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sábado, 27 de agosto de 2022

RAFAEL EL GALLO VISTO POR EL LICENCIADO MULETILLA

 


                        RAFAEL EL GALLO VISTO POR EL LICENCIADO MULETILLA


. El hijo del señor Fernando: «El Gallito actual ha heredado de su  padre fisonomía, hechuras y temperamento, siendo éste más exagerado que el del autor de sus días…»

 

. El lidiador más excelente de los tiempos actuales«Rafael Gómez, el del Via-Crucis, el de los grandes éxitos, el de los terribles escándalos, el que tropieza acá y se levanta allá hasta las nubes, es el lidiador más excelente de los tiempos actuales. ¿Queréis una prueba? Cada fracaso suyo le proporciona diez escrituras… Gallito, con o sin broncas, ha toreado más que sus compañeros, no ha perdido fecha por razón de cogida… y con lo que sin cesar se comentan sus miedos, sus puerilidades y sus alternativas incomprensibles de temeridad y pavor, se ha logrado un cartel más grande y definitivo que el de antes…»

 

. En él prevalece el instinto de conservación: «Ha decidido ser el lidiador que burla, el artista que distrae y entusiasma, pero no el eterno vencido ni el pelele o dominguillo puesto a merced de un toro para regodeo de las masas. Ama la gloria como la ama todo el que vive de algún arte, sea de la clase que fuere; pero en él prevalece, sobre este ansia divina, el instinto de la conservación, que es el sentimiento más humano».


. Nunca pierde de vista al toro: «Ni los gritos vehementes del entusiasmo, ni los alaridos de la furia contra una labor deslucida, le hacen perder de vista al toro».


. Derrocha arte…, o se tira de cabeza al callejón: «En la mirada iracunda de la res adivina el golpe que se prepara: si acude ciega al rojo vivo de la muleta, se confía y derrocha el arte; si se le va al cuerpo, suelta la flámula que de nada le sirve entonces y busca la triste salvación de la rana, la de tirarse de cabeza al callejón, o la de apechugar con las tablas y deslizarse a lo largo de ellas y pararse y alentar antes de volver al combate».


. Conoce a los toros: «Posee más que nadie la verdadera técnica del toreo; conoce a los toros como si fueran personajes tratados ya en otra ocasión».


. Improvisa y sorprende: «Y en esos instantes difíciles, breves como relámpagos, apenas vistos por el público, en que otros se azoran y desorientan, y ese es el secreto, Rafael improvisa, marcha seguro, sorprende y logra la victoria».


. Sus verónicas son alegres: Sus verónicas son alegres, correctas, dadas a tiempo, producen un efecto singular de armonía que hacen batir las palmas aun a los más indiferentes».


. Si es su toro, su manera de lancear de capa es brillantísima: «Si el toro le entra bien, si es su toro, entonces su manera de lancear de capa es brillantísima y su actitud irreprochable: clava los pies, no baila, no arquea las piernas, da la salida suficiente, recoge sin ventolera de capa, suave y dulcemente, y vuelta a empezar, rematando con algo no previsto, con lo que mejor cuadra y resulta: si recorte, ceñidísimo; si navarra, elegante; si con larga, cambiando, moviendo su capote en inimitable y artística espira»l.


. Dos modos de interpretar el cambio de rodillas: «Cuando se propone dar el cambio de rodillas (a lo mejor con los toros en que menos se puede esperar la práctica de esta suerte) lo hace de dos modos: si es buscando el desquite de recientes protestas y el medio de que desarruguen el ceño los espectadores y el bicho no le inspira confianza, le toma con postura muy teatral, dándole un kilómetro de salida y con mucho revuelo y roce de capa; si es por gusto y llevado de su afición, que la tiene y mucha, entonces espera con increíble, con pasmosa tranquilidad, y ante el asombro de los que le ven cambia en un palmo de terreno.


. Parea de todos los modos: «Como banderillero nada malo puede decirse de él: parea de todos los modos, y cuando está animoso y con confianza, hace relamerse de gusto a los aficionados a detalles menudos y aun a los serios y a los clásicos, con sus bonitas y alegres preparaciones».


. Asombroso juego de su muleta: «Pero con lo que produce verdadero delirio es con el asombroso juego de su muleta, siempre contando, claro está, con que tenga delante uno de sus toros o, mejor dicho, un toro, porque con bueyes no es posible hacer filigranas sin que resulten altamente ridículas. Entonces hay que ver esa figurilla con la luciente calva hacia abajo en perpetuo atisbo del animal con que quiere lucirse. Aquel trapo encarnado viene y va y vuela horizontal sobre el toro, y mariposea y se retira majestuoso en el pase natural, y parece que la res haya especial gusto y recreo en pasar y repasar bajo la airosa franelilla y que esta, cada vez que se mueve, sofocada por la emoción y el gusto, se colora y encienda más cada vez, mientras la figurilla, haciendo brillar al sol los golpes de oro de su traje, se acerca subyugadora a la fiera, que se detiene al fin acobardada, completamente puesta a merced del amo»


. El amo se empequeñece, vacila y tiembla: «En aquel instante de seguro dominio puede entrar y asegurar una estocada magnífica que eche a rodar el toro. Algunas veces, pocas en verdad, lo hace; pero, en la mayoría de los casos, cuando todos los corazones brutalmente agitados por la emocionante faena esperan algo que la corone, la figurilla entra a escape, se dirige hacia la izquierda con vergonzoso cuarteo y alarga el brazo y pincha donde puede, o, acometido de un singular e inexplicable pánico y en el más tremendo contraste con todo lo que acaba de hacer sale en desatenta fuga, los ojos saltones, erizado el pelo de la calva, arrojando muleta y estoque, a buscar una salvación humillante, cuando un simple pase de muleta de los que él tanto domina puede evitarle la protesta airada y justa que su inmotivado miedo provoca».


