardo hombre de voluntad férrea; naturaleza más bien débil, que a fuerza de sacrificios, la transformó en casi robusta, lo que explica que pudiera hacer frente a las gravísimas cogidas sufridas: treinta y cinco cicatrices y la amputación del dedo meñique de la mano izquierda son buena ejecutoria y la mejor prueba de lo afirmado. Afable en el trato, muy cariñoso y de inteligencia poco común.......................En el conocido como pleito de los miuras, Ricardo sostuvo con dignidad su papel y el de sus compañeros...................Si perdieron el pleito fue por ser nobles y por dar la cara, en vez de proceder calladamente..............................Después del asunto de los miuras, se pretendió establecer una competencia Bombita-el Gallo, que no llegó a consolidarse jamás. El Gallo no tenía carácter ni voluntad para rivalidades...............................La que sostuvo con Machaquito durante diez años fue posible porque éste era otro gran carácter, y para nada influyó en su mutuo afecto. Su noble contienda prestó un buen servicio a la fiesta, sosteniéndola en una época en que -justo es reconocerlo- no hubo exceso de toreros buenos"
"Ricardo Torres, Bombita, con adornos y alegrías al estilo de Guerrita, fue asimismo banderillero de primera línea, como su compañero Machaquito, que a fuerza de valor, llegó a dominar la forma del cambio"
“El hecho de que Bombita
(Ricardo) llegara a la cumbre del toreo, no depende fundamentalmente de su
mayor o menor esfuerzo voluntario. Eso pudo contribuir al logro de su ideal,
pero no a su conquista plena y definitiva. Hay en el algo que rebasa los
límites de la voluntad por ser de origen y naturaleza distintos. Sin sus
conocimientos, sin su gracia, sin su facilidad, sin su alegría, sin su dominio,
sin su serenidad, sin la visión del arte que tenía, ¿cómo la voluntad puede
llegar a producir aquella belleza cálida, apasionada, bulliciosa y riente de
Ricardo"
“Comúnmente al valor se le ha confundido con la temeridad,
hasta el extremo de emplear como sinónimo su significado [….] Porque la
valentía es algo aparte y distinto de la temeridad [….] .El valor es algo
sustantivo y fundamental. La temeridad es una cosa adjetiva y circunstancial.
La valentía es permanente; la temeridad es momentánea [….] La primera es un
acto esencialmente humano [….] La segunda es un impulso animal [….] Y si
queréis observar otro caso de valentía natural, fijaos un momento en Bombita. Es un chiquillo que camina
ilusionado y sonriente hacia la muerte, como si fuera una cita de amor. En
cambio, los toreros temerarios, ¡qué tragedia más espantosa la de su vida! Son
héroes por fuerza. Paraos un instante a contemplarlos. Están inquietos,
azorados, nerviosos [….] dando la impresión de que lo que quieren es vencer el
miedo y ahuyentar la cobardía, más que vencer la muerte y desafiar el peligro.
Lo fundamental en el valor es la serenidad, y en la temeridad es el
atolondramiento, la inquietud, el nerviosismo.”
El mismo Federico Alcázar, en su libro Tauromaquia moderna, publicado en 1936, escribe:
''Cómo
es posible-me preguntaba viendo pelear a "Bombita" (Ricardo) con un
marrajo-que este torero derroche tan imponderable valor en el trasteo y al
montar la espada-la mayoría de las veces- arranque con todo genero de precauciones y
alivios? ¿Cómo puede
cambiar tan radicalmente el valor de un torero en el breve espacio de tiempo
que media desde el último muletazo al disponerse a matar?" Y con Martín
Vázquez y otros
matadores me sucedía lo contrario :"¿Es
posible que este hombre, que está desconfiado y hasta medroso
en la faena de la muleta, se muestra arrojado y valeroso a la hora de
matar?" Posible sí que lo era, y ahí están los hechos para demostrarlo. Lo
que no era posible es que este tipo de valentía fuera natural. Cuando un torero
es nativamente valiente, lo es en todo momento.”