. Esto es Gallito. Un gran torero, muy desigual: «Esto es Gallito. Un gran torero, muy desigual, un expertísimo, alegre y hábil lidiador, que en una misma tarde, ¿qué digo?, en la sola lidia de un toro, se muestra apático y activo, burdo y genial, temerario y cobarde…»


. A Gallito se le exige absolutamente todo: «Pero algo hay que poner en descargo suyo: a los matadores de toros, a los que están reputados como indiscutibles matadores de toros, sólo se les exige que maten bien a los toros que les toquen en suerte, disculpándoseles en lo demás; a Gallito, en cambio, se le exige todo, absolutamente todo; ha de lancear de capa a su toro, haga falta o no, siempre bien y con los pies juntos; ha de rematar todos los quites con algún adorno especial; ha de colocar banderillas preparándose él solito la res, y la preparación ha de ser larga y vistosa y los pares buenos; ha de poner cátedra con la muleta y ha de sentar los toros a estocadas.


. Admiro a Rafael Gómez torero: «Yo, por mi parte, declaro que admiro a Rafael Gómez torero con mi hondo fervor de aficionado, y que lo único que haría sería obligarle a que toreara con auxiliar; es decir, le obligaría a que practicara sus magistrales faenas de muleta llevando constantemente detrás a un matatoros, para que, al terminar, y ya igualado el bicho y al grito de ¡AHORA!, se precipitara el del estoque derribando lo que encontrara con uno de esos estoconazos que matan sin necesidad de puntillero».


. Así hay que admitir a Gallito«Así hay que admitir a Gallito, sin pedirle más. Así son y fueron todos los grandes lidiadores de su temperamento artístico, excepción hecha de Guerrita. Ninguno se distinguió por sus memorables estocadas si se hizo notar por su toreo activo, gallardo y vistoso».

RAFAEL EL GALLO VISTO POR MAXIMILIANO CLAVO (CORINTO Y ORO), RAFAEL MARTÍNEZ GANDÍA Y PERLITA

 

RAFAEL EL GALLO VISTO POR MAXIMILIANO CLAVO (CORINTO Y ORO)

 

.Un torero inconmensurable: «No es posible negar que el hijo de Fernando Gómez es un torero inconmensurable».

 

. Con sus desigualdades: «Al tiempo de declarar sinceramente las excelencias de Rafael, hay que convenir en que tiene páginas tan fatales en su historia, que no sé yo si podremos admitir que una preciosa faena compense un horroroso desastre. Es posible que no».

 

. Es el mejor cuando quiere: «Ese es el mejor cuando quiere, dijo un día GuerritaCuando quiere… Es del dominio público, taurómacamente hablando, que Rafael Gallo no tiene un enemigo. Hace lo que quiere…, triunfa una tarde, se tapa en tres, fracasa en seis».

 

. Rafael el Gallo ha caído en gracia: «El público le aplaude lo bueno y le perdona lo pésimo… ¡Rafael Gallo ha caído en gracia!».

 

. Un torero muy miedoso: «El Gallo es un torero muy grande, muy genial, muy artista, muy saleroso… ; pero muy desigual, muy desprovisto de pundonor, muy miedoso… ¿Vamos a declarar nula la vergüenza torera para llegar a ser gran figura en la profesión…?».


           RAFAEL EL GALLO VISTO POR RAFAEL MARTÍNEZ GANDÍA

 

. Torero inigualable en sus triunfos y en sus fracasos: «Rafael, el torero inigualable en sus triunfos y en sus fracasos, ha dado, bien en uno o en otro de los extremos de sus dos polos opuestos, tardes inolvidables, tardes de esas que quedan en la memoria de los aficionados, para bien o para mal».

 

. Inalterable a las reacciones del público: «El Gallo permanecía inalterable en su genialidad, ajeno tal vez en el fondo a las reacciones adversas o favorables del público, sin salirse nunca de ese mundo interior en el que vivido siempre y en el que nadie ha podido descubrir del todo los velos de su misterio faraónico […] El Gallo ha tomado siempre su suerte o su desgracia con una sangre fría admirable, y desde la ventana de su alma imperturbable ha contemplado los efectos que en los espectadores causaba su presencia en los ruedos».

 

. Una serenidad omnipresente: «Con una serenidad que sobrenadaba por encima de su miedo unas veces –cuando se le iban vivos los toros al corral- y por encima de su valor otras, cuando él se confiaba, y del soplo de su inspiración salían aquellas faenas que causaban el delirio y de las que a los veinte o los treinta años de realizadas todavía se habla».



                          RAFAEL EL GALLO VISTO POR PERLITA


. El más desigual: «¿Quién de los toreros actuales es el más desigual? … No dudo que la contestación a esta pregunta será ese nombre que lleva tarumbas a unos cuantos ilusos (y perdonen los gallistas, pero se puede ser gallista hasta la médula sin llegar su admiración hacia el ídolo hasta el extremo de la idolatría), que se llama Rafael Gómez Ortega (Gallo)…»


. Fama no merecida: «¿Quién hubiese pronosticado siete u ocho años atrás que Rafael adquiriría la fama que ha adquirido en los toros? Nadie. Estoy seguro de ello. Ahora bien. ¿Esa fama ha sido adquirida merecidamente? No… Desde que el Gallo ostenta su gran fama, ha empezado para la afición una época dañina, calamitosa, risible… Y no es que tenga la culpa el Gallo de dicha transformación, pero sí que Rafael es un elemento de los que indirectamente ha contribuido a la realización de tal metamorfosis»


. Cierto misterio: «A Rafael no le ocurre lo mismo que a los demás, porque en la plaza su persona se halla rodeada de cierto misterio…»


. Me entusiasma el Gallo…, y me repugna: «Me entusiasma el Gallo cuando se destapa; pero me repugna verlo cuando está fatal y me da asco ver  cómo todo un gran (¿) torero, con el equipaje de su fama, huye y se esconde descaradamente como una vulgar vieja».


. Los destellos de arte momentáneo nunca me han emocionado: «Los que propagan la fama del Gallo basándose en su desigualdad, van muy de muy lejos de conocer la palabra arte… Los destellos de arte momentáneo nunca me han emocionado. Me gusta su ejecución; pero comprendo que aquel destello ha surgido del espíritu del artista impelido por una fuerza invisible y momentánea y, por lo tanto, de poco valor.


. Pocas faenas completas: «Faenas completas, principiando en quites, de banderillas a muleta, pasando por el estoque, el Gallo ha hecho muy pocas… Podrá haberse destacado momentáneamente en alguna de las citadas suertes, pero concluirá su ejecución dentro del callejón y aun con miedo…»


. Indigno de ostentar la fama que ostenta: «Reconozco en Rafael un buen torero, pero indigno de ostentar la fama que ostenta e indigno al mismo tiempo de figurar como as en la baraja taurina»

         

RAFAEL EL GALLO VISTO POR ENRIQUE MINGUET (PENSAMIENTOS) , BENEDICTO TORRALBA Y LUIS URIARTE

 

RAFAEL EL GALLO VISTO POR ENRIQUE MINGUET (PENSAMIENTOS)


. No tiene término medio: «Tan grande en sus fracasos como en sus éxitos… Este gran torero no tiene término medio […]  El trabajo de ese notable torero tuvo de todo, según costumbre, desde lo más sublime a lo menos digno de elogio [...] Aquello que él hace bien no hay quien pueda mejorarlo, de la misma manera que nadie podrá empeorar aquello que el haga mal; no tiene término medio: tan grande en sus fracasos como gigante en sus éxitos; siempre desigual».

 

. Es el maestro de la filigrana: «El torero dueño y señor de la filigrana».

 

. Lidiador inimitable: «El lidiador inimitable en los momentos felices en que enaltece su arte… ¿qué otro torero lidia reses con el arte especialísimo, con la salsa torera, exclusivamente suya; qué otro matador se dirige hacia el toro y repentiza suertes, haciendo todo aquello que le da la realísima gana con capote y muleta?»

 

«Con esa gracia propia, suya y exclusivamente de Rafael el Gallo».

 

. Repentiza suertes: «Se dirige hacia el toro y repentiza suertes […]  Es de una inventiva grande ante los toros».

 

. El Gallo es un clásico: «Este matador torea derecho; casi nunca le vi encorvado…, con el compás poquísimamente abierto, nada más que lo preciso, lo necesario para cargar la suerte».

 

. Un excelente torero: «Decir que Gallo es un excelente torero entiendo resulta una redundancia, todos sabemos que Rafael torea magistralmente, entusiasmando a los aficionados por practicar la lidia, que contiene la esencia del toreo fino».


. No mata, ¡si matase! : «Todos, también tenemos olvidado de puro sabio que no mata, ¡si matase! habría necesidad de elevarle una estatua, pero no mata, ni matará, será exactamente igual que su padre, de los que se afligen en el tercio de la verdad […] Como matador resulta habilidoso; algunas veces entra a matar con todas las reglas del arte: en corto, por derecho y sale rozando los costillares […] Con el estoque muchas veces abrevia, pero su característica es la de pinchar más de la cuenta».


«Como matador resulta habilidoso; algunas veces entra a matar con todas las reglas del arte: en corto, por derecho y sale rozando los costillares».


«Como rehiletero es suave y artístico».

 


            RAFAEL EL GALLO VISTO POR BENEDICTO TORRALBA


. Hoy una apoteosis y mañana una abdicación: «Toda la vida torera de Rafael ha sido eso: hoy una apoteosis y mañana una abdicación; hoy exaltación artística y mañana repudiación del Arte; hoy gallardía en el peligro y mañana pánico en el peligro y fuera de él; hoy recibir culto casi en el sentido teológico de la palabra y mañana temblar ante la perspectiva del linchamiento y la cárcel».


. Siempre ha contado con la popularidad: «Pero en sus buenas como en sus malos días, el Gallo ha contado siempre con la popularidad. A Rafael le han salvado sus cosas del olvido del público».


. ¡Cosas de Rafael!: «No es tan sencillo tener cosas… Así él ha podido permitirse coger la muleta, sentarse en una silla, citar al toro y echar a rodar la silla cuando aún estaba la bestia como a diez metros de la jurisdicción del diestro… Y el público, ¡encantando! Así ha podido sacar de su capotillo serpentinas de quinientos metros, mientras el toro contemplaba beatíficamente la fantasía. En intercalar en las faenas el gracioso entremés de plegar y desplegar la muleta con el esmero que pudiera hacerlo un dependiente del ramo de tejidos. ¡Cosas de Rafael!...».


. No ha sido el suyo un toreo clásico: «No ha sido el suyo un toreo clásico, ortodoxo, pero sí un toreo sugestivo, chispeante, de graciosa prestancia. Hablando del toreo de Rafael se ha escrito muchas veces la palabra pinturería. Pero ha habido algo más en el toreo del gitano: inteligencia para adaptar su estilo a las condiciones de cada res, elegante soltura en el redondel, y la difícil facilidad de enmascarar el esfuerzo del dominio con la quebradiza filigrana…».


. Su toreo responde a la inspiración del momento: «El toreo del Gallo es indiferente a toda preceptiva; responde a la inspiración del momento y sólo a ella. Es algo muy personal e inimitable…».


. Sin discípulos«Belmonte puede tener, y tiene, discípulos. El Gallo no puede tenerlos… Los que no hayan alcanzado a ver la luminosa algarabía de una faena del Gallo han de resignarse a no buscar huellas de aquel arte. Repitámoslo: ni las hay, ni puede haberlas… Debe ser un poquito triste tener la certeza de que no podremos engendrar hijos para el Arte; pero es a la vez un orgullo saber que esa impotencia se debe precisamente a la reciedumbre de nuestra originalidad».


                    RAFAEL EL GALLO VISTO POR LUIS URIARTE


. Rafael nació torero: «Rafael nació torero: su ciencia y su arte son dones infusos».

 

. Es el mejor y el peor: «Es el mejor y el peor. ¡El divino calvo y el calvo de la espantá! Como él mismo dice, si el toro embiste bien, güeno; y si no…».

 

. Toreo artista por excelencia: «Rafael Gómez es el torero artista por excelencia: su toreo es la estética de la tauromaquia. Ejecuta con reposo, con desgaire, mostrando su prestancia; es elegante y grácil en el movimiento; plástico  y armonioso en la línea; clásico y fastuoso en el estilo; y atrevido en la innovación».

 

«Se deja dominar fácilmente por el miedo».

 

«No entiende casi nada de nada que no sea cuestión de toros».