“A "Guerrita" no lo
he visto torear; pero a Fuentes, a "Quinito", a Ricardo
"Bomba" y a todos los de esa época los recuerdo perfectamente. Y
recuerdo también que cuando veía a Ricardo hacerle faena a mayar número de
toros que sus compañeros, me preguntaba un poco ingenuamente ¿por qué los demás no hacen lo mismo? Y llegaba
a esta conclusión, sencilla como cierta: porque no saben. Y así era, en efecto. Después he podido
apreciar que precisamente en esta competencia radicaba la superioridad de
"Bombita". sobre toreros tan elegantes como Fuentes, tan hábiles como
"Quinito", tan salerosos como el "Gallo" y tan arrojados
como "Machaquito". Los bobalicones de la afición atribuyen la
supremacía de Ricardo a su valentia. No es que yo intente restar
méritos al valor de "Bombita", que era imponderable. Donde esté el
pundonor de un torero allí estará siempre el nombre de "Bombita". Pero
su fama de gran torero no la debe a esto, ciertamente. Toreros tan
valientes como 'Bombita" los ha habido. Todavía en su época existieron varios.
Lo que no había, exceptuando a Pastor en algunas faenas, es un torero que le pisara a
los toros el terreno que Ricardo; que los aguantara, les cargase la
suerte y peleara tan a ciencia y conciencia como "Bombita". Esta era
la clave de
sus triunfos.”
"Acababa
Ricardo "Bombita" de ver torear por primera
vez a Belmonte. Un gran amigo le preguntó su
opinión. -Yo-replicó
"Bombita-no he conocido un torero
como ése. Lo que les hace a los toros no se lo
ha hecho nadie. Es un fenómeno, si por fenómeno se
entiende todo lo que está fuera de lo
normal"
Extraigo algunos comentarios que Bombita, ya retirado, le hace al periodista José María Carretero, más conocido con el pseudónimo de El Caballero Audaz, en su obra El Libro de los toreros:
"El día más amargo que he tenido fue en Madrid. A mí las injusticias del público madrileño eran las que más me dolían, porque era mi público...............Aquella tarde toreábamos una corrida de Miura, y yo tuve la desgracia de que me tocaron los tres bichos más difíciles que he toreado en mi vida. Al llegar al tercero, ya estaba agotado, extenuado..........Aquella tarde fue la única vez que un toro ha podido conmigo".................."Para explicar mi retirada digo como la protagonista de La Malquerida: "Era tanto y tan grande lo que me pasaba, que ya me parecía que no me pasaba nada"......................"Donde más a gusto he toreado ha sido en Madrid. Mi trabajo se adaptaba más a los gustos de este público...............Aquel público no se deja deslumbrar por faroles"...................."En toreros y toreo el público de Madrid es el más inteligente. Ahora, para conocer los toros, el de Sevilla"..........................."El torero que más me gusta, muy por encima de todos, es Belmonte. Este muchacho es un artista del toreo que hace cosas estupendas.............Claro está que son cosas que no se pueden hacer todos los días, ni con todos los toros"......................."De los toreros de mi tiempo, de los que yo he conocido, el que más me ha gustado fue Guerrita, como torero completo, torero general; después, Fuentes; éste era un lidiador más bonito, más artístico. Como matadores ha habido cuatro estupendos, que son: Mazzantini, mi hermano Emilio, Algabeño y Machaquito. ¡Esos han sido colosales!"........................."Guerra profetizó que yo jamás sería buen torero. Se apoyaba en que un torero que para pedir los trastos de matar decía: "Dame la espada", no podía ser nada nunca; según él, había que decir: "Dame la espá"....................."En mi vida artística habré ganado unos cuatro millones de pesetas"....................."Me gustaba más torear con la muleta. Con la muleta yo he tenido una seguridad enorme"....................."Yo tenía unas grandes facultades física...........Yo me saltaba la barrera sin poner las manos; yo, a cuerpo limpio, he destrozado a un