«Es prudente, modesto, afable, algo frío, un tanto melancólico… Su temperamento ha sido forjado en la fragua del infortunio; su corazón cursó en la escuela de la desgracia: es un escéptico».


jueves, 25 de agosto de 2022

RAFAEL EL GALLO VISTO POR CÉSAR JALÓN (CLARITO) Y POR CARLOS DE LARRA Y GULLÓN (CURRO MELOJA)

 

RAFAEL EL GALLO VISTO POR CÉSAR JALÓN (CLARITO)

 

. Con él desapareció la vergüenza torera: «Esta pérdida de la que pudiera llamarse vergüenza torera de calle ha completado la pérdida de la vergüenza torera de plaza… que desapareció desde que a principios de siglo, so capa de gracia pajolera, de salsa gitana y de no sé qué otras zarandajas, que ya hacían presagiar el triste fin de la vida artística de este pobre juglar taurino, las cobardes espantás se consintieron y hasta se celebraron».

 

. Con él se entronizó el miedo en la llamada fiesta del valor: «Con el arte churrigeresco de Rafael el Gallo, se entronizó el miedo en la llamada fiesta del valor»

 

. ¿En dónde estaba lo artístico de las huídas?: « ¿En dónde estaba lo artístico de las huídas de aquella figura desmedrada, que vestía de negro y con las medias blancas –como el semblante, cubierto de los livores del pánico-, abandonaba la espada para la mayor desenvoltura de las piernas en la pirueta salvadora?»

 

. De aquellos polvos vinieron esos lodos: «Pues de aquellas huídas, que tenían al cabo el encanto cómicotrágico de su naturalidad, han nacido estas otras huídas, unas veces sin disimulo, como aquéllas, y las más, solapadas, encubiertas en la mecánica de la lidia ratimaguera, en la llamada facilidad, que no lo es, para torear, sino para despachar los toros sin torearlos»

 

. Yerran quienes comparan a Rafael el Gallo con Lagartijo«Yerran quienes comparan a Rafael el Gallo con Lagartijo, aunque únicamente lo hagan para señalar que el calvo vino a ocupar el lugar que dejó Lagartijo en la benevolencia del público. Verdaderamente, los públicos se inclinaban más por la figura envejecida y simpática –de trazo fino- de Lagartijo que por la prepotente y soberbia –de trazo tosco- de Guerrita. Como habían de otorgarle, más tarde, un mayor margen de amabilidad a Rafael el Gallo que a Ricardo Bomba y que al mismo Joselito. Pero ese paralelismo, meramente circunstancial, no se funda en afinidades artísticas ni temperamentales»

 

. Elabora, a su medida, un toreo marginal: «El Gallo aprovecha el margen de confianza que los públicos le conceden, para elaborarse, a su medida, un toreo marginal. La serpentina –que tiene nombre carnavalesco-, el par de trapecio –que trasciende a circo- y la espantá (tragicomedia gitana)»


.. El torero más extraño: «En Rafael el Gallo -artista refinado y voluble, el más extraño de la historia taúrica-, la fuerte personalidad contrastaba con su apocado carácter».

 

. Un rosario de auroras y ocasos: «Toda su exhaustiva carrera profesional se ensarta en un informe rosario de ascensos y descensos, de retiradas y retornos, de auroras y ocasos, de azares y anécdotas, de fracasos y tornaventuras […] Heredero directo de la genial desigualdad del padre […] Preocupado excesivamente de su piel, se confiaba o desconfiaba según su dictamen, inesperadamente, a la postre de un misterioso diálogo con el toro, acercándose hasta la oreja, o rompía de súbito la reunión, volviéndole las espaldas a todo correr».

 

. Un impecable clasicismo: «En la señalada ocasión de un toro propicio, acoplando la singularidad de sus maneras a un impecable clasicismo, toreaba -y hasta alguna vez mataba- a cien codos por encima de cualquiera de su tiempo».

 

. Un punto y aparte de todo y de todos: «Era en el contexto de la corrida un punto y aparte de todo y de todos. Y contaminados de su pathos, los públicos hacían asimismo punto y aparte de él. Exaltaban hasta el infinito sus glorias, a fin de que sirviesen de paliativo a sus inmediatos e incoercibles reveses. Y así, con sus hilarantes espantás fue admitido el acceso del pánico al palenque valeroso de los toros»

 

. Sus improvisaciones, calificadas de geniales: «Todo lo que ha trabajado el hombre para no trabajar lo ha toreado el Gallo para no torear. En sus improvisaciones, calificadas de geniales, la muleta entró por todos los movimientos menos por el de la lentitud, y los toros, a su orden, pasaron por todas partes y de todos modos, menos cerca y por delante del pecho del torero».


. Ni para en la plaza ni para en la calle: «Ni para en la plaza ni para en la calle. Su toreo es tan inquieto como él mismo. O él es tan nómada como su toreo. Con idéntica facilidad que baja de uno de los primeros puestos del toreo a uno de los últimos, o sube de éstos a los primeros, va desde la barrera a la boca de riego, o desde el centro del ruedo al callejón. Y tanto le importa el crucero Madrid-Sevilla como Sevilla-Perú…»

 

. Toreo marginal… y conciencia al margen: Al lado del toreo marginal se hace también una conciencia al margen. Mientras el Espartero decía ¡más cornás da el hambre!, Rafael proclama que la bronca más grande dura menos que la cornada más pequeña…Y cuando un aficionado le pregunta cómo es que a él no le importan los Veraguas ni los Miuras, contesta: ¡Lo mismo da! Cuando salen malos y viene la de correr, jamás se me ocurre volverme a preguntarle a un toro de quién es…»



               RAFAEL EL GALLO VISTO POR CARLOS DE LARRA Y GULLÓN                     (CURRO MELOJA)


El Gallo es único: Rafael el Gallo. ¡Y punto y aparte!... Pero aparte de todo y de todos, completamente; porque este torero, que de jovencito fue Gallito chico, de mozo Gallito y después El Gallo, es único –y aparte- en la torería de todos los tiempos. Lo que se dice un caso. Un caso insólito como artista y como persona».

 

. Como artista, ¡artistazo!: Hizo durante años lo que ninguno jamás: dejar que le echaran al corral tres o cuatro toros cada temporada, y, en cambio, ejecutar –crear- las tres o cuatro faenas más grandiosas y geniales del año […] En resumen, Rafael Gómez un verdadero artista del toreo».

 

. Rafael fue siempre un misterio: Un caso insólito como persona… Como persona, ganar dinero como para haber sido multimillonario y amanecer casi todos los días sin tener ni para tabaco. ¿Cómo? No se sabe, Rafael, en el toreo y en la calle, fue siempre un misterio; vivió siempre trampa adelante».

 

.Torero cumbre, genial, maravilloso… Pelele despreciable, máscara grotesca, presa de un pánico insuperable que resolvían sus célebres espantás.

 

. Este torero gitanísimo o este gitano torerísimo.

 

. Más que ingenuo, infantil por idiosincrasia.

 

. ¡Si nació torero, señor!... Torero tiene que morir, aunque muera a los cien años.


martes, 23 de agosto de 2022

RAFAEL EL GALLO VISTO POR ANTONIO IBÁÑEZ GONZÁLEZ (PACO MEDIA LUNA)

 

      EL TOREO DE RAFAEL EL GALLO VISTO POR PACO MEDIA LUNA

 

. Su manera de torear, cuajada de improvisaciones y de gracia: «Las dos faenas que realizó, su manera de torear, cuajada de improvisaciones y de gracia, todo lo que llevó a cabo en la lidia de sus toros, fue sancionado por el éxito y el entusiasmo del público, que debió sentirse satisfecho de haber realizado un sacrificio pecuniario, solamente por ser testigos de una de las mejores tardes del gran torero»

 

. El entusiasmo del público: «Todo lo que llevó a cabo en la lidia de sus toros, fue sancionado por el éxito y el entusiasmo del público»

 

 . Su temperamento especial: «Ayer, por esos caprichos del temperamento especial de este artista, no hubo temores, ni fugas, ni nada que anunciara indecisión»

 

. Su toreo, clásico y modernista: «Fue un toro clásico y modernista, serio y alegre»

 

. Un torero pusilánime… Un toreo valentísimo: « ¡Oh, el Gallo! ¡El pusilánime Gallo! bravo como Roldán, ¡qué bien estuvo!... Jamás se rio tanto de las dimensiones de las cornamentas […] «No hubo lidiador ni en la exaltación de la fantasía popular, ni se vio nunca en la tranquila superficie de una pandereta, torero más arrimado a un toro que lo que estuvo ayer este diablo de miedoso incomprensible» […] «Fue un toreo valentísimo hasta dejar a la  persona a merced del toro, quitando rápidamente la muleta y dejando ver el cuerpo a las dos reses»

 

. Con moverse, hace un cuadro: «Con mover su capote, da un rasgo de vigor al aire; con moverse, hace un cuadro; el rojo de su muleta parece más vivo brillando en sus manos»

 

. Desplantes de no elegida plasticidad: «Solo, poniendo cátedra, haciendo un verdadero mosaico de cosas buenas, de movimientos bellos, de artísticos desplantes de no elegida plasticidad, nos asombró... »

 

. Este sí que es un fenómeno: «Este sí que es un fenómeno… Su grandeza se impuso, sofocando el ansia de censuras. ¡No cabe más! Hasta con las banderillas estuvo colosal... y el público le sacó en triunfo de la plaza por la puerta de Madrid» […] «Si hay un genio en el arte de lidiar toros, es él, no cabe duda

 

. Se le exige todo: «Gallo, este torero peregrino a quien se le exige todo, porque todo lo puede dar, está un poco agotado físicamente… Gallo no es el torero cuco que algunos suponen, sino un torero que hace más, mucho más de lo que puede, valiéndose de su arte supremo»

 

. Este es el Gallo: «¿Estuvo bien? ¿Estuvo mal? ¡Estuvo mal y bien!, pero este es el Gallo» […] «¡Qué pases! ¡Qué elegancia la suya y cuánta sencillez… Luego se reveló Rafael el Gallo: de pronto, un conato de huida… tres pases superiores naturales, erguido, con el tipo del hombre que desafía y burla, no convertido en sacacorchos» […] «El Gallo, como siempre, engañándonos, comiéndose al principio a su toro para huir luego en gentil huida, enmendando al punto con un inesperado pase de pecho colosal o algún recurso artístico de los que él guarda en la maleta de su inspiración inagotable» […]«¡Venga! ¡Venga el Gallo! y se lo pasaremos todo, aunque nos engañe; porque, señores, en el tiempo que él ha estado ausente, la verdad es que no hemos visto más que parodias de faenas realizadas por buenos mercaderes, siempre con prisa de ir del uno al otro mercado» […] «Es el mismo que al saltar la barrera huyendo de un toro en descompuesta fuga, encuentra en el callejón a un empresario que le contrata por lo que quiera, para unas cuantas corridas más»

 

. Sus desigualdades extemporáneas: «Su mérito, su valor innegables, llevan siempre a la zaga sus desigualdades extemporáneas» […] «Hay que transigir benévolamente con sus cosas para verle bien una vez en una temporada, y aun así, no estamos seguros de que no ponga en nuestro entusiasmo y buena fe la mitad del éxito» […] «Rafael, si fuera escultor, haría pucheros de barro y verdaderas filigranas de arte» […] «Rafael es un gran torero, pero ayer distó muchísimo de merecer elogios»

 . Un enigma con traje de luces: «Rafael el Gallo es un enigma con traje de luces, más impenetrable que el que se ofreció  a la sagacidad de Edipo. ¿Quién puede conocer del todo el secreto mérito de este hombre especial, que según el caso y la luz que le hiere, presenta una faceta limpia del valor sin mácula, o la turbia claridad del pavor jayanesco?» […]«¿Puede analizarse a este hombre que da un respingo ante una cucaracha, y ante un toro como el de ayer, grande y fuerte, que le coge y le vapulea, se levanta con el traje rasgado y se acerca más, más que se acercó torero alguno, y en vez de quitarse de en medio al toro con una puñalada de las que suele dar, entra despacio y recto, con inusitada maestría, y larga una estocada que tumba al toro y consiguió una ovación delirante y la concesión de la oreja? No; esta espada es más larga que el escalpelo; esta sagacidad es más sutil que la del análisis» […] «Jamás este enigma vestido de luces se animó de semejante modo» […] «Ayer hubo sólo valor y arte, ¿por qué?... Porque sí; no hay otra razón» […] «Hemos sufrido y sufriremos respecto a él las mismas vacilaciones e inseguridades que el público en masa»


. Indignación y perdón inmediato: «Entre Rafael y el público hay un convenio mutuo de falta y enmienda, de indignación y perdón inmediato. En cuanto el madrileño está cobardón, el público grita ¡que se vaya!; pero la empresa le anuncia para la corrida siguiente,  y el público llena las localidades. El secreto es, que vale más un solo movimiento de su muleta, que todas las filigranas que en los demás se ven»