toro"....................."Nunca me han echado un toro al corral"..................."A mí me parecía cuando pequeño que yo había nacido para todo menos para torero.............Me gustaba mucho ser impresor.................Los toros como espectáculo me eran indiferentes............Bueno, pues un día, sin saber por qué, me entro de pronto la fiebre del toreo.............Yo soy un hombre de voluntad, y desde aquel momento puse toda ella al servicio de mi afición"......................"Empecé a despuntar en el toreo con la muleta. A mí, con la muleta en la mano, jamás me rozó una becerra, que es lo más dífícil de torear, porque se revuelven en una perra chica"....................."Que yo he sido torero es una cosa olvidada............Los hombres son hombres mientras son serios, y el día que yo volviera a torear no sería hombre"
LA FIESTA NACIONAL
ESTAMPA
LOS TOROS
TOROS Y TOREROS
NUEVO MUNDO
Cossío, en su obra Los Toros, escribe:
"Matador de toros, último de la dinastía de los Bombas, nacido en Tomares (Sevilla) el 13 de marzo de 1884. Aún era un chiquillo cuando se vistió por primera vez el traje de luces para torear en la plaza de Sanlúcar de Barrameda, el 9 de octubre de 1898, alternando con Mojino Chico. [......] El 15 de septiembre de 1907 le dio su hermano Ricardo la alternativa en San Sebastián, siendo el ganado de Becerra. Al domingo siguiente, 22, la confirmó en Madrid con toros de Benjumea y actuando con ellos Regaterín. A Vizcotelo, cornúpeto de la cesión, lo estoqueó medianamente, quedando mejor con el sexto, Bigotero. Viendo que el seguir en el toreo no le era favorable, decidió abandonar la lidia, haciéndolo en Sevilla el año 1917. Fue un torero mediano, que tuvo un momento, el de la aparición de Joselito en los ruedos, en que parece hizo un esfuerzo para ayudar a su hermano a sostener la competencia. La feria famosa de Sevilla de 1913 de los dos Bombas y los dos Gallos dejó memoria en los aficionados. El 10 de octubre de 1936 falleció en Valencia este antiguo matador"
Cossío, en su obra Los Toros, escribe:
"Matador de toros nacido en el barrio de San Lorenzo, en Sevilla, el 10 de noviembre de 1871...........Hizo su presentación en Sevilla como novillero el 24 de junio de 1888, figurando en la cuadrilla de Manuel Callejón (Colorín).......Se presentó como novillero en Sevilla el 28 de julio de 1895, alternando con Ángel García Padilla y Diego Rodas (Morenito) en la muerte de novillos de López Aparicio. En Madrid se estrenó el 10 de noviembre del citado año, acompañándole Ángel García Padilla en la lidia de reses de Veragua. Los años de 1896 y 1897 fue Guerrerito uno de los novilleros con más cartel. El 31 de octubre de 1897 tomó la alternativa en Granada de manos de Antonio Moreno (Lagartijillo), que le cedió el primer toro, Puchanero, de doña Celsa Fontfrede, con el cual realizó el diestro sevillano una lucida faena. Los madrileños no le vieron de primer espada hasta el 29 de junio de 1899, en que Enrique Vargas (Minuto) le confirmó la alternativa, cediéndole el toro Escapulario, negro, de don Juan Manuel Sánchez, de Carreros (Salamanca). Les acompañaba Cayetano Leal (Pepe-Hillo). Su última corrida como torero en activo la toreó en Vitigudino (Salamanca) el 15 de agosto de 1914. Varias fueron las cogidas que sufrió Antonio Guerrero durante su actuación taurina. Fue Guerrerito un lidiador valiente y pundonoroso, que no mereció el relativo olvido en que en algunas temporadas le tuvieron los públicos. Manejaba con eficacia, pero sin gran brillantez, el capote y la muleta; era buen matador y entendido en la lidia, y además, como ya he dicho, valiente, condiciones todas muy estimables para formar de él un buen concepto como artista. Tuvo siempre amor a su profesión y orgullo de haber sido torero."
Murió en Madrid, a los 62 años de edad, el 20 de enero de 1933.
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