 

 . ¡Y no dio en toda la tarde ni una espantá!: «Rafael el Gallo estuvo activo durante toda la tarde… ¡Su trabajo, en general, fue todo él bastante aceptable; hubo cosas que se aplaudieron, y no dió en toda la tarde ni una espantá» […] «Gallo estuvo mejor que otros días; menos apático, procurando dar gusto y sin huidas declaradas. Sus intentillos hubo, pero el hombre se dominó»

 

. Como el otro Rafael: «Es una especie de reproducción del otro Rafael, de aquel otro moreno cansado, que con el capote al brazo y la mano sobre la cadera, fijaba en la retina una imagen inolvidable de elegancia»

 

lunes, 22 de agosto de 2022

RAFAEL EL GALLO VISTO POR MANUEL SERRANO GARCÍA-VAO (DULZURAS)

 

EL TOREO DE RAFAEL EL GALLO VISTO POR DULZURAS

 

. El hijo de Fernando Gómez: «Si hubiera tenido la afición que tenía su padre, en entusiasmo que aquél demostró por sostenerse a flote entre los dos colosos Rafael y Salvador, hace tiempo que sería el número uno entre todos los actuales» […] «Lástima grande que el hijo de Fernando Gómez no sea más matador, aunque fuera menos torero» […] «El hijo del gran torero Fernando Gómez es un ejemplo más de lo que no nos cansaremos de repetir: que el torero que al estoquear no llega con la mano a los morrillos de los toros  no puede escalar los altos puestos» […] «Mata más pronto, le duran menos los toros que a su padre y se arranca desde mejor terreno; pero… su flaco está en el estoque» […] «Verdad es que las temeridades no fueron nunca patrimonio de la familia» […] «En lo que no hemos visto nunca el recuerdo de su padre, es en eso que hace de rodillas con el capote y que, por grandes esfuerzos que hagamos, no podremos nunca llamar cambio de rodillas» 


. Con el estoque es deficiente: «Con el estoque es deficiente, y no hay que esperar ya modificaciones en esta parte» […] «Al Gallo no se le puede pedir que mate, pues en esto creo que su sistema es definitivo y poco puede ser lo que varíe ya» […] «Da pena ver un tan grande torero con tanto miedo (¿cómo lo vamos a llamar?) cuando tiene que estoquear» […] «Con algunos arrestos más no nos daría algunos espectáculos que nos da en esa parte de la lidia» […] «No puede quejarse de los espectadores , puesto que en muchas ocasiones no paran mientes en su deficientísimo sistema de matar toros»


. Pincha donde Dios le da a entender: «Nunca entra por derecho y siempre se cuartea, echándose fuera y pinchando donde Dios le da a entender, que no es precisamente en lo alto, ni mucho menos» […] «Son muy pocas veces las que busca los altos y menos aún en las que sigue el viaje» […] «Una puñalada en la tabla del cuello… otra puñalada en los bajos, dada de costado» […] «Media pescuecera alargando el brazo… otro pinchazo en el pescuezo […] «Se echa fuera al dar el pinchazo… Otra media pescuecera, otra a dos dedos de la oreja derecha» […] «Tiró una puñalada de metisaca al cuello» […] «Un sablazo en la paletilla» […] «Otra vez entra a matar y pincha en el testuz»


  . Mata algunos toros muy bien: «Mata algunos toros muy bien» […] «Se coloca en buen terreno para matar» […] «Se coloca algunas veces en buen terreno y entra derecho» […] «Cuadró al toro, se colocó el diestro en buen terreno y acometió derecho, y salió limpio, para dar una estocada en todo lo alto, hasta las cintas» […] «Cuadró el toro, entró desde buen terreno y derecho, y dejó media estocada en lo alto, muy derecha, que mató en tres minutos» […] «Entró y salió  la perfección al dejar hasta la mano una estocada arriba, que derribó al toro al momento» […] «Entra y sale con un arte, un valor y una suavidad espantosa, para en la suerte natural dar una gran estocada» […] «De cerca entró Gallito a dar una estocada buena en lo alto, no importándole el pasar por la cabeza, y por ello salió con limpieza grande» […] «Citó a recibir dando un pinchazo superior… Entró a volapié de forma inmejorable y dar una estocada de la que rodó el toro instantáneamente»

 

. Si tuviera más afición…: «Si este muchacho tuviera más afición, más cariño por la peligrosa profesión a la que se dedica, habría logrado ocupar un puesto más digno que el que ocupa en la actualidad» […] «Tiene un defecto muy grande, y es la escasez casi completa de afición» […] «Le falta la afición precisa para superar a los demás» […] «Su mayor enemigo ha sido la falta de pasión por la profesión que ejerce» […] «Yo no creo en Gallito; no espero nada de él. No veo afición a la fiesta»

 

. Su apatía, su indolencia: «Muy joven, aún en la edad en que empiezan todas las ilusiones, ha empezado a mostrar aburrimiento y apatía» […] «Por su apatía, por su desidia, por su falta de decisión, no llegará nunca ni a ocupar el puesto secundario, pero digno y envidiable, que ocupó su padre cuanto tenía su edad» […] «Ha ganado silbas donde pudo ganar ovaciones, todo por apatía, por abandono y por falta de amor propio profesional» […] «Hay muchas tardes en las que su apatía le hace despreciar ocasiones que puede aprovechar» […] «No es valiente; pero mayor que su falta de valentía es su indolencia» […] «Poquísima voluntad y el casi nulo deseo de complacer».

 

. Le faltan arrestos de valor: «Le faltan arrestos de valor» […] «No veo valor delante de las reses» […] «En él es completamente negada la valentía» […] «Da pena ver un tan grande torero con tanto miedo»


. Es un artista del toreo: «Gallito es un artista del toreo» […] «Negar que es un gran artista del toreo, es negar la luz del día» […] «El Gallo conoce el arte a la perfección» […] «Es capaz de bordar sus faenas de modo que resultan inimitables obras de arte» […] «Algunas partes de sus faenas son verdaderos cuadros artísticos en los que no se puede poner más color, más arte y más inimitable gracia torera» […] «Otros cuatro pases artísticos, clásicos, lucidísimos, que admiramos todos»


. Es un más que excelente torero: «Es un más que excelente torero» […] «En lo que respecta al torero, puede decirse que de Fuentes para abajo puede llamar de tú a todos los que torean bien» […] «Conste que es torero que sabe lo que hace» […] «Como torero, que lo es muy grande, se revela pocas veces» […] «Uno de los mejores toreos de la época actual» […] «Si continúa mejorando su forma de matar y consigue olvidar estas espantadas que hace delante de los toros, será la gran figura de los actuales tiempos» […] «Conoce las condiciones de los toros que tiene delante como las conozca el que mejor»


. Gallo es el mejor torero… cuando él quiere: «Gallo es el mejor torero… cuando él quiere» […] «Por la impresión que deja en mí el trabajo de Gallito, tendría que decir, o que es el peor torero y el más miedoso que pisa las plazas o que hasta hoy no ha nacido diestro más fino, más colosal, más artístico delante de los toros» […] «Discutido rabiosamente y negándole unos todo, mientras otros afirman que es el mejor que ha existido» […] «Desigualdades que le hacen ser, en determinados momentos, un artista sublime y a renglón seguido tan malo y miedoso como el peor maleta» […] «Gallito es un inconmensurable artista en momentos determinados… Gallito, por el contrario, tiene ocasiones en que el pánico le hace aparecer como el más ignorante entre los más malos» […] «Es el Gallo un torero tan sumamente desigual que en una temporada y hasta en una misma tarde no acaba su labor sin que al lado de lo sublime haya que anotar algo ridículo y que produzca indignación en tan alto grado, como momentos antes ha producido delirante entusiasmo» […] «Es así, no puede ser de otro modo, y mientras ande por esas plazas de toros se le arrojará al abismo entre protestas que a veces llegan a ser casi insultos, o se le elevará sobre todos en esos instantes que tiene de inspiración, en los que nadie le puede igualar, ni aun siquiera aproximarse» […] «Ha tenido desigualdades irritantes… pues el día que Rafael está mal, lo está, pudiéramos decir, con toda su fuerza» […] «Hemos visto al Gallo de siempre: o en el cielo o por los suelos»

 

. Es de los que improvisan: «Es de los que improvisan delante de los toros» […] «Es un innovador, un repentista, un improvisador delante de los toros, que sorprende siempre con algo de lo que no hicieron los que son tenidos por maestros» […] «Improvisa sobre el terreno, sin ceñirse a reglas escritas ni a nada de lo que ejecutan otros antes que él. Yo creo que en esto consiste su mayor mérito» […] «Improvisa en la plaza con un espíritu creador que pocos han poseído […] Gallito tiene una fuerza creadora incomparable» […] «Improvisa genialidades que siempre sorprenden al espectador» […] «Nunca que va el aficionado a la plaza sabe lo que va a ver con él […]«De Gallito no se sabe nunca nada hasta después que ha ocurrido»


. Inimitable, incopiable: «En dos o tres pases de muleta es inimitable» […] «Otra serie hermosísima de pases, cambiándose la muleta por la espalda, inimitables» […] «Ofrece sorprendentes cuadros con sobra de color y de luz, que en determinados momentos son incopiables» […] «Ese relampagueante arte que en algunos momentos ofrece Rafael de modo incopiable» […] «Los pases son maravillosos, artísticos, verdaderamente incopiables […] «Tiene momentos de inspiración que nadie le puede igualar, ni aun siquiera aproximarse» […] «Es un torero sui géneris que no debe ser comparado con nadie»


. Inexplicable: «No hubo un solo pase. El público acabó por tomar a guasa aquello, que nadie pudo explicar ni comprender. Acabó por estar dominado de un pánico incomprensible, y atravesado entró con un sablazo en la tabla del cuello, que degolló a éste. Inexplicable, señores, inexplicable»


. Enloquece a los públicos: «Empezó a torear bien… emborrachándose toro y torero y enloqueciendo el público» […] «Pases cambiándose la muleta por la espalda que enloquecen al público» […] «Hermosísima faena de muleta, con pases que enloquecieron justamente a la multitud» […] «Rafael Gómez tuvo algún rato de esos que entusiasma locamente al público» […] «Llega a lo sublime… Los espectadores se vuelven locos y rompen en inconsciente aplauso, producido por la emoción que se experimenta cuando se ve algo sobrenatural, algo que sólo pueden hacer los seres privilegiados»

 

. Quites primorosos: «Con la capa hace algunos quites primorosos, con una abundancia de sabor clásico que encanta» […] «Muy bien en los quites» […] «En los quites tiene un repertorio abundantísimo y más variado que nadie» […] «Gallito fue ovacionado en unos quites vistosísimos que hizo» […] «Gallito se adornó en quites con una larga preciosa» […] «Gallito se adornó mucho en un quite» […] «Hizo un hermoso quite de rodillas»


. Una larga cambiada superior: «Clavó ambas rodillas en tierra y dio una larga cambiada superior» […] «Clavó ambas rodillas en tierra y dio un larga cambiada lucidísima» […] «Gallito se arrodilla y da una larga cambiada ceñidísima, la mejor que le hemos visto» […] «Acaba con dos largas afaroladas, lucidas»


. Verónicas muy buenas: «Dio tres verónicas muy buenas» […] «Cuatro verónicas, superiores tres de ellas» […] «Gallito dio dos superiores verónicas y otras dos buenas» […] «Gallito le dio dos series de verónicas, algunas de ellas muy buenas» […] «Dio en dos series unas verónicas preciosas» […] «Gallito dio siete verónicas y una navarra; lo mejor de todo, una verónica verdaderamente superior» […] «Le saludó el Gallo con elegantes verónicas» […] «Gallo dio seis verónicas quieto y ceñido. Las verónicas fueron dignas de los aplausos que le dieron»


. Un par por la derecha, muy bueno: «Clavó un par por la derecha, muy bueno y cerró con otro superior» […] «Cuartea un gran par por el lado derecho» […] «Cambiando el viaje, colocó un par superior por el lado derecho» […] «Cambiando el viaje, llegó admirablemente y clavó un soberbio par» […] «Gallito dio un quiebro con los palos y dejó el par muy bueno» […] «Un par de trapecio superiorísimo, puesto con mucho arte y gracia» […] «Muy bien en los jugueteos previos para las banderillas»


. Un natural y un pase de pecho, superiores: «Un natural buenísimo… otro de pecho irreprochable» […] «Dos naturales y uno de pecho superiores» […] «Dio cuatro pases naturales, superiores los cuatro, seguiditos y clásicos hasta no poder más… Otros ya menos lucidos, pues el toro echó la cara al suelo» […] «Un natural muy bueno, uno de pecho superior, y otros tres naturales inmejorables» […] «Seis naturales seguidos, superiores, y uno de pecho» […] «Llegó con la muleta plegada a la cara del toro, dando un pase natural»


. Un gran pase ayudado por bajo: «Un gran pase ayudado por bajo» […] «Dio cuatro o cinco pases aceptables, sobre todo uno ayudado por bajo» […] «Empezó la faena con un pase ayudado por bajo» […] «Un pase ayudado clavando la rodilla en tierra, lucidísimo»


. Pase del Celeste Imperio, intrascendente: «Empezó con uno de esos pases del Celeste Imperio, que deben desterrarse  porque no sirven para nada» […] El ayudado por alto no sirve para nada»


. Cambiándose la muleta por la espalda: «Dio cinco pases seguidos cambiándose la muleta por la espalda» […] «Oyendo muchas palmas en los pases cambiados por la espalda» […] «Otra seria hermosísima de pases, cambiándose la muleta por la espalda, inimitables, que enloquecen al público»


. Tocaduras de testuz y de  pitón: «Al terminar un pase toca el testuz del toro» […] «Tocando el testuz al salir de dos pases con la derecha» […] «Poniendo la mano sobre el testuz al terminar» […] «Otro quite tocando la cara a la res» […] «Acude Gallito al quite, que termina con un monterazo en el testuz» […] «Tocando el pitón en un momento de confianza»


. Cosas del Gallo: «A Gallito se le olvida brindar, y tiene que recordárselo el público» […] «Gallito brindó al tendido 8, donde el domingo pasado le arrojaron las almohadillas… Del 8 le arrojaron sombreros y le obsequiaron con una cañita de vino» […]«Luego da otros pases con tocaduras de pitón y apartamiento de banderillas, además de otros efectos que se aplauden ».

 

. Empieza bien las faenas, pero…: «Empieza bien sus faenas de muleta; pero el que un toro se cuele o achuche le descompone y no acaba bien nunca» […] «Gallito, que empezó de cerca y valiente, se desconfía sin causa justificada y entra a matar»

 

. Muy encorvado: «Otros pases, cerca y muy encorvado» […] «No nos gusta en tres pases encorvadísimo» […] «Gallito toreó de capa muy encorvado y movido» […] «Encorvado siguió la faena» […] «Y después se encorva en tres pases» […] «Varios pases por bajo, encorvado […] Encorvándose en otra parte de la faena»


. Se movió mucho al torear: «Se movió mucho al torear» […] «Gallito le da unas verónicas menos paradas de lo que fuera de desear» […] «Toreó con mucho movimiento de pies […]«En todos los pases se movió mucho» […] Dio una serie de lances movidito» […] «Hubo dos pases buenos y otros moviditos» […] «El primer lance fue muy bueno; en los otros estuvo muy movido» […] «Gallito, sin parar, lo toreó regularmente» […] «Faena sin quietud» […] «Rafael Gómez, con los pies inquietos» […] «Vuelve a torear, decidido en algunos pases y muy movido en otros»


. Y le ayudan cuatro capotes: «… y le ayudan cuatro capotes» […]«Faena con abusiva intervención de los capotes» […] «Cuando sale a matar hay ocho toreros alrededor de la fiera» […] «Nueva faena con ayuda de peones» […] «Gallo, con siete toreros a derecha e izquierda, toreó con la derecha»


. Huidas vergonzosas: «A veces huye de los toros de una manera vergonzosa e impropia de quien se llama torero» […] «Da una serie de pases bonitos, entre los que intercaló una huida» […] «Hay que atacar duramente el torero que arroja lo que le sirve de defensa, como si fuera para él insoportable impedimenta, para arrojarse de cabeza al callejón» […] «La barrera se ha hecho para los peones indefensos y para los jinetes que han perdido el caballo; pero no para el que tiene armas con qué defenderse y por el puesto que ocupa debe tener inteligencia y tranquilidad para resolver algo que no sea la vergonzosa huida» […] «Dio un pinchazo y salió de estampía, tomando el olivo» […] «En una arrancada se arrojó al callejón, abrazando al estoque y a la muleta, y pudo sufrir un desavío» […] «Hay olés que son acallados con una espantada y tomadura del olivo»


. Son muy pocas las faenas completas: «Son muy pocas las faenas que Rafael hace completas, porque al lado de una cosa sobrenatural ofrece otra deficientísima con el mismo toro y en el mismo instante» […] «Yo no he tenido suerte de verle faenas completas… He visto un chispazo de fuego, una pincelada de arte»


. Un toreo clásico, que a veces abusa del toreo de adorno: «Rafael ha toreado en algunas plazas con el trapo rojo en la forma clásica y única verdadera, dando hermosísimos pases naturales, de irreprochable factura, y no se los han aplaudido tanto como cuando ha cogido el trapo con la derecha, ha dado un pase por bajo, ha clavado una rodilla en tierra a la salida y luego ha seguido con el molinete y los otros de adorno» […] «Rafael sabe y puede, porque lo ha hecho muchas veces, torear de muleta con la mano izquierda y pasar, sujetar y dominar a los toros con ella. Le hemos visto muchas tardes hacerse con un toro incierto en cuatro muletazos con esa mano, y después, por agradar a la galería, empezar con el repertorio de dibujos y adornos, con los que aumentaron las palmas» […] «Como el Gallo es uno de los que saben darlos (el natural y el de pecho), a él hay que pedirle que los prodigue más que los otros» […] «Hubo a ratos clasicismo y en otras ocasiones largó todo el repertorio de sus finuras y elegancias» […] «La faena fue para todos, para los que quieren clásico y para los demás»


. ¿Ciertas anormalidades de Gallito?: «Leí un artículo de un médico periodista que ha mostrado su competencia en asuntos taurinos en El Chiquero, de Zaragoza, en el que trata de explicar ciertas anormalidades de Gallito; pero no me convencí, porque no creo que a un enfermo se le debe dejar trabajar en una profesión en la que tan necesaria es la integridad de las facultades mentales y corporales…»